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Maradona y el Frente de Todos

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El Frente de Todos es la coalición política gobernante en Argentina. Ganó las presidenciales de 2019 con la fórmula Alberto Fernández (presidente) y Cristina Fernández (vicepresidenta), derrotando en las urnas al ex presidente Mauricio Macri y su partido de derecha, Cambiemos, ganando en 18 de los 24 distritos electorales del país, incluyendo la provincia de Buenos Aires con la dupla Axel Kiciloff (gobernador) y Verónica Magario (vicegobernadora).

En el Frente de Todos conviven varios sectores políticos: el Partido Justicialista (PJ), el Kirchnerismo, liderado por Cristina Fernández y La Cámpora, el Frente Renovador, de Sergio Massa, el Movimiento Evita, el Movimiento Nacional Alfonsinista, liderado por el diputado Leopoldo Moreau, el Partido de la Concertación FORJA, de Gustavo López, el Partido Socialista de Buenos Aires, liderado por Jorge Rivas, el Partido Solidario, de Carlos Heller, entre otras fuerzas políticas.

El Frente asumió en diciembre de 2019 con el desafío de reconstruir un país devastado como consecuencia de las políticas liberales y colonialistas que implementó el gobierno de derecha de la coalición de Cambiemos encabezado por Mauricio Macri, parte del partido radical, la Coalición Cívica, algunos Ceos-gerentes del empresariado argentino, sostenido por los grandes medios de comunicación concentrados como los Grupos Clarín y La Nación y un sector del Poder Judicial.

Cuatro años (2015-2019) en los que la Argentina perdió soberanía política y económica con un endeudamiento inédito por un préstamo ilegal otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para sostener la reelección de Macri, miles de pequeñas y medianas empresas cerradas con miles de despedidos y desocupados, una economía atada de pies y manos por el libre mercado y la fuga de capitales y la timba financiera, un tejido social quebrado en los sectores medios y bajos, lo que produjo más desigualdad, pobreza e indigencia.

Además de intentar recomponer un país arrasado, el Frente de Todos desde marzo de 2020 lucha y da batalla contra un enemigo invisible y poderoso, el virus Covid-19, en un contexto de pandemia mundial. Fue necesario reconstruir el sistema sanitario público nacional cuyo Ministerio había sido degradado por el macrismo a rango de Secretaría, con pérdida presupuestaria, faltantes de distintas vacunas, entre otras cuestiones de salud que fueron perjudiciales para el conjunto de los argentinos. La pelea del gobierno actual sigue siendo contra los mismos factores de poder que aplauden gobiernos reaccionarios o dictaduras cívico-militares, como los medios de comunicación masivos Clarín y La Nación, parte del Poder Judicial, el empresariado argentino con poder y capital multinacional, y una oposición que no expresa sensibilidad alguna por el bienestar colectivo.

El Frente de Todos entusiasmó a Diego Armando Maradona, quien desde su fundación brindó todo su apoyo por el afecto y respeto que le tenía tanto a Cristina Fernández como a Alberto Fernández. En ellos, Diego volvió a encontrar la expectativa del resurgimiento del país.

Diego tuvo su último encuentro con un presidente peronista (Alberto Fernández) el 26 de diciembre de 2019. Allí hablaron de fútbol y política y también fue su última aparición desde el balcón de la Casa Rosada con una réplica chica de la Copa del Mundo obtenida en el Mundial de México 86.

La jornada —que comenzó al mediodía— tuvo dos instancias. Una en el comedor presidencial, en la que participaron, además del primer mandatario, los ministros del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; de Economía, Marín Guzmán, de Deportes y Turismo, Matías Lammens, el subsecretario General de la presidencia, Miguel Cuberos, y los abogados de Maradona, Víctor Stinfale y Matías Morla. La otra ocurrió en el despacho presidencial.

Así lo recuerda el presidente Fernández:

Aquel mediodía de fines de diciembre de 2019, cuando Diego vino a visitarme a la Casa Rosada, fue un momento muy especial. Recordaba los comienzos de Maradona en la primera división del club Argentinos Juniors, del que soy hincha, cuando un día, siendo yo también un adolescente, me acerqué y le pedí un autógrafo que aún tengo guardado.

Cuando nos juntamos en el despacho presidencial, conversamos de fútbol y política. Nos intercambiamos camisetas de Argentinos, Gimnasia Esgrima de La Plata y la Selección Nacional y profundizamos sobre el Consejo Federal Argentina contra el Hambre que hacía muy poco habíamos lanzado oficialmente. Diego siempre fue un hombre comprometido con las causas populares y los más humildes. Nunca olvidó su condición de clase. De aquel encuentro surgieron inquietudes y muchas ganas de seguir trabajando por un país más justo e igualitario y Diego estaba muy entusiasmado en aportar su granito de arena”.

Luego de aquel encuentro, Maradona publicó, en su cuenta oficial de Instagram:

Hoy tuve el privilegio de ser recibido por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la Casa Rosada. Algunos están inquietos y en desacuerdo con mi visita. Pero no se preocupen muchachos, no le pedí nada para mí. Hablé en nombre de los más necesitados, para que, en este momento tan complicado, todos podamos comer y trabajar.


En el despacho presidencial con Alberto Fernandez, diciembre, 2019 (gentileza Víctor Bugge).

En mayo de 2020, en plena pandemia por el coronavirus, Maradona, entonces técnico del club Gimnasia Esgrima de La Plata, mantuvo una breve entrevista vía Zoom con la periodista Alejandra Malen para minutouno.com, luego reproducida por la señal de noticias C5N, donde destacó la labor del presidente de la Nación desde que reemplazó en el cargo a Mauricio Macri: “Alberto Fernández arrancó diez mil puntos y ahora está en cien mil. Tiene que sacar de la pobreza a la gente. Darle un pan. ¿Estos ladrones no podían haber robado un poco menos para darle a la gente? Lo de Macri no es de ahora, ya venía de familia”, comparó el histórico 10 de la selección argentina quien era afiliado al Partido Justicialista (PJ).

También aprovechó para declararse a favor de un aporte solidario de las grandes fortunas:(1) “En este país hay ricos y pobres. El que tiene se la guarda y el que no pide por la calle. Estoy a favor de su aplicación. Totalmente. Hay que equiparar las cosas”.

Al cierre de la charla, redobló la apuesta: “que no nos pongan piedras en el camino. Con la jefa, y ahora el jefe, no se jode. Están haciendo las cosas maravillosamente bien. No nos olvidemos de Axel Kicillof que está laburando bien. El presidente tiene las pelotas para enfrentar lo que haga falta. Si lo sabré yo que las mafias existen”. Diego Armando Maradona soñaba con un país más justo y lo veía posible en el partido peronista y en la conducción de Alberto y Cristina

Víctor Hugo Bugge retrata al poder desde hace 43 años, y por su lente pasaron los momentos más emblemáticos de nuestra historia reciente: la última dictadura cívico-militar con Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone; la visita del Papa Juan Pablo II; la vuelta de la democracia con Alfonsín; Diego Maradona desde el balcón de la Casa Rosada mostrando la Copa del Mundo al pueblo argentino; los levantamientos carapintadas; La Tablada; la llegada de Carlos Menem; el Pacto de Olivos; la Alianza; el helicóptero de Fernando de la Rúa; la presidencia de Néstor Kirchner; su muerte; las dos presidencias de Cristina Fernández; al Papa Francisco en el Vaticano; la asunción de Mauricio Macri y de Alberto Fernández. Su cámara también dejó inmortalizadas a personalidades mundiales como Frank Sinatra, Michael Jackson, los Rolling Stones, Nelson Mandela, Fidel Castro, la Reina Isabel II, la Princesa Diana, Pelé, entre muchas otras.

Bugge se inició en el oficio a los 17 años y a los 20 comenzó a trabajar como reportero gráfico en la editorial Codex. Luego llegó al diario La Nación, donde trabajaba su padre, Miguel Bugge (que también estaba acreditado en la Rosada) y a la editorial Atlántida. A los 22 comenzó su misión de retratar a los ciudadanos que llegan al poder y en ese entonces se encontró con otra leyenda de la imagen, el paraguayo Higinio González que trabajaba como subjefe en la Oficina de Prensa. A partir de ese momento, Víctor Bugge —y su cámara— fue un auténtico testigo privilegiado de la historia. Retrató los acontecimientos más trascendentales tanto a nivel nacional como internacional que hoy son archivos de incalculable valor histórico.

Bugge capturó la imagen de Maradona en decenas de oportunidades junto a distintos mandatarios como Alfonsín, Menem, De La Rúa, Néstor, Cristina y Alberto. La relación con Diego era exclusivamente en la Casa Rosada, aunque pareciera que eran amigos de toda la vida por el respeto y cariño que se profesaban mutuamente.


Diego besa la Copa del Mundo ganada durante el Mundial de Mexico 86, junio de 1986 (gentileza Víctor Bugge).

Aquí recuerda cómo conoció a Maradona, y cuenta cómo fue la noche que lo retrató con la Copa del Mundo de México 86 en el Balcón de Casa de gobierno durante el gobierno de Raúl Alfonsín y cómo lo volvió a retratar en ese mismo balcón cuando Diego visitó al presidente Alberto Fernández en diciembre de 2019:

La vida de Diego Maradona me une a mis comienzos como fotógrafo. Yo trabajaba para la editorial Codex que publicaba la revista La Deportiva que, de alguna manera, competía con El Gráfico. Allí llegué por medio de mi padre, Miguel Bugge, histórico reportero gráfico que había pasado por el diario Crítica de Natalio Botana, Democracia, La Nación, entre otros medios. En La Deportiva estaba como jefe de Fotografía Oscar Conesa y en 1977 fue uno de los que me envió a cubrir los partidos de Argentinos Juniors para que siguiera al Diez, al distinto, a Maradona. Quiero aclarar que mi papá fotografió a Diego en distintas oportunidades cuando todavía no había debutado en la primera del Bicho y en los partidos profesionales hacía una especie de exhibición, haciendo jueguitos y dando vuelta a la cancha sin que se la cayera el balón para asombro del público tanto local como visitante. Entonces comencé a seguir los partidos de Diego y lo retraté muchas veces. Recuerdo en 1977 haber visto un gol de leyenda contra Huracán en la cancha de Parque de los Patricios, donde eludió a medio equipo del Globo (Ardiles, Flores, Leone, Longo, Fanesi) y luego de dejar atrás al arquero Baley, le hizo un caño al experimentado Jorge Carrascosa, quien por ese entonces era el capitán de la Selección Argentina de Menotti, para sellar su obra de arte. Todo el estadio aplaudió durante unos minutos aquella jugada de un partido que el equipo de Diego ganó 3 a 0. Un gol de leyenda, como nueve años después les haría a los ingleses en el Mundial de México 86.


Junto a su amigo, el fotoperiodista Víctor Bugge en la Casa Rosada, diciembre, 2019 (gentileza Víctor Bugge).

En 1979, ya como fotógrafo de Casa de Gobierno, lo vuelvo a retratar cuando trajo la Copa obtenida en el Mundial Juvenil de Japón, junto al equipo dirigido por César Luis Menotti. Fue en el Salón Norte todos formados en fila, representativo de aquella época militar encabezada por el general Jorge Rafael Videla. Un detalle a tener en cuenta fue que ese mismo día la Junta Militar había convocado a la gente a la Plaza de Mayo para opacar la presencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA) que estaba investigando las violaciones a los derechos humanos en el país.

Uno de los momentos más emocionantes fue cuando el presidente de la democracia, Raúl Alfonsín, invitó a la selección argentina de Carlos Bilardo campeona mundial de México 86 a la Casa Rosada para homenajearlos. En el Salón Blanco, el presidente le entregó la Copa a Diego y le dijo que la Plaza de Mayo estaba colmada y que si quería ir al balcón para saludar a todo ese pueblo feliz. En ese momento fue todo un caos por la emoción, funcionarios y otras personas estaban eufóricos por tocar a Maradona. De repente, lo agarro a Diego y le digo que me acompañe y nos metemos por una puerta lateral para poder “salvarlo” por unos minutos de la embestida de todo tipo de personajes. Salimos por un pasillo y fuimos a lo que hoy se denomina Salón Evita y llegamos hasta el balcón. Cuando Diego apareció con la Copa, la gente se enloqueció de alegría y emoción. Allí Diego con el furor de hincha que lo caracterizaba arengó a toda la plaza y en un momento que comenzó a revolear la copa le digo que la bese. Me tocó el privilegio de poder retratar e inmortalizar esos momentos mágicos e inolvidables.

Con el presidente Carlos Menem, Diego tuvo una relación intensa, de idas y vueltas. También los pude retratar en distintos momentos. Se reconciliaron luego de que Carlos Juniors, el hijo de Menem falleciera en un accidente de helicóptero en marzo de 1995.

Cuando Diego visitó al presidente Alberto Fernández el 26 de diciembre de 2019, registré con mi cámara su visita, su salida al balcón y el saludo a quienes lo observaban desde la Plaza de Mayo. Había charlado con un colaborador suyo unos días antes y le dije que quería recrear la foto que le había sacado en el 86 cuando lo fotografié besando la Copa en el balcón.

Cuando nos reencontramos ese día 26, me agarró de la mano y me dijo que no lo suelte hasta llegar al despacho de Alberto. Fue una muestra de afecto que me sigue emocionando. Después de hablar con el presidente durante un largo tiempo, me volvió a tomar de la mano y me llevó hasta el balcón y repetimos aquella escena de que habían pasado 33 años. Rememorar ese momento y repetirlo fue muy fuerte para mí y me lo había regalado una vez más el Pelusa. Es una foto impresionante desde el punto de vista fotográfico porque hice lo mismo que en el 86. Fue uno de los grandes días vividos dentro de la Casa Rosada, como lo fue en el 86 y gracias a la generosidad de Diego.

La nota de color quizá sea la mini réplica de la Copa del Mundo que compré en Mercado Libre, muy barata, y no pensaba que iba a terminar en las manos de Diego (aunque cuando la vio puso cara como diciendo “¿qué me trajiste?”), y en ese lugar emblemático de la Casa Rosada, el balcón de Perón, donde se marcan los latidos de la política. Ese día le dije a Diego que ahora era el dueño del balcón de la Casa de Gobierno, porque sus alegrías y tristezas unieron a los argentinos de cualquier ideología, raza o credo. Eso también lo hizo un personaje mítico y quizás irrepetible.

Lo último que hicimos en esa jornada con Diego tiene una simbología muy fuerte, fue cuando él tomó mi cámara Nikon que está bendecida por el Papa Francisco y me sacó una foto. Otro momento increíble junto al más grande.


Retratando a Víctor Bugge con la cámara del fotoperiodista. Casa Rosada, diciembre, 2019 (gentileza Víctor Bugge).

1. El Aporte alcanzó a aquellas personas humanas y sucesiones indivisas residentes en el país por la totalidad de sus bienes (en Argentina y en el exterior) y a las personas humanas y sucesiones indivisas no residentes, por la totalidad de sus bienes en el país. La norma prevé el cobro, por única vez, de una tasa de entre el 2 y el 3,5% a los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado más de $ 200 millones.

La ley estipula que la asignación de los fondos recaudados por el Aporte se realizará de la siguiente manera: a) Un 20% a la compra y/o elaboración de equipamiento médico, elementos de protección, medicamentos, vacunas y todo otro insumo crítico para la prevención y asistencia sanitaria; b) Un 20% a subsidios a las micro, pequeñas y medianas empresas, con el principal objetivo de sostener el empleo y las remuneraciones de sus trabajadores; c) Un 20% destinado al programa integral de becas Progresar, para reforzar este programa que acompaña a las y los estudiantes con un incentivo económico y un importante estímulo personal en todos los niveles de formación durante su trayectoria educativa y/o académica; d) Un 15% para el Fondo de Integración Socio Urbana, enfocado en la mejora de la salud y de las condiciones habitacionales de los habitantes de los barrios populares; y e) Un 25% a programas y proyectos que apruebe la Secretaría de Energía de la Nación, de exploración, desarrollo y producción de gas natural.

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