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CXVII
ОглавлениеAstiages, después de esta declaración, se mostró menos irritado con el vaquero, dirigiendo toda su cólera contra Hárpago, a quien hizo llamar inmediatamente por medio de sus guardias. Luego que vino le habló así: —«Dime, Hárpago, ¿con qué género de muerte hiciste perecer al niño de mi hija, que puse en tus manos?» Como Hárpago viese que estaba allí el pastor, temiendo ser cogido si caminaba por la senda de la mentira, dijo sin rodeos: «Luego, señor, que recibí el niño, me puse a pensar cómo podría ejecutar vuestras órdenes sin incurrir en vuestra indignación, y sin ser yo mismo el matador del hijo de la Princesa. ¿Qué hice, pues? Llamé a este vaquero, y entregándole la criatura, le dijo que vos mandabais que la hiciese morir; y en esto seguramente dije la verdad. Dile orden para que la expusiese en lo más solitario del monte, y que no la perdiese de vista en tanto que respirase, amenazándole con los mayores suplicios si no lo ejecutaba puntualmente. Cuando me dio noticia de la muerte del niño, envié los eunucos de más confianza para quedar seguro del hecho y para que le diesen sepultura. Ved aquí, señor, la verdad y el modo cómo pereció el niño.»