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1. MIRADAS. VISIONES LOCALES DE LA CIBERDEMOCRACIA
ОглавлениеLas visiones constituyen sistemas, más o menos integrados, de creencias basadas en las percepciones y presupuestos compartidos por un grupo social, en relación con problemas y tendencias observados en el entorno. Respecto al objeto que nos ocupa, los grupos de funcionarios y responsables públicos, los ciudadanos y representantes de organizaciones sociales que participaron en las jornadas de diagnóstico y prospectiva participativa organizadas por las ciudades integrantes del Grupo 3 de la red CITIZ@MOVE manifestaron, según veremos en el cuarto epígrafe, puntos de vista divergentes en la materia. Todos los grupos participantes en los talleres destacaron, no obstante, ciertas pautas y aspectos comunes al explorar las condiciones que determinan el desarrollo de una nueva cultura participativa con las Nuevas Tecnologías de la Información.
A modo de resumen, los laboratorios locales observaron, en su diagnóstico con la técnica DAFO, el siguiente cuadro descriptivo:
DEBILIDADES
— El déficit de infraestructura y equipamientos en las ciudades y, a modo de corolario, la insuficiente modernización tecnológica de los municipios.
— La falta de formación y el analfabetismo tecnológico entre la población.
— La insuficiente disposición de recursos financieros para acometer el «salto tecnológico».
— La falta de comunicación y de coordinación interna en la Administración Local.
— La comunicación jerárquica y vertical, nada interactiva, entre Administración Local y ciudadanos.
— El acceso desigual y asimétrico, además de restringido, de los ciudadanos a las NTIC.
— La falta de cultura innovadora necesaria para adaptarse al cambio tecnológico.
— El control privado de las nuevas tecnologías y las redes telemáticas, y su disposición al servicio de los intereses comerciales de grandes grupos corporativos.
— El escaso conocimiento del uso participativo de los nuevos medios tecnológicos.
— La inseguridad de la red.
— La poca descentralización municipal (Graz) o, en algunos casos, la falta de autonomía local para planificar adecuadamente estos recursos (Derry).
— La escasa sensibilidad y conciencia pública de la importancia de las NTIC en el desarrollo local.
— La inexistencia de programas, canales y sistemas institucionales de ámbito local para el impulso de la participación ciudadana (Derry, Valencia).
— La apatía y el desinterés ciudadano por la participación (Derry, Misterbianco, Valencia).
— La complejidad de los temas de desarrollo urbanístico y su dificultad de difusión a través de los nuevos medios.
— La descoordinación entre diferentes agencias implicadas en las políticas de desarrollo local (Derry). Y, complementariamente, la deficiente organización de los sistemas y flujos de información hacia el ciudadano.
— El limitado acceso a la información para la participación de los procesos de intervención urbanística de las webs municipales (Cosenza, Sevilla). En otros casos, la manifiesta falta de actualización de los servicios y sistemas de información en línea (Misterbianco).
— La ausencia de una política local de comunicación que integre y visualice el uso de las NTIC o, en algunos casos, directamente la falta de voluntad política.
— La escasa integración territorial de las NTIC.
— La visión instrumental de la participación.
— El escaso diálogo con los ciudadanos.
— La ausencia de una cultura cívica capaz de apropiarse de los nuevos medios y activar dinámicas de participación y cogestión municipal.
AMENAZAS
— La imposición en Europa de procesos de modernización basados en una concepción del sistema informativo poco transparente y/o la saturación de información hacia el ciudadano de arriba hacia abajo.
— El creciente aislamiento de la población por la centralidad de la comunicación municipal basada en el uso individualizado de las nuevas tecnologías de la información.
— La brecha digital y la creciente desigualdad de acceso a los recursos y fuentes informativas en las políticas de Sociedad de la Infor- mación.
— La resistencia de algunos sectores a incorporarse a la revolución digital.
— El monopolio de grandes conglomerados multimedia, como Microsoft, que limitan el proceso de apropiación pública de las nuevas tecnologías.
— La burocratización generalizada del e-Gobierno y el uso acrítico, y escasamente formativo, de las nuevas tecnologías que actualmente prevalece en la mayoría de las experiencias internacionales en la materia.
— El coste de la participación que puede afectar a las inversiones foráneas para la modernización del territorio.
— Las tensiones entre técnicos municipales y ciudadanos que demandan mayor participación.
— La instrumentalización del e-Gobierno o Internet por lobbies locales.
FORTALEZAS
— La existencia, en la mayoría de las ciudades, de páginas institucionales en Internet con información sobre los servicios públicos y de equipamientos públicos para el diseño de unidades de acceso libre a las nuevas tecnologías como Bibliotecas, Casas de la Cultura (Cosenza), Centros Juveniles, o Centros de Información Urbana (Graz).
— La incipiente demanda ciudadana, especialmente de algunos grupos profesionales que empiezan a habitar el casco histórico de algunas ciudades, que son usuarios y potenciales demandantes de los servicios públicos de información en la red digital (Sevilla, Valencia).
— La conciencia de la Administración Pública y la existencia, en algunos casos, de marcos normativos de obligado cumplimiento que orientan la acción de las autoridades locales en dirección a la implantación del e-Gobierno y de modelos de participación ciudadana a través de las Nuevas Tecnologías (caso de las ciudades españolas e italianas).
— El capital cultural y el nivel educativo de la población para adaptarse al cambio tecnológico (Graz, Derry, Valencia).
— La existencia de colectivos y asociaciones vecinales que están trabajando por la socialización de las nuevas tecnologías en el municipio (Cosenza, Sevilla).
— La participación en redes interurbanas que están tratando de pensar y definir nuevos escenarios y alternativas para la participación.
— La disposición de sistemas de información accesible al ciudadano sobre planificación urbana (Derry, Graz, Valencia).
— La transparencia del sistema y los servicios de planificación urbana (Derry).
— La existencia de oficinas de información y consulta ciudadana en materia urbanística (Valencia, Graz) y mediatecas (Misterbianco, Cosenza, Sevilla).
— La difusión de medios locales de información de amplia aceptación e implantación ciudadana (Misterbianco).
— La receptividad de los ciudadanos a la información de servicio público.
OPORTUNIDADES
— La apertura de procesos integrales de participación (Presupuestos Participativos en Sevilla) o de experiencias basadas en nuevas tecnologías (Valencia, Graz) que han acumulado un capital social y un saber-hacer favorable al uso interactivo, y a la participación ciudadana con estos nuevos medios de expresión.
— La voluntad política de las autoridades locales, del gobierno de la nación y de la propia UE, desde la Cumbre de Lisboa.
— La nueva cultura política ciudadana y la globalización de los nuevos medios digitales, favorecedoras de las dinámicas de participación y de las formas de democracia directa.
— La oportunidad brindada por programas como URBACT y la implicación de las autoridades locales en el diseño de espacios de interlocución y participación virtuales.
— La constitución de redes ciudadanas a través de Internet.
— El cultivo del conocimiento necesario para un aprovechamiento inteligente de las nuevas tecnologías en algunas ciudades con centros de investigación y formación superior (Derry, Graz, Cosenza).
— El creciente interés de los poderes públicos locales por fomentar la participación en procesos de planeación urbana (Valencia, Graz, Sevilla, Cosenza).
— La existencia de otros proyectos en red (SEOL) para la disposición de nuevas herramientas tecnológicas de participación (Misterbianco).
— La regulación estatal y las políticas comunitarias que promueven el uso de las NTIC (Siracusa).
— Los planes locales de modernización y el diseño de infraestructuras de integración territorial (Misterbianco).
— La actividad comercial y la concentración del sector servicios como activador del uso y extensión de las nuevas tecnologías.
A modo de conclusión, se puede apreciar que las debilidades, los puntos críticos, visualizados en sus diagnósticos por los laboratorios locales son mayoritarios. Esto indica, como se deduce de las observaciones hechas por los actores sociales, que la modernización tecnológica es aún una tarea pendiente en los municipios. La integración local de las nuevas tecnologías en procesos de participación y gobierno es todavía incipiente. Si bien los municipios cuentan con capital cultural, con experiencias y recursos humanos para ello, además de ser conscientes de su necesidad en el actual contexto social, los obstáculos y limitaciones institucionales para un uso productivo y dinámico de las NTIC en el desarrollo urbano son múltiples. Las trabas y carencias más citadas y recurrentes son de carácter material (ausencia de infraestructuras, falta de recursos tecnológicos, limitaciones financieras, etc.), aunque con frecuencia también se señalan aspectos formativos y de sensibilización como puntos débiles para la adaptación al cambio tecnológico.
Son numerosas, no obstante, las fortalezas reconocidas en el diagnóstico. Además del propio proyecto CITIZ@MOVE, los laboratorios locales constatan la existencia de equipamientos que actúan ya como Telecentros (bibliotecas, centros culturales, centros de información urbana). Valoran además muy positivamente la transparencia y los sistemas de información urbanística accesibles al ciudadano para su participación en el desarrollo local. En menor medida, constatan la existencia de grupos organizados que lideren procesos de participación a través de estos nuevos canales. Solo Cosenza y Sevilla destacaron esta cualidad como una fortaleza propia en el desarrollo local de nuevas formas de gobierno. Todos coinciden en destacar, no obstante, la existencia, tanto en la UE como en los gobiernos nacionales y en los municipios, de una clara voluntad política para profundizar las formas de participación democrática a través de Internet y los nuevos medios. Pese a que algunos laboratorios (Sevilla, Misterbianco) expresaron, por parte del grupo de ciudadanos, la ausencia de voluntad política de las autoridades locales, lo cierto es que, en general, la mayoría de actores coinciden en percibir una nueva actitud de los municipios proclive a la participación a través de estos nuevos recursos tecnológicos, por lo que valoran como una excelente oportunidad las iniciativas comunitarias en la materia, así como la existencia de marcos reguladores nacionales y, en especial, la conformación de redes interurbanas tanto municipales como ciudadanas, que podrían redundar en el desarrollo de una nueva cultura participativa.