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LOS EXILIADOS ESPAÑOLES
ОглавлениеEl capítulo Los exiliados españoles incluye una serie de entrevistas que nos permite aproximarnos a la experiencia de estos emigrados en expresiones culturales como la antropología, la arquitectura, las artes plásticas, el cine, la fotografía, la edición de libros, la enseñanza universitaria, el periodismo, la sociología, el teatro, la televisión, etc.13
En el universo del cine entrevistamos a Luis Alcoriza que fue actor, guionista y director de cine y colaborador del director Luis Buñuel. Algunas de las películas de este director como Tlacuyan (1961), Tiburoneros (1962) y Tarahumara (1964) dan testimonio del México profundo de aquella época.
En la escena artística incluimos testimonios de diversos autores como la pintora y grabadora Paloma Altolaguirre, el escultor Antonio Ballester y los pintores Manuela Ballester, Juan Renau, Antonio Rodríguez Luna y el fotomontador y ensayista José Renau. La trayectoria de todos ellos da una idea del desarrollo de las artes plásticas españolas en la emigración mexicana y la compleja integración de los artistas hispanos a la escena mexicana protagonizada, en aquellos tiempos, por el Muralismo y el Taller de Grabado Popular. Un contexto en el que destacaríamos a José Renau como uno de los pocos artistas que se integraron al medio mexicano con la práctica del muralismo, el cartelismo y el diseño gráfico.
En el sector de la radio y la televisión abordamos el periplo profesional como guionista y productor de Luis de Llano que explica bien lo que era ese medio de comunicación en México y los vínculos con la cultura televisiva de la época tan determinada por la experiencia norteamericana. Luis de Llano es un ejemplo clave del profesional televisivo que trabajó tanto para una cadena pública (Canal Trece) como para una cadena privada (Televisa).
En el medio fotográfico la vida y obra de Faustino del Castillo Cubillo (Faustino Mayo) y Julio Souza Fernández (Julio Mayo) y los testimonios que nos ofrecen, aparte de hacer memoria sobre la experiencia republicana española, sintetizan tanto la trayectoria de la agencia Foto Hermanos Mayo como la integración del reporterismo gráfico a la prensa mexicana durante medio siglo de trabajo. Hoy en día podemos decir que la historia gráfica de México desde los últimos años del gobierno del General Lázaro Cárdenas (1934-40) al último gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-94), pasa por el archivo de los Mayo que, con más de 5 millones de negativos, conforma uno de los acervos más importantes de la vida de México del siglo veinte.
En el mundo de la enseñanza con ramificaciones hacia la labor editorial, la filosofía y la sociología política, se encuentran los testimonios de los profesores universitarios Federico Álvarez Arregui, Adolfo Sánchez Vázquez y Rafael Segovia Canosa. Aunque vinculados los tres a la Universidad Nacional Autónoma de México desarrollaron actividades diversas. La biografía de Federico Álvarez se desarrolla en Cuba, España y México y a mitad de camino entre la enseñanza, el ensayismo literario y la labor editorial. La trayectoria de Adolfo Sánchez Vázquez está vinculada asimismo a España y México con especial dedicación a disciplinas como la estética, la filosofía y la enseñanza universitaria. El periplo personal de Rafael Segovia se desglosa entre la enseñanza y la sociología siendo uno de los politólogos más notables de México e investigador vinculado al prestigioso Colegio de México.
Editor, en el sentido más estricto del término, es sin lugar a dudas José Bolea, abogado de formación y periodista de vocación, que plasmó en la Editorial Leyenda uno de los proyectos más singulares de la edición del exilio español, al traducir una serie de clásicos de la literatura, ilustrados por destacados artistas del exilio como Manuela Ballester, Enrique Climent, Ramón Gaya, José Moreno Villa, Ramón Pontones, José Renau, etc.
La antropología cultural tiene a Santiago Genovés como uno de los más destacados estudiosos de la disciplina que prosiguieron otros antropólogos del exilio como Bosch Gimpera, Juan Comas, Ángel Palerm, etc. La experiencia del Acali (1973), con un grupo de hombres y mujeres atravesando en una barcaza el Atlántico y el estudio posterior del comportamiento humano, le dio un renombre internacional.
La escena dramática tuvo a Augusto Benedico, Álvaro Custodio, José Estruch y José Ricardo Morales, representantes destacados de la actuación y dirección teatral en escenarios tan diversos como los de La Habana y Ciudad de México (Álvaro Custodio) y Montevideo (José Estruch) y Santiago de Chile (José Ricardo Morales). Al director alicantino José Estruch le cupo, además, el privilegio, de trabajar con la actriz Margarita xirgu, figura universal del teatro español en el exilio. Augusto Benedico conforma una personalidad peculiar pues a su trayectoria como primer actor de la escena dramática hispano-mexicana hay que añadir su labor en algunos filmes de Luis Buñuel y en telenovelas tan populares como Los ricos también lloran.
La literatura cuenta en este libro con testimonios particulares como los de Juan Gil-Albert y Concha Méndez, lo que nos permite adentrarnos en itinerarios geográficos diversos como La Habana y Ciudad de México (Concha Méndez) y un periplo peculiar por América Latina a través de ciudades como Buenos Aires, Río de Janeiro y la Ciudad de México (Gil-Albert). Autores, en ambos casos, vinculados a la generación de Hora de España y poetas singulares del destierro.
Una historia singular es la de Ángel Gaos, abogado, político y escritor, que tras ser condenado a muerte por el gobierno de Franco, consigue escapar de España y afincarse en México en el mundo de la enciclopedia como redactor de la Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana que compaginaría con algunos artículos de opinión en la prensa mexicana.
Otra historia particular es la del periodista Luis Suárez que se integró plenamente en el desarrollo del periodismo mexicano y en los principales medios del siglo veinte. Un periodista que practicó el reportaje, la entrevista y la corresponsalía de prensa para medios mexicanos y extranjeros, asumiendo, en un momento de su trayectoria profesional, importantes tareas en la Federación Latinoamericana de Periodistas.
Testimonio de la experiencia europea es el de José Renau que vivió primero en la Ciudad de México (1939-58) y luego en Berlín (República Democrática Alemana, 1958-82) donde realizó unos de los proyectos más ambiciosos de su carrera artística: el ciclo de fotomontajes The American Way of Life y una serie de murales al aire libre en ciudades tan diversas como Berlín, Halle y Erfurt.
En términos geográficos propiamente dichos este libro recoge, fundamentalmente, testimonios de exiliados en México y algunas experiencias en La Habana (Federico Álvarez, Concha Méndez y Álvaro Custodio), Montevideo (José Estruch), Nueva York (Luis de Llano), Santiago de Chile (José Ricardo Morales), Los Ángeles (Tonico Ballester) y Berlín oriental (José Renau).