Читать книгу Cuaderno botánico de Flores de Bach - Jordi Cañellas - Страница 8
Оглавление2. Prefacio
Este libro que tenéis en vuestras manos ha sido fruto de algunas causalidades vitales, como casi todo en la vida. Primero, por mi infancia y adolescencia, vivida en gran medida en los bosques de Castellfollit del Boix,en la Cataluña central, mi primer hogar espiritual. También por mi abuelo, buen conocedor de los bosques, las plantas, las setas y la huerta, con el que aprendí a amar los ciclos vegetales, a sembrar, ver crecer y recolectar. De ahí nació la pasión, o se fraguó algo que ya estaba en el crisol de mi alma. De ahí las ansias de conocer. Para aprender de otra manera cursé la carrera de biología y me licencié en las especialidades de botánica y ecología. La botánica para aprender de mi reino favorito y la ecología para tratar de comprender la totalidad en la que vivíamos los vegetales y los humanos. Encontré, en la universidad, algunos maestros, unos por su pasión por la vida vegetal, otros por sus conocimientos inmensos y a la vez sintéticos de la ecología terrestre.
Pero no fue hasta encontrar las Flores de Bach cuando algo se movió en mi interior y se empezaron a fusionar conceptos diversos que durante los años en la facultad habían sido iluminaciones solitarias, discordantes con el pensamiento científico convencional. Con el tiempo mi mirada se ha vuelto cada vez más analógica y he tratado de conectar aspectos aparentemente distintos de la vida de una forma razonada, porque la intuición dice que todo está y ha estado siempre formando una gran totalidad.
Y un día por la noche miro las plantas de nuestra habitación (de mi mujer y mía y por aquel entonces también de unas 40 orquídeas) y les dirijo una pregunta: ¿que simboliza cada una de vuestras partes si las comparamos con el ser humano?; ¿qué tenéis que enseñarnos? Ya no recuerdo bien cuándo llegó la respuesta, a modo de «boomerang», lo que sí sé es que estuve escribiendo algunas horas en una pequeña libreta y que iba tomando cuerpo lo que aquí he llamado código primario. Lo intuido y escrito aún tenía sentido a la mañana siguiente y ahí nació mi deseo de profundizar en la signatura. En ese instante comprendí los años pasados en los bosques, a veces demasiado solo, allí comprendí la pasión vegetal que me domina (a veces también la animal, no crean), y le pude dar un sentido superior a los conocimientos adquiridos en la universidad, maravillarme de la intuición de Bach con cada flor en la que me iba sumergiendo y maravillarme a cada paso porque la belleza de las flores era doble, por lo que mostraban y por lo que escondían, esa energía potencial que hace que abras el corazón al ver florecer la naturaleza y se expanda tu centro hasta ellas, o de ellas al tuyo. Realmente el universo está en un grano de arena, y en una magnífica espina, y en el olor del rosal, y en las semillas de Impatiens que saltan para reclamar su espacio y en el silencio de los hayedos… ¿Comprenden? Sí, ya sé que sí. Lo vi en las caras de las personas que asistieron al Primer Congreso de SEDIBAC-Seflor en 2006 y que escucharon mi ponencia. Vi a muchos terapeutas que asentían con la cabeza porque la signatura es vestir de alma, sacralizar a las plantas, a las flores, que demasiado a menudo tratamos como a objetos. Sí, también los terapeutas florales lo hacemos. Pero las plantas son algo más, las Flores de Bach y todas las demás, son seres sensitivos, evolutivos, en equilibrio dinámico con su entorno y con enormes ganas de participar en el desarrollo de la Tierra y en el desarrollo humano (como ya están haciendo desde hace miles de años), de ayudar y crecer con nosotros. Anhelo que este libro pueda ayudar a recordar nuestra hermandad cósmica con todos los seres y en concreto con el reino vegetal, al que yo particularmente debo mucha de mi felicidad.
Jordi Cañellas Puiggròs
(en Sant Martí de Tous, 2007)