Читать книгу Psicofonías. El enigma de la transcomunicación instrumental - José Ignacio Carmona Sánchez - Страница 18
¿QUÉ NOS CUENTAN LAS PSICOFONÍAS?
ОглавлениеCabe resaltar su semejanza con comportamientos humanos ordinarios. A veces, departimos distendidamente a micrófono abierto y surgen las voces participando como uno más de la conversación. Saludan, nos llaman por el nombre, e incluso hacen bromas sobre nosotros. Recuerdo una voz que al hacer yo referencia a que había olvidado traer más baterías, apuntó en tono fastidioso: «pues vaya». Esta particularidad es la que más suelo recoger en mis grabaciones, pequeñas e insignificantes constataciones que en absoluto ayudan a revelar nada extraordinario sobre ellas mismas o la constitución de su mundo.
Confieso que en un primer momento ese detalle me hizo pensar en una simple proyección de nuestros pensamientos durante la experimentación pero, a medida que vas profundizando en el fenómeno, vas advirtiendo que esas voces tienen su autonomía y te desvelan informaciones desconocidas por ti, e incluso hacen guiños sobre aspectos velados de tu propia intimidad. Recuerdo una experiencia en el monte de Ancos, en un alto desde donde se domina la ría de Ferrol. Era una mañana cualquiera en la que decidí improvisar una grabación, y me acompañaba mi hija, que por entonces contaba apenas tres años. Mientras ella permanecía jugando por los alrededores, una voz muy desagradable se grabó diciendo repetitivamente «no existen..., no existen». Por entonces mi hija estaba en la época de los terrores nocturnos, y esa frase era la que le repetíamos para darle tranquilidad, solo que en aquella ocasión la desconocida causa paranormal imprimía un tono entre irónico y malintencionado. Era una voz de hombre grave y transmitía no poca inquietud.
Otra vez me dirigí a Santa María de Melque, una antigua iglesia visigótica que más tarde fue templaria y que, por entonces, estaba en estado de semiabandono. Para situar al lector diré que el lugar estaba en medio de la nada. Después de intentar infructuosamente grabar durante un par de horas, en el último arrastre de la cinta superponiéndose al sonido de nuestros pasos sobre el piso empedrado, se advierte una voz que parece dirigirse a otro invisible interlocutor diciéndole: «pss, cuidado que vienen». Completamente estremecedor si pensamos en qué o quién podía ser consciente de nuestra presencia y nuestros movimientos, permaneciendo allí callado, limitándose a observarnos. Figuradamente es como si aparte de nosotros dos, de carne y hueso, allí hubiesen al menos otros dos seres invisibles tan ciertos como nosotros mismos.
Es curioso, cuando empiezas a familiarizarte con experiencias como aquella, conforme pasa el tiempo se establece una sutil relación entre los comunicantes y el experimentador. Una vez me hice acompañar por unas personas, a una de las cuales tuve que llamarle la atención porque tenía el teléfono encendido. Este me dijo que había sido un descuido. No obstante, más tarde, en mi casa al procesar la grabación, la sensibilidad del micrófono delató que había otro interlocutor al otro lado del aparato curioseando con la experiencia. Lo sé porque una voz paranormal, en el preciso instante en que aquel personaje se excusaba, apuntillaba: «cuidado... te está engañando». No solo es reseñable que el mensaje fuera tan claro, sino que emplease la segunda persona, ¿cómo sabía que entre los presentes su mensaje acabaría siendo oído solo por su destinatario, en este caso yo?
Relato estas pequeñas anécdotas porque en mi experiencia son las que representan más gráficamente el fenómeno. Que nadie imagine largas y fluidas conversaciones, generalmente hay un poco de trampa por parte de ciertos experimentadores al respecto. El hablar de comunicaciones en relación a las psicofonías, no es otra cosa que hacer referencia a mensajes telegráficos del tipo pregunta-respuesta que muy excepcionalmente pueden llegar a ser locuciones largas.