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Universidad Aeronáutica en Querétaro vii La esencia

Sin duda que una parte fundamental de las organizaciones son las personas, quienes las operan, las cuidan, las proyectan y les ponen un sello característico. Lo que las hace únicas es el clima organizacional y sus resultados, que invariablemente son un reflejo de dichas personas, por lo tanto su adn, esa esencia que caracteriza a las instituciones educativas se impregna en todo aquello que la involucra, en sus logros, en sus egresados y por supuesto en su historia.

Cuando encomendaron a un servidor la tarea de modelar el organismo que hoy se conoce como unaq, procuré imprimir en tal paradigma que se creaba mi propia experiencia y visión crítica como estudiante universitario, mis peripecias como profesor y directivo académico en una institución de educación superior igualmente pública y, sobre todo, intenté visualizar una institución con base en los mejores ejemplos existentes en el momento de la concepción, tanto públicos como privados, nacionales y extranjeros.

En dicho modelo, la pertinencia de las formaciones, ya sea técnicas, universitarias o de posgrado, no sólo debía ser evidenciada desde el diseño curricular propiamente dicho, sino en cualquier momento de la ejecución de los programas educativos, en la infraestructura y sobre todo en la implementación de una realidad educativa que desarrollara competencias y habilidades para formar profesionales e investigadores para un sector altamente especializado y global. Las implicaciones de la pertinencia debían ir más allá de únicamente gestionar adquisiciones, donaciones específicas o laboratorios fuera de lo tradicional; en la realidad han significado entre otras cosas, la ejecución de procesos administrativos, logísticos y de fiscalización, también fuera de lo tradicional, actuando en ocasiones como ente privado, pero siempre dentro del marco normativo; en el equipo de trabajo esto lo describimos simplemente como la voluntad de hacer que las cosas sucedan, lo mismo en los aspectos netamente técnicos que en los eventos y celebraciones que acogemos, o en la recepción y atención a visitantes, por mencionar sólo algunos.

También en el trayecto edificador de nuestra organización se ha impregnado un paradigma que estoy seguro de que cualquiera que ha emprendido un proyecto de gran calado ha encontrado en el camino, me refiero a recibir la ayuda y el apoyo de otros. La necesidad de recibir apoyo y colaboración por parte de un sinnúmero de personas y organizaciones nacionales y extranjeras que han sumado sus capacidades, su cariño, su confianza y su pasión a nuestra institución, han conformado uno de los grandes valores de nuestra universidad, la colaboración. Cuando la unaq comparte y colabora, de mil y un maneras, no sólo lo hace con sus manos, su infraestructura o sus capacidades, lo hace con el corazón. Para nosotros, colaborar no está asociado a la importancia, antigüedad o interés específico de quien se acerca a nuestra institución o de quien toca a su puerta; colaborar para nosotros significa ofrecer a la unaq como su casa, y como cualquiera que ofrece su casa, ofrece oportunidades, retos y crecimiento mutuos.

No podría obviar uno de los grandes valores que caracterizan la esencia de nuestra organización educativa: la visión con sentido. Para la unaq transformar sus ideas en proyectos y realidades es la suma del planteamiento de objetivos con pertinencia, con voluntad por que las cosas sucedan y sobre todo con amplio sentido de colaboración e impacto institucional y sectorial.

En resumen, la pertinencia con visión y sentido social llevada a la realidad, es el resultado de hacer que las cosas sucedan mediante la colaboración sin fronteras, esa es nuestra esencia. ¶

1 de diciembre de 2017

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