Читать книгу El huerto ecológico en macetas - Hortensia Lemaitre - Страница 20

Оглавление

¿Cuánto hay que regar?

Todo el mundo sabe que hay que regar las plantas, pero ¿cuánto y con qué frecuencia? La respuesta a esta pregunta puede ser obvia para un horticultor experimentado, pero los principiantes a veces no lo tienen claro.

El riego no debe ser algo rígido sino acorde con las necesidades concretas de cada planta y la climatología. Como norma general, no hay que regar hasta que la capa superior de tierra (de 1 a 2 cm) se haya secado. En función del tamaño de la planta, la temperatura, la humedad relativa del aire y el viento que haya, esto sucederá antes o después. En pleno verano las plantas necesitan transpirar mucho para poder soportar las altas temperaturas y esto, como es lógico, también aumenta la necesidad de agua. Cultivando en contenedores, el tamaño de la maceta y la composición del sustrato también influyen en el riego. Una maceta pequeña se seca antes que una grande del mismo modo que una maceta de barro se seca antes que una de plástico. Las tierras arenosas, con buen drenaje, aguantan menos agua que las tierras arcillosas o muy fértiles.

Por supuesto, si la planta es muy grande y la maceta muy pequeña, los riegos serán más frecuentes que si la situación fuera a la inversa, una maceta grande para una planta pequeña.

▮Ciclos húmedos y secos

A las plantas les va bien pasar por ciclos húmedos y secos porque las raíces se fortalecen, pero eso no quiere decir que haya que dejar que se seque toda la tierra, con unos centímetros es suficiente. En el extremo opuesto, tampoco es bueno que la tierra permanezca siempre empapada. Si el riego es excesivo, especialmente mientras la planta es joven, se corre el riesgo de que aparezcan hongos en las raíces. Cuando el agua escasea, las hortalizas se desarrollan lentamente y la producción del huerto baja en picado.

▮Agua, mucha agua

Es muy importante regar las macetas con abundante agua, hasta que salga por los agujeros de drenaje. Solo si toda la tierra de la maceta se empapa bien podrán las raíces medrar a su antojo. Si se usan pequeñas cantidades de agua, la mayor parte de la tierra quedará seca y, por tanto, fuera del alcance de las raíces.

Hay que recordar que, al regar las plantas, sobre todo las que viven en macetas, los nutrientes son «lavados» de la tierra y arrastrados con el agua que sale por los agujeros de drenaje del tiesto. Para evitar que falte alimento es mejor añadir periódicamente pequeñas cantidades de abono que ponerlo todo de una vez.

El mejor método para saber cuándo regar es observar el aspecto de las hortalizas. Todas las plantas reflejan en su aspecto la cantidad de agua de que disponen. Cuando a una verdura empieza a faltarle el agua, pierde vigor y aparece caída y sin fuerza. En cuanto se riega recupera su buen aspecto, pero si pasa mucho tiempo sin agua puede llegar a morir o sufrir tanto que no se acabe de recuperar. Cuando la tierra se seca, las hortalizas comienzan a marchitarse casi en seguida, y dejan de crecer.


RECUERDA

El tiempo que permanece la tierra seca es tiempo perdido y significa una menor cosecha.

▮Cómo evitar la evaporación del agua en verano

Añade un mantillo a la tierra

Durante el verano, el huerto necesita gran cantidad de agua cada día debido a las altas temperaturas. Una gran parte del agua es aprovechada por las plantas pero otra parte se pierde debido a la evaporación, especialmente cuando la tierra está desnuda. La forma más sencilla de evitar la evaporación es cubrir la tierra con una cobertura de mulch o mantillo. Se pueden usar cortezas de pino, paja, grava, arcilla expandida, cartón o papel de periódico e incluso plástico. La capa de mantillo atrapa y condensa la humedad a la vez que reduce la evaporación. El mulch también evita el recalentamiento de la tierra y reduce la aparición de malas hierbas.

Eleva las macetas

Una maceta, en una terraza al sol, puede alcanzar temperaturas de más de 50 °C. Con este calor las raíces se cuecen y el crecimiento se ralentiza o incluso se detiene. Es muy recomendable elevar las macetas del suelo para que el aire corra por debajo y no se calienten tanto. Algunos horticultores meten la maceta dentro de otra con lo que queda una cámara de aire entre las dos que modera la temperatura. Las macetas de color negro se calientan mucho más que las blancas. Hay macetas de poliestireno expandido (corcho blanco) que, gracias a las propiedades aislantes de este material, ayudan a mantener una temperatura más estable de las raíces.

▮El momento de regar

El mejor momento para regar el huerto es al atardecer, lo que reduce la evaporación y permite a las plantas absorber agua durante la noche para comenzar el día bien hidratadas. Hay que evitar mojar las plantas y regar a pleno sol siempre que sea posible.

▮¿Qué agua utilizo para regar?

El agua del grifo de muchas ciudades, especialmente las de la costa mediterránea, contiene muchas sales que se acaban acumulando en la tierra y reducen la capacidad de las plantas de absorber nutrientes. Las sales acumuladas en la tierra se pueden eliminar regando las macetas con agua muy abundante. Al escurrir por los agujeros de drenaje de los tiestos, el agua arrastra las sales y deja la tierra limpia. Después de un lavado de tierra hay que abonar las plantas, ya que el agua arrastra tanto las sales tóxicas como los nutrientes necesarios. y el horticultor debe reponerlos.

El agua de lluvia es la mejor para regar el huerto, ya que no tiene nada de sales, es agua pura. Si podemos idear un sistema para recoger agua cuando llueve, el huerto lo agradecerá y las plantas crecerán más rápidamente y con menor necesidad de abonos. Incluso mezclando agua de lluvia con agua del grifo, los resultados son mejores que si solo se riega con agua del grifo.

▮¿Qué es el pH?

El pH (potencial de hidrógeno) de la tierra es una medida de la acidez o alcalinidad del sustrato en el que viven las plantas. Cada especie necesita crecer en un rango de pH determinado. Si la tierra es demasiado ácida (pH más bajo) o demasiado alcalina (pH más alto) la planta no puede absorber los nutrientes que necesita y no se desarrolla correctamente.

La escala de pH va de 0 (lo más ácido) a 14 (lo más alcalino), siendo neutro el pH 7. La mayoría de las hortalizas crecen bien en un pH más o menos neutro, entre 5,5 y 7,5. Los sustratos que se venden para plantas en macetas suelen venir ya ajustados con un pH bastante neutro, por lo que no deberíamos tener problemas, al menos de entrada. Sin embargo, tras unos meses de regar el huerto con un agua demasiado ácida o demasiado alcalina, el pH de la tierra puede acabar variando y necesitar una corrección.

Para medir el pH podemos recurrir a varios sistemas. Hay unos medidores sencillos que se clavan en la maceta e indican por medio de una aguja el pH de la tierra. Los más avanzados son digitales y tienen una sonda que se sumerge en el agua de riego o se clava en el sustrato húmedo. En muchas tiendas de jardinería se pueden encontrar unos kits muy simples para medir el pH de la tierra y del agua de riego.

Es conveniente medir, al menos una vez, el pH del agua que usaremos para regar el huerto. Si tiene un pH mayor de 7,5 conviene corregirlo para que no vaya elevando el pH del sustrato. Para bajar el pH del agua se puede usar cualquier ácido. Los más recomendables son el ácido nítrico y el ácido fosfórico, puesto que aportan nutrientes al agua pero son más difíciles de encontrar y pueden resultar peligrosos por su poder corrosivo. El vinagre, en cambio, se encuentra en cualquier supermercado a buen precio y su acidez moderada lo hace más seguro. Midiendo el pH del agua antes y después de echar el vinagre sabremos cuánto hay que poner en cada regadera para bajar el pH del agua hasta 6 o 6,5. Regando siempre con agua con el pH corregido, la tierra se mantiene en los niveles correctos.

SISTEMAS DE RIEGO AUTOMÁTICO PARA LAS VACACIONES

El huerto en macetas no se puede quedar desatendido cuando nos vamos de vacaciones. Las hortalizas necesitan riegos periódicos, y si no queremos que mueran tendremos que encargar a algún amigo que venga a regarlas o instalar un sistema de riego automático que se ocupe de regar el huerto en nuestra ausencia. En las tiendas de jardinería se encuentran sistemas por goteo y programadores de riego para adaptarse a cualquier huerto.

•Riego automático si tenemos un grifo. Si en el lugar donde crecen las plantas hay un grifo, lo más cómodo será instalar un sistema de goteo conectado a un programador que, a su vez, se conecte al grifo. En el programador se pone el horario y la duración del riego.

•Riegos automáticos con depósito de agua. Otros riegos automáticos se basan en la fuerza de la gravedad. Constan de un depósito para el agua que se sitúa por encima de las plantas (en una mesa o colgado) y una serie de mangueras que van a cada maceta. No es necesario tener un grifo ni un programador ya que gotean continuamente. El problema con estos sistemas es que el depósito no es muy grande y cuando se acaba hay que rellenarlo. Es bastante sencillo construir un sistema de riego casero que funcione por gravedad con un bidón con grifo y una manguera con goteros de riego. Solo hay que colocar el bidón más arriba que las plantas y abrir un poco el grifo. Cuanto más grande sea el depósito de agua más tiempo pueden durar las vacaciones.

•Sistema de riego pasivo con mecha. Con una mecha de algodón gruesa se puede construir un sistema de riego pasivo. Se introduce la mecha por el agujero de drenaje de la maceta de forma que haga buen contacto con la tierra y se mete el otro extremo de la mecha en un cubo de agua. La mecha chupa agua y la lleva a la tierra de la maceta. La mecha también puede enterrarse en la parte superior de la maceta. Si la maceta o la planta son muy grandes pueden ser necesarias varias mechas gruesas. Introduciendo la mecha dentro de un tubo o manguera de plástico disminuirá la cantidad de agua que se pierde por evaporación.

El huerto ecológico en macetas

Подняться наверх