Читать книгу Guía práctica de primeros auxilios - Francisco Marín - Страница 11
ОглавлениеCongelación
Si alguien se expone durante un tiempo prolongado a un frío intenso (temperaturas inferiores a 0 °C), su organismo reacciona contrayendo los vasos sanguíneos para que la sangre se dirija hacia los órganos principales (en la zona central del cuerpo) y mantenga el calor de los mismos. Esto tiene un efecto inmediato: los tejidos más alejados se ven privados de oxígeno y de nutrientes y se dañan. Por lo tanto, las zonas que se congelan con mayor rapidez son los dedos de las manos y los pies, la nariz y las orejas (denominadas «zonas acras»).
Cómo saber qué sucede | ||
Síntomas | Sufre | Consecuencias |
La piel de la zona afectada está fría, pálida. La persona siente dolor, hormigueo, pinchazos y rigidez de miembros. | Congelación de primer grado | Además de dolor, pueden aparecer sabañones debido a la mala circulación. |
Hay inflamación y, muchas veces, dolorosas ampollas de color oscuro. | Congelación de segundo grado | Necesita tratamiento porque, de lo contrario, pueden quedar afectados los tejidos vascular y nervioso. |
La inflamación aumenta; la piel está agrietada y se desprende en algunas zonas; aparecen costras oscuras; no hay sensación de dolor. | Congelación de tercer grado | No se siente dolor porque el tejido nervioso ya está dañado, pero quizás haya congelación de segundo grado en otras zonas donde sí se perciba dolor. Puede ser necesaria la amputación. |
Qué debemos hacer
En todos los casos
Acudir de inmediato a un centro médico si se prevé que se tardará menos de dos horas en llegar. Si no es así, avisar a los servicios de emergencias.
Llevar al afectado a una habitación cerrada y caliente (mientras se espera la ayuda especializada en el caso de haberla requerido), quitarle la ropa mojada y la que le comprima los miembros afectados y taparlo bien con ropa cálida.
Conviene que el afectado introduzca las manos en los bolsillos o en las axilas para obtener algo de calor.
Quitarle todos los objetos metálicos que lleve encima, puesto que «roban calor» al organismo.
Si está consciente, darle bebidas tibias y azucaradas que no contengan alcohol.
El aumento de la temperatura corporal ha de realizarse progresivamente, nunca de golpe.
Si la congelación es de primer grado (y no han pasado más de 3 horas desde que tuvo lugar)
En este caso, se debe sumergir la zona afectada en agua templada durante una media hora o simplemente dejar que se caliente por el calor de la habitación, poco a poco. Se puede añadir un antiséptico al agua templada.
En caso de congelación de segundo o tercer grado (y solo si hay gran riesgo de infección)
Lo que se debe hacer es cubrir la zona con gasas secas; a continuación, aplicar un antiséptico con mucha cautela, sin frotar ni reventar las ampollas.
Mantener el miembro afectado en reposo y elevado para que disminuya la hinchazón o edema.
Qué no debemos hacer
Frotar la zona afectada para evitar daños mayores.
Aplicar hielo (tampoco para dar friegas) o una fuente de calor directa (estufa, manta térmica, etc.).
Sumergir en agua las zonas que presenten una congelación de segundo o tercer grado, pues provocaría un intenso dolor.
Reventar las ampollas. Se trata de un tejido desvitalizado («muerto»), pero lo protegerá del exterior hasta que sea trasladado a un hospital y curado adecuadamente.
Vendar juntas dos zonas congeladas (por ejemplo, dos dedos), porque de esta manera se favorece la aparición de adherencias entre dichos miembros.
Si los dedos de los pies están afectados, es preferible que el afectado no camine y que espere a los servicios de emergencias.
Subestimar la situación. Sea cual sea su estado y el resultado de la primera asistencia que se le haya dado, una persona que ha sufrido una congelación debe ser trasladada a un centro médico para someterse a un examen completo.