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Los colegios ingleses, el tiempo de los gentlemen

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Se ha visto ya que la práctica moderna del fútbol en Gran Bretaña se inició en los colegios secundarios. El mismo esquema se repetiría en los colegios ingleses de todo el mundo, y obviamente también en Uruguay.

En 1874 se creó en Montevideo The English High School, que inicialmente estuvo a cargo de Henry Castle Ayre. Con el paso de los años se organizó siguiendo las líneas de la English High School de Buenos Aires, cuyo director es considerado el introductor del fútbol en Argentina: Alexander Watson Hutton. Ayre fundó en su colegio un espacio para el sport: el Montevideo English High School Junior Cricket and Athletic Club. En sus cuadros docentes se encontraba William Leslie Poole, quien arribó en 1885 a Montevideo para desempeñarse como profesor de inglés, actividad que continuaría hasta 1920. Poole era un sportsman ejemplar. Incursionaba en fútbol, remo, críquet y rugby, y llevaba a sus alumnos a practicar estos deportes a Punta Carretas. En 1885 se fundó The British School, bajo la dirección de Thomas J. Ashe, quien también propulsó el deporte de acuerdo con los métodos pedagógicos en boga en su país.

Este modelo educativo de los británicos trataba de imprimirle al deporte los valores éticos que se atribuían a los nobles. Un ejemplo de estas ideas lo brinda Alexander Watson Hutton, al referirse al objetivo de su escuela, en una entrevista de 1899 que recoge Julio David Frydenberg:

En una escuela selecta […] las faltas de carácter y conducta […] traen como consecuencia la inmediata expulsión. Merece la atención especial la formación del carácter de los alumnos y cada uno de ellos individualmente es merecedor de la fiscalización del Rector. [No se pretende] formar sabios, sino hombres capaces, con nociones precisas de la caballerosidad y de la hidalguía; gentlemen, en una palabra. Ese es el espíritu del English High School.

También algunos jóvenes montevideanos conocieron el fútbol directamente en Gran Bretaña. Esto les sucedió a dos de los hijos de John Sardeson, contador del Banco de Londres, Buenos Aires y el Río de la Plata. Juan y Enrique habían sido enviados por su padre a Londres a estudiar contabilidad con un familiar.

El escribano Carlos Sturzenegger recordaría con nostalgia en 1911 los partidos que se jugaban en Punta Carretas. El público era escaso, pero «cultísimo y compuesto de verdaderos amateurs […] que estimulaba a todos los jugadores, ya fuesen propios o extraños, [como las] tripulaciones de naves inglesas». Terminaría su evocación señalando las muestras de afecto y camaradería entre los circunstanciales rivales al final del encuentro.

Orígenes y desarrollo del fútbol en el Uruguay

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