Читать книгу Tratado general de fútbol - Jorge Castelo - Страница 90

• El remate

Оглавление

Definición

Entendemos por «remate» toda acción técnico-táctica realizada por el jugador sobre el balón con el objetivo de introducir el balón en la portería contraria.

Objetivo

El juego del fútbol tiene como objetivo la concreción del gol. Perseguir continuamente este objetivo venciendo la resistencia de la organización del adversario constituye la tarea más importante que todos los jugadores de uno o de otro equipo pretenden cumplir con la mayor frecuencia posible.

Ejecución

Existen seis aspectos fundamentales en la ejecución de las acciones técnico-tácticas de remate:

1. Rematar después de que surja la oportunidad. Los jugadores pierden muchas oportunidades de remate (en cualquier nivel de rendimiento) por las siguientes razones: por buscar un mejor posicionamiento en relación con la portería adversaria, por tener recelo a utilizar el pie dominante, por buscar pasar la responsabilidad a un compañero, por miedo a fallar en la portería y por el contacto físico.

2. Utilizar la técnica más adaptada a la situación de juego. El tipo de ejecución técnico-táctica de remate depende de la trayectoria del balón (rasa o alta), de la distancia a la portería (necesidad de emplear mayor o menor potencia sobre el balón) y de la posición del portero (colocado en el centro de la portería o desplazándose en dirección al atacante).

3. Rematar a partir de ángulos eficaces. Los remates ejecutados con ángulos reducidos necesitan procedimientos técnicos más complejos y precisos. De hecho, la eficacia del remate se modifica en relación con el ángulo con el que se puede ejecutar el remate.

4. Rematar raso y fuera del alcance del portero. Las acciones técnico-tácticas de remate más eficaces son normalmente las que se dirigen hacia el poste más alejado de la posición del portero, es decir, fuera del alcance del mismo. De ahí la necesidad de seleccionar el área de la portería más vulnerable y rematar con una trayectoria rasa con el objetivo de forzar al portero a que se mueva de su posición de base para defender el balón.

5. Crear el espacio para rematar. Las aglomeraciones de jugadores en las inmediaciones de la portería son frecuentes y no facilitan, en estas circunstancias, la ejecución del remate. De hecho, los atacantes deben ejecutar desplazamientos ofensivos de ruptura para desorganizar y «arrastrar» a los defensas hacia otras posiciones menos eficaces, y, de esta manera, crear el espacio suficiente al compañero que posee el balón para que pueda tener tiempo y espacio para rematar.


6. Desplazarse inmediatamente después del remate. Muchos goles se consiguen debido a las paradas incompletas de los porteros, quienes, al intentar evitar que el balón entre en su portería, lo desvían hacia un espacio frontal del juego, exponiéndose fácilmente a un nuevo remate (menor distancia, mejor ángulo y menor organización defensiva).

7. Existen tres situaciones en las cuales los jugadores no deben rematar: cuando el adversario está tan cerca que bloqueará la trayectoria del balón, cuando la distancia es tan grande que el porcentaje de éxito resulta inaceptable y cuando el ángulo de remate es muy reducido.

Tratado general de fútbol

Подняться наверх