Читать книгу Ópera Nacional: Así la llamaron 1898 - 1950 - Gonzalo Cuadra - Страница 3
ОглавлениеNo hay duda que nuestros nietos sentirán curiosidad por saber la razón que llevaba a sus antepasados a sentarse uno junto a otro, como un público de extranjeros en su propio país, para escuchar obras enteramente representadas en una lengua que no entendían.
Joseph Addinson,
“The Spectator” (1710).
Estoy convencido de que una obra romántica americana puede ser una obra bella y duradera, y que una página que se inspiró en fuentes simbolistas puede ser tan sublime como los más doctos contrapuntos neoclásicos contemporáneos.
Andrés Sás, “La música culta de América, su estado actual”.
Revista Musical Chilena Nº 11, página 22, mayo de 1946.
El “caso” ópera en Chile es, pues, algo digno de muy serio estudio. ¿Por qué un género en el que se lanzó todo el apoyo social y oficial, al que se le dio un reconocimiento supremo no arraigó en el país y los pocos chilenos que se aventuraron en él sólo cosecharon humillaciones y amarguras?
Domingo Santa Cruz Wilson,
“Revista Musical Chilena”, Vol. 12, No. 60 (1958): julio – agosto, página 163.
“Los músicos nacionales no componen óperas para no morirse angustiados pensando en que su obra nunca fue estrenada”
Fernando García, compositor y subdirector de la “Revista Musical Chilena”, 2004.