Читать книгу Psicofonías. El enigma de la transcomunicación instrumental - José Ignacio Carmona Sánchez - Страница 13
FACTORES TÉCNICO-AMBIENTALES A TENER EN CUENTA
ОглавлениеAlgunos experimentadores, que a su vez son técnicos y radioaficionados como César Pachón, han creído hallar explicaciones alternativas para determinados sucesos ligados a las psicofonías.
Por ejemplo, hacen mención a cómo, debido a la velocidad de la luz (finita), es posible observar una estrella en tiempo presente desde nuestra posición, cuando realmente ha podido desaparecer hace millones de años. Así, es posible recoger excepcionalmente contactos de radio vía HF con un retardo de más de ochenta horas. Descartando que la señal de radio esté dando vueltas a la tierra por los caminos convencionales (rebote tierra-ionosfera) y conociendo la potencia y la frecuencia con la que estamos transmitiendo, podemos deducir cuántos rebotes se han producido en atención a la pérdida total de potencia y el tiempo que ha tardado la onda en alcanzar de nuevo a la antena inicial. Los receptores no tienen la suficiente sensibilidad, ni la necesaria relación señal/ruido, para recibir lo poco que queda de la emisión original.
De otra parte, puede suceder excepcionalmente que los componentes de los soportes funcionen como antena, o que en determinadas técnicas, como la transradiocomunicación, se nos cuelen emisiones convencionales a través de los módulos de amplificación. El mismo «padre» de las psicofonías, Konstantine Raudive, confundió en más de una ocasión las emisiones de Radio Luxemburgo con voces paranormales.
Lo cierto es que es posible explicar muchas de las hipotéticas voces paranormales con argumentos parecidos. Al analizar estas hipotéticas voces directas de radio obtenidas mediante la técnica de la transradio (interaccionar un grabador con un aparato de radio), se ha verificado que un número significativo de ellas responden a una errónea desmodulación de la señal recibida.
Por otra parte, es muy común observar cómo, en un recinto de apenas unos metros cuadrados, un equipo formado por un número elevado de personas despliega una batería de equipos más propios de una película de ciencia ficción. Lo que aparentemente pretende ser una mayor garantía, termina por convertirse en desaconsejable por razones prácticas. El excesivo concurso de aparatos (las más de las veces inservibles), unido a la extrema sensibilidad de los mismos, genera ruidos parásitos y contribuciones suficientes para que sea imposible afirmar como extraordinario lo que en el 90% de los casos debería producir sonrojo. Me pregunto si no es mucho más sencillo restringir el número de participantes a los necesarios y operar con aparatos de calidad aceptable pero con criterios estrictamente funcionales.
Konstantine Raudive, considerado «padre» de las psicofonías, con fundió en más de una ocasión las emisiones de Radio Luxemburgo con voces paranormales.
Una investigación parapsicológica en toda regla conlleva el uso de aparatos especializados supervisados por físicos, capaces de localizar y evaluar variantes tan minuciosas como la presencia o no de agentes biológicos (ratones, termitas), el diseño geo-sísmico anómalo de una estructura que pueda generar resonancias, las perturbaciones dinámico-acústicas de la red doméstica, y un largo etcétera, pero toda esta instrucción ha de realizarse previa a la experimentación psicofónica.
En un estudio pormenorizado de un habitáculo, podemos hallar explicación a hipotéticas voces en la presencia de ruidos de origen higroscópico (la humedad dilata las fibras de la madera, pongo por caso), de tensiones térmicas, o de corrientes subterráneas, por no hablar de infinidad de sonidos que escapan a nuestro espectro auditivo. Además, el hecho de llevar a cabo las experimentaciones en escenarios no convencionales (como exteriores e interiores iconográficamente ligados a lo tenebroso), genera al mismo tiempo un estrés que nos hace pasar por alto todos estos ruidos.
Muchas palabras o sonidos son tomados como voces paranormales, pues al no permanecer absolutamen te callados y movernos en el campo de acción del micrófono, los susurros, y ruidos generados por la sim ple acción de nuestros movimientos, alteran su reso nan cia. Sucede que, por la conformación del habitáculo y atendiendo a los distintos materiales empleados en su construcción, esos sonidos se convierten en inquietantes «ilu siones fónicas» debido a su reflexión natural. Respecto a los pretendidos «mensajes», un simple carraspeo, un sencillo roce o un ruido de tripas adquieren la categoría de voz en el mismo momento en que alguno de los presentes improvise un contenido ilusorio. Obviamente, el hecho de no haber oído nada extraño, incluso por más de una persona, no está en contradicción con la extrema sensibilidad de los micrófonos.
Una de las características de las psicofonías y por ende de la fenomenología paranormal es lo que viene a llamarse el paradigma sensorial o pareidolia. Nuestra mente, al recibir una información incompleta a tra vés de los sentidos, tiene una tendencia natural a completarla buscando modelos o patrones almacenados. No obs tante, intentar reducir el fenómeno solo a es ta explicación es tan absurdo como no tenerla en cuenta.
Seamos claros, aproximadamente un 95% de las supuestas voces se explican en el contexto anterior, su credibilidad se reduce a la honestidad de la fuente y a la mayor o menor cautela que afirmemos haber tomado durante la experimentación. Lo cual, como hemos visto, no solo no es suficiente, sino que termina por volverse en contra del propio fenómeno.