Читать книгу Sexo sentido - Florencia Salort - Страница 12
ОглавлениеEn este primer capítulo voy a hablarles de autoplacer. Sí, ya sé que es un tema difícil de abordar para muchas mujeres por vergüenza, mandatos, religión, etc. Por eso me parece esencial que conversemos esto entre amigas. Las invito a que recordemos qué fue lo que nos transmitieron de niñas con respecto a este tema.
Preguntémonos: ¿cómo fue nuestra historia? Si nos encontraron explorándonos, ¿nos dijeron que estaba mal o que era feo? ¿Alguien nos habló de la importancia de conocernos, de que es natural y de que lo hagamos en privado? ¿Nos hablaron de la intimidad? ¿Del cuidado de nuestro cuerpo? ¿Alguien de nuestra familia nos dibujó una vulva? ¿Nos explicaron cómo higienizarnos? ¿Nos dijeron que estaba bien la satisfacción y el placer con nosotras mismas?
Qué bueno hubiera estado que nos explicaran que las niñas tienen igual derecho al placer que las mujeres adultas. Cuánto más fácil sería si nos hubiesen contado que es maravilloso querer el cuerpo, explorarlo, respetarlo e ir construyendo nuestra intimidad. Legítima, propia.
Imaginemos qué habría pasado si nos hubiéramos criado en una sociedad que nos hubiese habilitado al placer desde pequeñas. ¡Qué lindo hubiese sido que, sumado a eso, no nos regañaran ni señalaran cuando descubríamos nuestras zonas erógenas al explorarnos y nos hubiesen permitido el disfrute sin censura! Si nos hubiesen criado en la libertad de podernos dar placer a nosotras mismas en nuestra privacidad.
Pensemos cuán diferente sería nuestra vida sexual si hubiéramos crecido en un ambiente donde nos hubieran explicado de qué se trata esto que descubrimos al tocarnos. Cuánto más sencillo habría sido todo si el placer se viviera como algo natural, como un derecho de cada una y no como algo prohibido.
Ante esta realidad, querida amiga, que aún hoy nos pesa sobre nuestras espaldas, aquí me planto para decirte: ¡Conéctate con el placer femenino en todas sus formas! La autosatisfacción es parte de tu cuerpo, de tus fantasías, de tus emociones. En este capítulo vamos a patear el tablero y a sumergirnos en nuestra propia erotización, porque está ahí para tomarla de la mano e invitarla a jugar. Te voy a demostrar que nada malo nos puede pasar si nos sumergimos en este camino del autoplacer y vamos al reencuentro con nuestra mujer sexual, con la musa erótica y ardiente que todas llevamos dentro. Solo es cuestión de dejar de lado algunas estructuras y creencias limitantes, y animarnos. ¡Allá vamos!