Читать книгу La primera vuelta al mundo - José Luis Comellas García-Lera - Страница 9
UN NAVEGANTE PORTUGUÉS Y UNA RUTA ESPAÑOLA
ОглавлениеTranscurrieron unos años poco definidos. En España, los problemas ultramarinos quedaron hasta cierto punto relegados por los problemas internos. Es posible que la reina Juana, ya viuda de Felipe el Hermoso, estuviera menos loca de lo que se decía, pero era evidente que no tenía la energía y el talento ncesarios para hacerse con el poder. El heredero era su hijo, Carlos de Gante, que residía en Flandes, y que tenía a la sazón más deseos de llegar a emperador de Alemania —y, por dignidad simbólica el más respetable monarca de Europa— que rey de España. Con todo, para entronizarle en Castilla y Aragón era preciso esperar a su mayoría de edad. El regente, cardenal Cisneros, era un hombre anciano, pero inteligente y enérgico. Hubo de esforzarse en contener los deseos de la nobleza que deseaba recuperar parte del poder perdido bajo el dominio de la poderosa y bien organizada monarquía de los Reyes Católicos, y apenas tuvo tiempo de ocuparse de América. Es más, la misión de los Jerónimos para informar de la situación de las Indias fue desfavorable, en cuanto que los colonos solo pensaban en su provecho y no en la evangelización de las nuevas tierras, que tampoco hasta entonces habían rendido en la medida que se esperaba. Llegó a proponerse el abandono militar y político del Nuevo Mundo, para mantener solo la labor misional. Cuando llegó el nuevo monarca, Carlos I, un joven de 17 años, que soñaba en imperios y hazañas caballerescas, fue replanteado el tema de qué cabía hacer con las inmensidades del Nuevo Mundo, la posibilidad de su conquista y de su colonización, sin abandonar la misión evangelizadora. Por otra parte, muchos colonos estaban descontentos por el ambiente que les rodeaba en las tierras descubiertas por Colón. No había llegado el momento de conocer las posibilidades inmensas de América, algunos hablaban de «tierra de perdicion», y parecían dispuestos a regresar. Aun no existía un plan concreto sobre América y la tarea que se imponía a España, cuando llegó un hombre con ideas enormemente sugestivas sobre la posibilidad de llegar todavía más lejos que el Nuevo Mundo.