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Preludio 3

Anotación en un diario personal: Sam (38 años), ministro

1 de enero. Otro Año Nuevo. ¿A dónde se fue el anterior? Caramba. Se está yendo muy rápido. Dieciséis años de ministro ordenado, y me pregunto: “¿Qué sucedió?” ¿Es tiempo para algunas decisiones de Año Nuevo? Sí, ya estuve allí, hice eso. Demasiadas veces. Sigo haciendo las mismas preguntas. ¿Soy yo el único?

Si me comparo a mí mismo con lo que era cuando recién me convertí, es aterrador. Entonces todo era vibrante y fresco. Habría hecho cualquier cosa por Jesús. ¿Y ahora? Bien, sé que el amor cambia, crece, se desarrolla. Sé que no puedo esperar que sea igual. Pero perdí algo. Estoy cansado, a menudo gruñón; sin embargo, mantengo la imagen pública. Sé que Jesús me ama. Pero... ¿qué? Ansío una renovación. Ansío intimidad, un encuentro contigo, Señor, escucha mi llanto. Estoy comenzando a preguntarme si esto es la vida cristiana normal, si así será hasta que muera. Poco cambio y muchos compromisos para mantener.

Señor, por favor, ven y haz algo en mi vida.

Me ofrezco a ti con toda mi…

Confusión

Incertidumbre

Ansiedad

Anhelo

Por favor, encontrémonos.

Por favor, transfórmame.

Por favor, ayúdame.

Amén.