Читать книгу Viaja conmigo a Ítaca - Julio Marco Barroso - Страница 25
ОглавлениеII: Definiciones, evolucion y tipos
La Historia apunta a los siglos XV y XVI, cuando la ciudad húngara de Kocs se hizo popular por los carruajes que fabricaba, pues eran los únicos provistos de suspensión para viajar. A este nuevo carruaje le pusieron el nombre de «kocsi sceker». El término «kocsi» pasó al alemán como «kutsche», al italiano como «cocchio» y al español como «coche». Pronto se popularizó su uso por toda Europa. Es así como la palabra «coach», derivada de «coche», acabó definiendo el medio que cumplía la función de transportar personas de un lugar a otro.
Eso es lo que hace el coaching: transportar personas del lugar en el que están al que quieren llegar de forma mucho más rápida.
Las primeras referencias del apelativo «coach» a personas se hallan en el argot universitario inglés. Se denominaba «coach» al profesor particular que ayudaba a un estudiante a prepararse fácil y rápidamente para los exámenes, aludiendo a la sensación que el estudiante sentía de ser transportado por un coche rápido hacia el conocimiento en comparación con estudiar solo. Antes de 1855, el término era también aplicado a los entrenadores atléticos, dándole un sentido de «instructor». A mediados del siglo XIX, los hijos de las familias acaudaladas de los Estados Unidos recibían consejos y ayudas con sus tareas escolares en sus paseos en coches de caballos y se decía que eran «cocheados».
La influencia de Sócrates
Al igual que Sócrates, el coaching utiliza el arte de la mayéutica que consiste en ayudar a nuestros clientes a reflexionar sobre sus vidas para que estas merezcan ser vividas y así encontrar su propia verdad.
Como Sócrates, el coaching considera que no existe el enseñar, sino el aprender, y este solo surge reconociendo que el conocimiento no está en el coach, sino en el coachee (el cliente). Otra influencia socrática es la de ayudar a los clientes a tomar conciencia de sus incompetencias («solo sé que no sé nada»).
Saber que no sabemos nada es un punto de vista imprescindible para el autoconocimiento y la buena práctica del coaching.
De 1980 a nuestros días
Son muchos los autores que han determinado que el origen del coaching, tal y como lo conocemos hoy día, comienza en 1980. Por esta razón podemos afirmar que lleva más de treinta años en todo el mundo como metodología con identidad propia.
Aunque cada día aparecen nuevas especialidades en el coaching, como el coaching deportivo, de salud, de equipos, educativo, político, etc. básicamente podemos hablar de tres áreas de trabajo: coaching personal («life coaching»), y coaching ejecutivo («executive coaching»).
La enseñanza del tenis, y también del golf, fue estudiada hace más de dos décadas por Timothy Gallwey, profesor y capitán del equipo de tenis de la Universidad de Harvard, quien lanzó su desafío con su libro El juego interior del tenis. La palabra «interior» la utilizaba para indicar el juego interior del jugador.
«El oponente que habita en la cabeza del propio jugador es más formidable que el que está al otro lado de la red».
Timothy Gallwey
Tim Galwey puso el dedo en la llaga pues el coaching consiste en liberar el potencial de una persona para ayudarla a aprender en vez de enseñarle. Siempre hay un juego interior que se está jugando en tu mente (en cualquier faceta de la vida), independientemente del juego exterior que estés jugando.
El nivel de consciencia de tu juego interior puede significar la diferencia entre tu éxito y tu fracaso.
Esto ya lo había dicho Sócrates 2.000 años antes. Gallwey coincidió con la aparición en el ámbito de la psicología de un modelo más optimista que el de la vieja perspectiva conductista según la cual cuando nacemos somos poco más que recipientes vacíos en los que todo se debe verter. El nuevo modelo sugiere que somos similares a una bellota, que contiene en su interior todo el potencial para convertirse en un maravilloso roble. Por supuesto necesitamos alimento, estímulo y luz para crecer, pero el roble ya se encuentra en nuestro interior. De nosotros depende quedarnos toda la vida siendo una bellota.
Tim Galwey fue el primero en mostrar un método simple pero general de coaching que se podía aplicar a cualquier situación de la vida. Años más tarde, Sir John Withmore se instruyó con él y creó la empresa The Inner Game, especializada en coaching para ejecutivos empresariales, actividad que lleva ya muchos años desarrollando en Europa.
En el coaching reconocemos que hay un juego interior que se juega en nuestra mente y en la mente de nuestros clientes. Este juego es tan importante o más que el juego exterior, incluso en el trabajo. Es evidente que el coaching, como una práctica en la vida y en el mundo de la empresa, está destinado a perdurar, si bien el propio término podría desaparecer a medida que las creencias, valores, actitudes y comportamientos de las personas y empresas vinculadas a él se conviertan en una norma para todos. Pero para eso creo que todavía nos queda muchísimo tiempo.
La definición de coaching
Aunque existen decenas, cientos de definiciones de coaching, te voy a dar una muy sencilla, que es la que yo utilizo con mis clientes.
El coaching es una metodología de aprendizaje transformacional totalmente personalizada que te lleva de donde estás a donde te gustaría llegar y que actúa sobre lo más profundo de tu ser.
Esto no quiere decir que te vaya a cambiar el ser, sino que te va a ayudar a alcanzar la mejor versión de ti mismo. Maximiza tus competencias, libera todo tu potencial oculto, te hacer ver cosas que tú no ves, te desafía y a la vez te da la confianza que necesitas, te pone en acción, te ayuda a conseguir cosas que tú solo no podías conseguir y a obtener resultados extraordinarios. Y, por último, te transforma como persona. Por eso decimos que siempre hay un antes y un después en un proceso de coaching.
El coaching sugiere que los seres humanos somos similares a una crisálida, a una oruga que no es consciente de tener dentro de ti todo el poder para convertirse en una maravillosa mariposa… Todo depende de ti y de tu deseo de desarrollarte y crecer.
El coaching se utiliza cuando queremos dar un importante salto cualitativo, tanto en nuestra vida profesional como personal, para:
Alcanzar una meta
Hacer un cambio importante en nuestra vida
Sacar todo nuestro talento interior del cual no somos conscientes
Incrementar nuestra autoestima
Resolver un problema del cual no podemos hacernos cargo solos
Mejorar nuestras competencias y desempeño profesionales
Conseguir el equilibrio y mejorar nuestra calidad de vida
Reinventarnos
Auto-descubrirnos
El coaching te lleva de donde estás a donde quieres llegar, de tu estado actual a tu estado deseado, y te ayuda a auto-descubrirte. Te ayuda a hacer cambios en tu vida y a diseñarla. Promueve formas alternativas de pensar. Te ayuda a mejorar tus relaciones, a controlar tus emociones y tus miedos, a mejorar tu autoestima y a conseguir tus sueños.
El coaching en la empresa genera una cultura basada en el compromiso, la confianza, la colaboración, el liderazgo, la comunicación, el reconocimiento a los demás, el cambio y la excelencia.
Todo esto no se aprende en la universidad ni en los masters; aquí estamos hablando de aprendizaje transformacional, de cambios de actitudes y comportamientos en las personas, hablamos del ser, y eso es mucho más difícil de conseguir. Estos cambios necesitan de habilidades de inteligencia emocional que el management tradicional no ha desarrollado. Por eso tiene tanta fuerza y es, hoy por hoy, la herramienta de desarrollo más poderosa que existe.