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CXXVIII
ОглавлениеAl saber Astiages la derrota vergonzosa de su ejército, dijo con tono de amenaza: —«No pienses, Ciro, que por esto haya de durar mucho tu gozo.» Después hizo espirar en un patíbulo a los magos, intérpretes de los sueños, que le habían aconsejado dejase ir libre a Ciro, y por último, mandó que todos los medos jóvenes y viejos que habían quedado en la ciudad, tomasen las armas, con los cuales, habiendo salido a campaña y entrado en acción con los persas, no solo fue vencido, sino que él mismo quedó hecho prisionero juntamente con todas las tropas que había llevado.