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2 LA IMPORTANCIA DE LA CONSEJERÍAPREMATRIMONIAL A LA LUZ DE SUS VENTAJAS

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La palabra ventaja habla de beneficio, ganancia o utilidad. Aplicada a la consejería prematrimonial sugiere que contribuye, prácticamente, a un ajuste saludable del matrimonio. Considerando la actual crisis de la familia y sus repercusiones tanto en la iglesia como en la sociedad, este aspecto tan prometedor del ministerio debería ser recibido sin reservas. Sin embargo, es probable que la respuesta inicial de algunos líderes cristianos latinoamericanos acerca del uso o de las ventajas de la consejería prematrimonial sea reservada. Es importante considerar las razones para esto, tres de las cuales son las siguientes:

• Para algunos, tal asociación les parecerá hacer de la consejería prematrimonial un acercamiento pragmático para evitar el conflicto matrimonial; un curso de acción introducido a la iglesia por la simple razón de que parece funcionar. Estos individuos reconocen perceptivamente que los beneficios prácticos no justifican un procedimiento dado. La prioridad debe darse al asunto de la garantía o validación bíblica.

• Para otros, el tópico de las ventajas suena a una «charla de éxito». Esto despierta un sentido de descontento por su asociación con las muchas técnicas ministeriales lanzadas en la tan programada y orientada al éxito cultura norteamericana; muchas de ellas promovidas en Latinoamérica como la respuesta a todas las necesidades relacionadas con la iglesia. Desafortunadamente, muchos de estos métodos se han exportado al sur con poca o ninguna preocupación de su relevancia, y sus sensibilidades y valores. Y como era de esperarse, los resultados no siempre han sido beneficiosos.

• Para otros, el énfasis en las ventajas despertará malos entendidos asociados con la psicología. Aunque parece que los evangélicos en Latinoamérica están abiertos, mayoritariamente, a esta disciplina (en parte por la gran cantidad traducida de materiales de psicólogos norteamericanos), muchos líderes permanecen aprehensivos. Están conscientes de que los métodos terapéuticos propuestos por la psicología prometen grandes beneficios; pero existe preocupación porque quizá la búsqueda de tal ganancia pueda hacer que los fieles estén receptivos a ciertas concepciones humanísticas que son insostenibles desde el punto de vista bíblico. Contra este peligro, es comprensible que para algunos el hecho de que el presente capítulo se enfoque en las ventajas parezca, a primera vista, más bien algo acoplado a la psicología secular que a un ministerio bíblico.

Tales preocupaciones serán tratadas satisfactoriamente para que la consejería prematrimonial se convierta en una opción viable para el ministerio de la iglesia en Latinoamérica. Para lograr este fin, hay dos consideraciones fundamentales que deberían ser enfatizadas:

1. Este libro se desenvuelve en el campo de la consejería prematrimonial bíblica. La designación bíblica indica que la fuente de este procedimiento no es el pragmatismo ni algunos conceptos ministeriales importados, tampoco la agenda de la psicología. Como se trató de demostrar en el capítulo anterior, la consejería bíblica prematrimonial está construida en un fundamento teológico sólido: el matrimonio es divinamente ordenado y es una institución permanente a la que se ingresa mediante un pacto. La solemnidad de este hecho llama a la iglesia a hacer todo lo que sea posible para salvaguardar la naturaleza inviolable de este pacto. Esto implica que un pastor debe estar convencido, más allá de cualquier duda razonable, de que el matrimonio que él está bendiciendo no terminará en fracaso. Y para que esto sea posible, él debe conocer a la pareja, enseñarles acerca del matrimonio bíblico y ayudarles para aplicar estas verdades a sus vidas. Esto podría parecer una tarea demandante, aunque en realidad refleja el corazón mismo del ministerio pastoral: guiar a las ovejas hacia senderos seguros y prósperos, porque eso es lo que Dios espera.

2. Las ventajas de la consejería prematrimonial reflejan profundos principios bíblicos. Como se evidenciará a lo largo de este capítulo, hay un valioso soporte bíblico detrás de cada una de las ventajas consideradas. El lector observador podrá notar, sin embargo, que en algunos puntos también hay algún grado de correspondencia con ciertas ventajas ofrecidas por sistemas extra bíblicos de ayuda a la gente. Por ejemplo, tanto la consejería bíblica como la psicología están de acuerdo en que la consejería prematrimonial ayuda a la pareja a manejar las situaciones prácticas (punto 1. e.). Pero este acuerdo puede ser considerado sin consecuencia alguna en la presente discusión, dado que los beneficios descritos no buscan o necesitan de soporte alguno de fuentes distintas de la Escritura.

Las ventajas de la consejería prematrimonial se dividirán en cuatro categorías generales: para (1) la pareja, (2) el pastor consejero, (3) la iglesia y (4) la sociedad. Esta división sugiere la diversidad y riqueza de los beneficios de este aspecto del ministerio. Para propósitos puramente prácticos, las letras CBPM se usarán a menudo en lugar de la designación completa: «Consejería Bíblica Prematrimonial».

1. Ventajas para la pareja. La mayoría de las ventajas que se tratarán bajo las cuatro categorías benefician a la pareja.

a. CBPM ofrece la oportunidad para que las parejas desarrollen una filosofía bíblica de la vida y un punto de vista cristiano. Aunque la mayoría de la gente no está consciente, todos tenemos una filosofía de vida o una manera de mirar el mundo. Este es el sistema de ideas que cada persona mantiene acerca de la vida y el universo. Incluye las presuposiciones (asumir lo que es verdad), los valores y las creencias básicas. Una visión del mundo nos ayuda a llevar cuenta de los hechos y las experiencias, y a ponerlos juntos. Es como un par de lentes a través de los cuales vemos e interpretamos nuestro medio. El punto de vista de alguien tiene mucho que ver con su comportamiento, dado que mucho de lo que uno asume influencia fuertemente lo que uno cree, y lo que hace o deja de hacer. Aplicando esto a la relación matrimonial, cuando los esposos hablan de valores, estándares y prioridades de la Escritura, inevitablemente comienzan a vivir un estilo de vida que glorifica a Dios, es decir mantienen su diseño para la institución del matrimonio. Por esta razón, la CBPM impulsa activamente a una pareja a adquirir una forma bíblica de ver las cosas. Por ejemplo, se les pide desarrollar un tiempo devocional juntos como un paso inicial hacia el objetivo de ver la vida con los ojos de Dios.

Cada uno de los siguientes seis puntos —de la b a la g— hace una contribución significativa en ayudar a la pareja a desarrollar una filosofía de vida verdaderamente bíblica.

b. CBPM ayuda a las parejas a desarrollar confianza en la efectividad y suficiencia de la Escritura. El presente libro se basa en la convicción de que la Palabra de Dios tiene todos los recursos necesarios para comprender los problemas de la gente y proveer las soluciones (Sal 19:1; 2 Ti 3:16-17; 2 P 1:3-4). Se enseña a las parejas a descansar en la Escritura y apropiarse de sus verdades. Descubrir que la Palabra de Dios es práctica, útil y poderosa (Heb 4:12) traerá verdad y cambios duraderos. Esto a cambio impulsa una vida confiada en su suficiencia. Cuando surjan las dificultades, los esposos estarán mucho más capacitados para ver la Escritura en lugar de otras fuentes que ofrecen su ayuda. Al construir sus vidas juntos sobre el fundamento de un apoyo efectivo y suficiente (Mt 7:24-27), la pareja tendrá las mejores probabilidades de éxito matrimonial.

c. CBPM ayuda a la pareja a establecer un matrimonio centrado en Dios. Una de las manifestaciones del pecado es el centrarse en uno mismo. Expresándolo bíblicamente, esto se refiere a la preferencia de uno mismo (deseos y metas) sobre Dios; el hombre ocupa el centro del escenario y se convierte en la medida de todas las cosas. Cuando se ve esto dentro del contexto del matrimonio, el centrarse en uno mismo es siempre algo que debilita porque provoca un conflicto incesante entre los intereses de las dos partes. Los consejeros bíblicos creen que la solución no está meramente en mayores esfuerzos para ser más considerado o menos presuntuoso. Claro que esto es importante, pero insuficiente. La respuesta puede hallarse en el compromiso con una perspectiva teocéntrica de la vida. Esto significa que toda la existencia de la persona, cada pensamiento, actividad, deseo, plan, etc., deben estar centrados en dar la gloria a Dios (Sal 29:1, 2; Ap 4:11). Esto involucra reconocer su grandeza (Éx 34:5-7) y significa también conducir aun las actividades más banales para su honra (1 Co 10:31). Glorificar a Dios es el fin principal del hombre, la razón última por la que ha sido creado (Lv 10:3; 1 Cr 16:24-29; Ro 15:5-6). Es precisamente esta actitud la que la CBPM busca lograr, ayudando a las parejas comprometidas a buscar la gloria de Dios como su prioridad. Esto hace una invalorable contribución a la armonía futura porque anima a la pareja a cambiar su enfoque en sí mismos, demandas personales, heridas y, aun caprichos, para dirigirlos hacia Dios. El resultado final será una vida matrimonial de confianza y equilibrio (Dn 11:32b).

d. CBPM asegura que la pareja tenga una clara comprensión de la enseñanza acerca del orden bíblico para el hogar. Gran cantidad de personas, al entrar en la iglesia a través de la conversión, tienen poca o ninguna comprensión acerca de lo que dice la Palabra de Dios sobre de las relaciones en el hogar. Por otro lado, es común hallar que, aun entre aquellos que han crecido dentro de la iglesia, esta importante área de conocimiento no existe o está incompleta. Por esto es indispensable que los pastores se aseguren de que las parejas que ellos van a casar tengan claridad al respecto. Después de todo, la enseñanza de la Biblia acerca del matrimonio y la familia no es una sugerencia ni una opción. Es el propio diseño de Dios, su receta para el éxito dentro del hogar y, como tal, debe ser tomado con la seriedad que se requiere. Para reconocer este hecho, la CBPM invierte el tiempo necesario y ayuda a las parejas a desarrollar su comprensión en este campo y aplicarlo a sus vidas. Con este propósito, el título «El matrimonio diseñado por Dios» es muy útil, así como los estudios provistos en la parte cuatro que se enfocan en las diferentes relaciones dentro del hogar. Estos materiales pueden ser usados efectivamente por el consejero para animar a la pareja a interactuar con la Escritura. En el proceso, ellos podrán corregir las concepciones no bíblicas y dar una estructura correcta a su forma de pensar.

e. CBPM asegura un conocimiento práctico de algunos asuntos cotidianos. El proceso de consejería prematrimonial da a las parejas la oportunidad de tratar con temas prácticos en su relación, tales como el presupuesto, compartir el dinero, control de natalidad y vida sexual. Cada uno de estos tópicos —y los mencionados son solo pocos— tiene una gran potencialidad para convertirse en un problema, dado que la pareja entra en el matrimonio con sus propias nociones preconcebidas acerca de cada uno. Esto puede llevar fácilmente a un conflicto tanto antes como después de casados. Para evitar tal tensión tanto como sea posible, la consejería prematrimonial ayuda a los novios a comprender la perspectiva del otro, así como a negociar una posición en común. Pero lo más importante es que la CBPM impulsa dos metas: (1) aprender lo que la Escritura enseña específicamente acerca de un tema dado y, donde no exista enseñanza específica, hallar los principios aplicables; (2) comprender que el tratar con estos temas prácticos de una manera apropiada es asunto de una buena mayordomía cristiana. Dios ha confiado a sus hijos todos los recursos que tienen y espera que ellos los usen sabiamente (1 Co 4:1; 1 P 4:11). Y si estos recursos se convierten en una fuente de conflicto, los esposos estarán actuando como malos mayordomos. Un comportamiento errado frente a estos temas siempre conducirá a pérdidas. La CBPM ayuda a las parejas a evitar esto al proveerles la guía que necesitan para trabajar estos temas prácticos de acuerdo con la intención de Dios.

f. CBPM provee a algunas parejas la oportunidad de dejar a sus padres. La Escritura deja claro que el matrimonio involucra la formación de una nueva unión, una nueva unidad familiar, una nueva relación primaria expresada en el concepto de llegar a ser «una sola carne» (Gn 2:24). Para que esta unidad sea más que algo teórico, la pareja debe dejar a sus padres (en este versículo, se habla específicamente del hombre; pero se implica a la mujer también). El dejar no siempre será algo físico (en la Biblia, muchos personajes parecen haber vivido en una situación de familia extendida). Sin embargo, siempre será una partida psicológica y emocional para que los nuevos compañeros se adhieran uno al otro y ya no más a sus padres. Es muy común en la sociedad latinoamericana, sin embargo, que los padres continúen directamente involucrados en los asuntos del nuevo matrimonio. Los resultados suelen ser raramente positivos. La CBPM ayuda a la pareja a comprender y aplicar la posición de la Biblia a este respecto. Es de esperarse, por supuesto, que algunos de los aconsejados tengan dificultades con este punto, a menudo porque sienten culpa frente a sus padres «excluidos». Además, está el frecuente malentendido y aun resentimiento de parte de algunos de los padres. Pero a pesar de la presión paterna, es indispensable «dejar y unirse» si es que se quiere establecer un matrimonio auténticamente bíblico. La CBPM anima a los futuros esposos a caminar hacia esta meta, en ocasiones involucrando a los padres para que ellos mismos logren comprender mejor las intenciones de Dios para el matrimonio.

g. CBPM da la oportunidad de conocer modelos positivos de los roles. La Escritura tiene mucho que decir acerca de la importancia de los modelos de los roles (de mentores, por ejemplo). Esto comienza con el ejemplo de Cristo mismo ( Jn 13:15). Una persona que siguió al Señor en este asunto fue el apóstol Pablo, quien comprendió la importancia de llegar a ser un modelo para otros (1 Co 11:1). Como resultado, sus protegidos, Timoteo, Tíquico y Tito, también se convirtieron en modelos para otros (1 Ti 4:12; Col 4:7; Tit 2:7). La herramienta educacional más efectiva es la de «dar vida» a un patrón en particular, siendo una persona con credibilidad. Esto es especialmente cierto en el matrimonio. La lección mayor dentro del matrimonio bíblico es una relación consistente y de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios. Muchas de las personas que entran al matrimonio en Latinoamérica han sido, en diferentes grados, expuestos a ejemplos de vida en pareja menos que ideales, por lo cual hay una gran necesidad de estar en contacto con parejas evangélicas que «lo estén haciendo bien». Para atender a esta necesidad, la CBPM recomienda que las iglesias desarrollen el concepto de una familia de contacto. Esto se refiere a una pareja que tenga un matrimonio genuinamente cristiano y que pueda ser enlistada en un equipo que esté disponible para servir como mentor para parejas más jóvenes. Específicamente, desarrollarán una amistad con los futuros esposos mientras estos toman la consejería prematrimonial. Esto puede lograrse al invitar a la pareja a cenar ocasionalmente, tiempo en el cual se puede compartir acerca de su propio crecimiento en Cristo y en su relación de casados. Esto proveerá una excelente forma de comunicar los propósitos de Dios para el matrimonio, así como despertar en la nueva pareja la esperanza de que ellos también pueden llegar a tener una relación sólida (Mt 10:25).

2. Ventajas para el Pastor-Consejero. Aunque la consejería prematrimonial no es de dominio exclusivo del pastor, esta sección se enfocará en su rol. Hay, por lo menos, dos razones para ello: para comenzar, es el pastor quien, en la mayoría de iglesias de América Latina, hace toda, o casi toda la consejería. En segundo lugar, como se vio, la consejería (en especial la prematrimonial) tiene que ver con el don de pastor. De todas maneras, se usará el término de «pastor-consejero» para reconocer que lo que se diga del pastor es también aplicable a otros obreros dentro de la iglesia que tengan responsabilidades en este campo.

a. CBPM posibilita al pastor a tomar ventaja de lo que suele ser el momento de mayor motivación en la vida de la pareja. La motivación es un aspecto importante de la experiencia cristiana y puede ser comprendida como la urgencia para dirigirnos hacia metas que tienen que ver con los propósitos de Dios. Mucho de la Biblia está dirigido a despertar la motivación adecuada, por ejemplo, a través de la exhortación, el ánimo o la instrucción. La motivación es a menudo mayor cuando alguien es confrontado con la posibilidad de entrar a una nueva etapa de su vida. En tal caso, puede existir un fuerte sentido de incertidumbre, pese a que el reto involucra una iniciativa hacia la acción. Una de las muchas ilustraciones bíblicas acerca de la importancia de la motivación se ve en la vida de Josué. En el primer capítulo del libro que lleva su nombre, Josué está enfrentando su primera gran responsabilidad como nuevo líder de Israel: el guiar al pueblo a la tierra prometida. A la luz de este tremendo reto, Dios habla y anima a su siervo, motivándolo para ser más fuerte y valiente (1:1-9). Y al tomar en cuenta la exhortación divina, Josué logra motivar a la nación para prepararse a entrar a una nueva época en su historia (1:10-18). De manera similar, el período de preparación matrimonial tiende a ser un período de gran motivación. La perspectiva de iniciar un nuevo capítulo en su vida provee gran estímulo para someterse a la dirección de Dios, enfrentando temas que pueden obstaculizar la cohesión matrimonial y trabajando hacia su resolución. Tal esquema mental debe ser visto por el consejero como un verdadero don, que sería sabio en usar bajo la guía del Espíritu Santo. La CBPM ayuda a los consejeros a lograr esto.

b. CBPM ayuda al pastor a invertir su tiempo sabiamente. La mayoría de pastores lidian, inevitablemente, con matrimonios en conflicto. Esto, a menudo, les demanda mucho tiempo, algo atesorado por todos los pastores; pero especialmente para el gran ejército de pastores en Latinoamérica. Estos dedicados individuos deben luchar, de manera continua, con la búsqueda del equilibrio entre la manutención para sus familias y el llevar a cabo las responsabilidades del ministerio. La CBPM ofrece asistencia a largo plazo respecto al tema de una buena administración del tiempo. Al ayudar al pastor para que lleve a las parejas a un inicio sólido, es muy probable que los problemas futuros se disminuyan o remedien. Es la convicción de los autores que una consejería prematrimonial efectiva tal como la que se presenta en este libro puede (1) resolver muchos problemas relacionales en el matrimonio y (2) enseñar a la pareja a tratar bíblicamente sus conflictos particulares si es que surgen posteriormente. Armadas con tal experiencia, las parejas rara vez requerirán de la ayuda del pastor. Esto libera al pastor/consejero para invertir sus recursos en otras cosas. Y al hacer esto, él estará actuando de acuerdo con el principio bíblico de usar sabiamente su tiempo (Ef 5:16).

c. CBPM provee la oportunidad de establecer relaciones a largo plazo con las parejas, algo que le servirá al pastor como plataforma para su ministerio en el futuro. El enfoque personalizado de la CBPM habilita al pastor-consejero a desarrollar una relación cercana con la pareja. Tal lazo ofrece algunas ventajas, dos de las más importantes son las siguientes: (1) Crea una plataforma para el futuro ministerio del pastor a la pareja. El lazo que se ha establecido con la pareja da al pastor una puerta abierta permanente a la relación, que puede ser usada para intervenir en el matrimonio cuando sea necesario con el fin de ayudar a los esposos a lidiar con una situación difícil. (2) Crea una plataforma para el futuro ministerio de la pareja al pastor. La estrecha unión entre los esposos y el pastor crea una dinámica que impulsará al matrimonio a estar junto él para asistirlo en el ministerio y, ocasionalmente, satisfacer sus necesidades. Un claro paralelo puede trazarse en esta relación entre la pareja y el pastor, y la que se puede apreciar entre Pablo y Timoteo. Dado que el apóstol lo entrenó, existía una relación estrecha de por vida entre los dos. Este lazo resultó muy importante para Timoteo cuando, al parecer, estaba luchando con el temor y el desánimo. El lugar especial que Pablo tenía en su vida le permitió exhortar a su joven amigo y lograr un gran impacto (2 Ti 1:6-14). Por otro lado, y pese a la diferencia de edad, Timoteo llegó a convertirse en un verdadero y fiel amigo del apóstol. En realidad, pudo ministrarlo personalmente de una forma muy especial cuando Pablo más lo necesitó (2 Ti 4:21). Es una relación recíproca que la CBPM produce entre el pastor y la pareja.

d. CBPM habilita al consejero para reconocer problemas potenciales en la relación y tratarlos. Un pastor debe preocuparse por el bienestar de su rebaño. Entre otras cosas, esto involucra la tarea de protegerlos (Hch 20:28-30; 1 P 5:2). Las ovejas necesitan ser cuidadosamente guiadas para evitar las influencias que pudieran dañar su salud. Para que un pastor pueda llevar a cabo su deber adecuadamente, debe permanecer en estrecho contacto con sus ovejas. No hay otra forma de discernir los peligros que amenazan su bienestar. La consejería prematrimonial provee al pastor-consejero la oportunidad única de acercarse a sus ovejas y descubrir los factores que son potencialmente dañinos para uno de los futuros esposos. Esto se facilita gracias al contexto único dentro de la consejería en el que el pastor interactúa en profundidad con la pareja y puede observar a cada uno relacionándose con el otro. Un ejemplo de un problema que es potencialmente peligroso para las relaciones tiene que ver con las expectativas no realistas. Las parejas a menudo llegan a la consejería con ideas acerca de ellos, de sus futuros esposos o de la relación matrimonial, que no corresponden con la realidad. A menos que las personas estén conscientes de esto, tal perspectiva podría ser una fuente de tensión más adelante. Al recibir ayuda para comprender sus expectativas y clarificarlas a la luz de los principios de la Palabra de Dios, una pareja estará en una posición mucho mejor para disfrutar estabilidad matrimonial.

e. CBPM provee al pastor-consejero una oportunidad para establecer un programa de seguimiento centrado alrededor de la «verificación de bienestar». El pastoreo efectivo rara vez puede ser practicado usando la vía rápida. El producir y mantener un rebaño saludable es una responsabilidad que demanda el compromiso del pastor por un período extenso de tiempo. Al finalizar las sesiones de consejería prematrimonial, la pareja no está automáticamente graduada de la clase «felices para siempre». Aunque las sesiones les han ayudado a trabajar en algunos asuntos clave y a seleccionar las prioridades bíblicas, necesitarán continuar practicando lo que han aprendido. Esto podría involucrar un considerable esfuerzo y tiempo. Después de todo, eliminar viejos hábitos y aprender nuevos no ha sido jamás tarea fácil. Por esta razón, la pareja podría requerir de un impulso adicional, necesidad que este libro pretende atender al recomendar un programa de seguimiento. De forma general, hay cuatro visitas que deberían agendarse después de la boda: (1) después de 3 o 4 meses del nuevo matrimonio; (2) en el primer aniversario; (3) en el nacimiento del primer hijo; y (4) en el aniversario número cinco. Es en estos importantes puntos de la vida que la gente experimenta estrés. Al estar presente, el pastor-consejero podrá revisar la relación e impulsar a la pareja para que crezca en Cristo.

3. Ventajas para la iglesia. La CBPM ofrece varias e importantes ventajas que pueden fortalecer grandemente la iglesia local.

a. CBPM contribuye a la salud de la vida de la iglesia al ayudar a las parejas a comenzar bien. Las desavenencias matrimoniales dentro de la iglesia local pueden ser una gran carga para sus miembros. Es una verdad básica de la Biblia que cuando un cristiano del cuerpo sufre, todos los creyentes son afectados (1 Co 12:26). El conflicto entre los casados, por ejemplo, causa heridas en las relaciones inmediatas. No solo los hijos experimentan las repercusiones, también lo hacen los parientes y amigos de la iglesia, así como los obreros. También hay otro sentido en el que el cuerpo en general es afectado, un rompimiento matrimonial apunta a la inhabilidad del cuerpo para lograr la restauración (salud). Tal «testimonio» podría servir como un inhibidor de la vitalidad de la iglesia. La CBPM, por su parte, contribuye significativamente para mantener o restaurar la salud de la iglesia local al ayudar a las parejas a ubicarse en la ruta hacia un matrimonio que honre a Dios. Esto se logra a través de una instrucción bíblica personalizada, así como por medio de la guía hacia una efectiva aplicación. Cuando una pareja atraviesa este proceso, la probabilidad de que eviten las caídas que los lleven a una ruptura final disminuye notoriamente, y esto contribuye de forma positiva con la salud del cuerpo.

b. Familias funcionales, impulsadas desde el principio por la CBPM, son una gran reserva de líderes laicos para la iglesia. Muchas iglesias hallan difícil reclutar suficientes voluntarios de su membresía para lograr que la iglesia siga funcionando. Una de las razones, al parecer, es la considerable cantidad de miembros envueltos en luchas contra sus conflictos emocionales y espirituales. Es reconocido a nivel general que cuando alguien está cargado de problemas, la motivación por alcanzar a otros disminuye (Pr 12:25a). Dicho de otra forma, la preocupación por uno mismo va en detrimento del servicio. Muchos de los que luchan en este sentido están involucrados en tensiones matrimoniales o vienen de familias en conflicto. La CBPM puede ser una clave para ayudar a cambiar esta situación por su rol de fortalecer las relaciones dentro del hogar. Como ya se ha aclarado en los puntos anteriores, la CBPM produce matrimonios saludables. Hablando bíblicamente, saludable significa, entre otras cosas, «centrado en otros» (1 Co 10:24; Fil 2:4). Los matrimonios saludables o centrados en otros tienden a engendrar familias saludables. Y los miembros de la familia con tal «enfoque hacia otros» serán una excelente fuente de obreros voluntarios que posibiliten que la iglesia cumpla su llamado.

c. CBPM contribuye a la estabilidad financiera de la iglesia. Dado que la consejería prematrimonial ayuda a la pareja con los temas que complican su relación, no es de sorprender que sus matrimonios sean, usualmente, marcados por un equilibrio mayor al promedio. Esto tiende a trasladarse a una serie de compromisos cumplidos. Uno de estos compromisos es el sostén financiero para la iglesia. Las parejas que han pasado por la CBPM pueden, por regla, ser contadas como aquellas que colaboran con el sostenimiento económico de la congregación. Esto se debe, sobre todo, a que se les ha enseñado los principios bíblicos del manejo del dinero en el transcurso de las sesiones. En segundo lugar, es el resultado de que los compañeros han aprendido los hábitos relacionales que agradan a Dios y engendran armonía en el hogar. Y la inexistencia de estrés y conflictos significa que los esposos tendrán mucho menos que gastar en medicinas, consejeros, drogas, alcohol, etc. El resultado neto será mayor ingreso disponible para ser invertido en la obra del Señor.

d. CBPM inicia un proceso en el que las parejas crecen para convertirse en modelos para otras parejas. Como se discutió en el punto 1, la CBPM permite a las personas apreciar los modelos correctos de roles dentro del matrimonio. La oportunidad para interactuar con esposos que lo «están haciendo bien» es una ayuda invaluable para las parejas involucradas. Por esta razón, las iglesias están advertidas de la necesidad de desarrollar un grupo de individuos que puedan funcionar como modeladores de roles para los futuros esposos. Aunque inicialmente no sea sencillo enlistar las parejas suficientes y que comprendan la naturaleza vital de este énfasis, si la iglesia practica esto consistentemente, este problema será resuelto con el tiempo. La razón es evidente: cuando las parejas reciben ayuda para solidificar su relación al asociarse con modelos significativos para sus roles, llegan a comprender, de primera mano, la importancia de tal interacción. Consecuentemente, muchos estarán deseosos de servir en esta misma capacidad, trasladando a otros lo que ellos mismos recibieron. Pocas cosas son de tanta bendición y fortalecimiento para los fundamentos espirituales y sociales de la iglesia como un grupo de parejas que modelan para otros un matrimonio que honra a Dios.

e. CBPM ayuda a producir matrimonios enfocados en la iglesia. En Mateo 16:18, Cristo promete: «… edificaré mi iglesia». Estas palabras definen la agenda divina para el día de hoy: el establecimiento y desarrollo de congregaciones bíblicas «hasta los confines de la tierra» (Hch1:8). Por seguro, aquello que tuvo tanta prioridad para nuestro Señor Jesucristo debería también tener el primer lugar en nosotros como sus seguidores. Esto implica que los creyentes deberían destacarse por un estilo de vida claramente orientado hacia la iglesia, uno en el que la iglesia local sea objeto de atención y compromiso. La CBPM implementa este enfoque. Ayuda a las parejas a desarrollar un matrimonio sólido y les enseña que la iglesia ofrece asistencia genuina y práctica. En realidad, los dones del Espíritu combinados con una Escritura suficiente proveen a la congregación local de todos los recursos necesarios para atender cada eventualidad en la vida de sus miembros. Tristemente, cuando los creyentes no tienen esta perspectiva y, en su dolor, buscan ayuda en otros lugares fuera de la iglesia, están afirmando de manera implícita que las soluciones reales no se asocian con ella. En contraste, los creyentes que han pasado por la CBPM tienden a desarrollar un mayor aprecio por la iglesia, habiendo experimentado personalmente que es vital y relevante. Los individuos con un enfoque centrado en Cristo fortalecen grandemente la congregación, no solo porque continúan buscando ayuda y dirección allí, sino porque son más aptos para involucrarse en el apoyo a las metas dadas por Dios. Más aún, este nivel de compromiso hace que la práctica del «cambio de iglesia» sea poco probable, problema muy común dentro del ámbito evangélico.

f. CBPM incrementa la efectividad del ministerio de discipulado. Discipulado es un término que describe el esfuerzo de la iglesia por animar a los creyentes a ser seguidores más comprometidos de Jesucristo. Tal propósito, explícito o no, es la fuerza conductora detrás de muchos de los objetivos ministeriales (como los cultos, programas de escuela dominical, grupos pequeños de estudio bíblico, etc.). La CBPM también podría ser considerada como parte integral del énfasis de discipulado de la iglesia, dado que está comprometida con la misma meta. La diferencia con otros aspectos de los programas de la congregación es que la CBPM es una forma concentrada de discipulado. Esto se hace claro al comparar tres de las dimensiones básicas del ministerio: (1) Duración: la mayoría de actividades relacionadas con el discipulado son a largo plazo. La CBPM, sin embargo, asiste a los creyentes por un período limitado de tiempo. (2) Intensidad: como regla, las reuniones regulares a las que asisten los miembros de la iglesia no demandan nada de ellos. La CBPM, por otro lado, insiste en concentración y compromiso completos durante el proceso de consejería, no solo en las sesiones, sino fuera de ellas también. Esto se comprueba en el envío regular de tareas y en el pedido de varias horas de trabajo cada semana. (3) Enfoque: mientras los intentos de discipulado de la iglesia apuntan al progreso espiritual en general (es decir, en todas las dimensiones de la vida), la CBPM se centra en el crecimiento de las relaciones dentro del hogar. Duración, intensidad, enfoque: el efecto combinado de estas tres dimensiones sobre las parejas que reciben consejería prematrimonial es muy significativo para el crecimiento espiritual y está encaminado a la intención final que tiene el discipulado.

g. CBPM contribuye grandemente al bienestar de las generaciones futuras. La intención de Dios para el matrimonio no es solo una relación conyugal comprometida e inviolable, sino además la crianza de descendencia consagrada a Él (Mal 2:15). No hay duda de que las familias disfuncionales tienden a engendrar más familias disfuncionales, una reacción causa-efecto que se puede rastrear por varias generaciones. La iglesia debe hacer todo lo posible para ayudar a las personas a romper esta cadena de infelicidad. Parte de esto consiste en dar a los padres el apoyo necesario para aprender y practicar los principios bíblicos de la crianza de los niños. Ellos deben comprender, sin embargo, que el criar niños consagrados involucra, sobre todo, el establecimiento de un matrimonio verdaderamente cristiano. Es que mientras los padres estén comprometidos con una relación saludable, los hijos disfrutarán de la seguridad necesaria para desarrollar una vida consagrada a Dios. Es muy probable que los niños que toman patrones de vidas dedicadas al Señor, algún día también los pasarán a sus propios hijos. La CBPM contribuye con este propósito de, por lo menos, dos maneras: (1) como ya se ha aclarado, provee la dirección necesaria para que las parejas inicien sus matrimonios correctamente; (2) ayuda a las parejas a pensar en dos temas fundamentales acerca de los niños. El primero, concerniente a la procreación. Es importante para una pareja comprometida estar de acuerdo en el número de hijos que desean tener y en las razones para ello. Esto, inevitablemente, conduce a una discusión en el campo de los métodos anticonceptivos. En segundo lugar, la pareja debe estudiar lo que la Biblia dice acerca de traer hijos al mundo. En la parte cuatro del presente libro, se ofrece ayuda respecto de este tema. Al trabajar en los aspectos presentados, la pareja estará mucho mejor preparada para asumir las responsabilidades de la paternidad. El resultado es que se ubicarán en una mejor posición para cumplir el propósito divino de criar descendencia para Dios.

4. Ventajas para la sociedad. Como se vio en la introducción, la mayoría de los países latinoamericanos luchan con tremendos problemas sociales. A pesar de los programas nacionales e internacionales, muchas de estas dificultades continúan plagando la sociedad. Es la convicción de los autores que una CBPM aplicada de formas efectivas y sobre una amplia base podría ayudar a aliviar estas enfermedades. Dos razones para esto son las siguientes:

a. CBPM produce familias sólidas y bíblicamente orientadas que son una bendición para su comunidad. Una de las secuelas de la ruptura familiar es la creciente confusión respecto a los elementos que logran el éxito en las relaciones interpersonales. Las familias en crisis tienden a ser inestables y son pobres modelos de las características de carácter importantes como la disciplina, la perseverancia y el compromiso. Sin estas cualidades, los hijos a menudo terminan reflejando la inestabilidad que experimentan en sus casas. Esto además los hace más vulnerables a las adicciones, deudas, prisión, ausentismo laboral, hijos ilegítimos, etc. El costo económico de estos problemas es enorme, y el estado se ve obligado a destinar recursos valiosos para el desarrollo del país. Este es un problema significativo, dadas las tremendas limitaciones económicas que, generalmente, resaltan en los países latinoamericanos. La CBPM trabaja en contra de este «drenaje» de los recursos nacionales. Cuando se ofrece ayuda a las parejas para colocar fundamentos bíblicos sólidos para su matrimonio, la probabilidad de que pasen estos principios a sus hijos es muy grande. Estos principios son el centro del desarrollo del carácter, es ser la persona que Dios quiere bajo cualquier circunstancia. Bajo el supuesto de que los hijos tomen posesión personal de tales principios, se convertirán en personas productivas y llenas de recursos que eviten los factores sociales negativos enumerados antes. Tales personas se convierten en una ayuda para la sociedad.

b. CBPM ayuda a la iglesia a ofrecer esperanza al mundo. En una sociedad llena de discordia familiar, es seguro asumir que muchas personas jamás han visto o experimentado ejemplos relacionales positivos. En realidad, la gran mayoría probablemente asumirá que eso no existe. Esta forma de ver las relaciones tiende a reflejarse en las bajas expectativas que uno tiene de sus propias relaciones interpersonales. Y bajas expectativas suelen encaminarse hacia la repetición de ciclos disfuncionales. Esta es una persona que tiene pocas esperanzas de que sus relaciones sean estables, permanentes o satisfactorias, y por ello, poco será el esfuerzo para evitar la desintegración relacional. La iglesia evangélica puede hacer mucho para romper este patrón, multiplicando ejemplos positivos de matrimonios y familias. Y no cabe duda alguna, en este momento, de que la CBPM es el punto de partida más efectivo para esto. Cuando se enseña a las parejas a vivir en respeto, cuidado y amor que caracterizan a un hogar consagrado, la sociedad verá, inevitablemente, sus buenos frutos y glorificarán al Padre que está en los cielos (Mt 5:16). Esto despertará la esperanza en muchos no creyentes, de que ellos también podrían experimentar tales relaciones. Y esto puede llevarlos a la fuente de la transformación personal y relacional: el Señor Jesucristo.

Mientras más parejas experimenten su poder para cambiar hogares, se verán más sus ejemplos a través de toda la sociedad.

Conclusión

Este capítulo intenta demostrar que la consejería bíblica prematrimonial es mucho más que una buena idea o práctica neutral que las iglesias podrían escoger ejercitar o ignorar. Es un aspecto clave del ministerio que se basa en una comprensión teológica sólida del cuidado pastoral. Mucho más, es una herramienta que capacita a la iglesia para que use de la manera más sabia sus recursos, tanto en el presente como para la eternidad. Los autores creen firmemente que el peso acumulado de las ventajas discutidas hace evidente el hecho de que la iglesia no puede permitirse el lujo de no implementar esta herramienta tan importante.

Tres para Estar Listos

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