Читать книгу La Santa Biblia - Tomo I - Johannes Biermanski - Страница 24

Una vez se le preguntó a J. N. Loughborough si ya había una primera objeción a la doctrina de la Trinidad. Esta fue su respuesta:

De hecho hay muchas objeciones, pero sólo nos vamos a limitar a las tres más importantes:

Es incompatible con el sentido común.

Es incompatible con las escrituras.

La palabra trinidad no está en ningún lugar de las escrituras. En primer lugar en una inserción al primer Texto de Juan 5:7, se alega claramente que Clarke dice: ”De ciento trece manuscritos falta el ciento doce. Este no aparece en ningún manuscrito del siglo X. Y la primera vez que este texto aparece en griego, se trata sólo de una traducción griega de los acuerdos del Concilio de Lateran, que tuvo lugar en 1215.”

Su origen es pagano y ficticio.

En vez de referirse a las escrituras para probar la existencia de la Trinidad, se nos envía al tridente de los persas, … Es seguro que la comunidad judía no enseñó nada así. El señor Summerbell dijo: “Un amigo que visitó una sinagoga en Nueva York le pidió al rabino una explicación de la palabra “elohim”. Un eclesiástico de la Trinidad que estaba con ellos contestó: “Ahora se refiere a las tres personas de la Trinidad.” Entonces apareció un judío y le dijo que no estaba permitido decir esa palabra allí, y que si lo volvía a hacer se verían obligados a abandonar su casa, pues estaba prohibido decir el nombre de otros dioses dentro de la Sinagoga. “… Fue precisamente por aquellos días que se incorporó la doctrina de la Trinidad, junto con cambios en los iconos y el domingo como día de descanso {Editor: el domingo} sin embargo eso es una nueva formulación de la doctrina persa. Pasarían más de trescientos años tras su incorporación hasta que la doctrina tomara la forma que hoy tiene. Esta fue incorporada el 325… en España el 589, en Inglaterra el 596 y en África el 534.” (extracto)

('The Review and Herald', Battle Creek, Michigan, 5 de noviembre de 1861, 'The Adventist Pioneer Library')