Читать книгу Viaja conmigo a Ítaca - Julio Marco Barroso - Страница 28
ОглавлениеV. Los mapas mentales
Vivimos en mundos interpretativos.
Nuestra mente es como un gran mapa donde se encuentran nuestras luces y nuestras sombras. Las luces nos empujan y nuestras sombras son nuestros lastres. Entre todos forman nuestro «mapa mental».
Al conjunto de creencias, paradigmas y valores de una persona, lo llamamos su «mapa mental».
Sabemos que las personas percibimos la realidad de forma distorsionada. Lo que nosotros llamamos realidad «objetiva» no es más que una construcción de nuestro sistema nervioso. La realidad que las personas observan tiene más que ver con su forma de ser que con la realidad misma. Así, si pensamos que el mundo es un lugar hostil, nos pondremos a la defensiva con los demás y todas nuestras relaciones personales y profesionales se verán afectadas.
Es decir, la realidad es una, pero las interpretaciones que cada uno hace de la misma son diversas. La pintamos a través de nuestras experiencias. El mundo que tú ves no es la realidad, o dicho de otra manera, la forma en que percibes el mundo no se corresponde con la realidad. Es sencillamente tu punto de vista. Tu particular tipo de vista. Lo único preocupante es que no te des cuenta de ello. Pero ahora ya lo sabes. La vida es fascinante pero hay que verla con las gafas adecuadas y la mayoría de las personas confunden los límites de su visión con los límites de su mundo.
«No son las cosas que pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que hacemos o la interpretación que hacemos de las cosas que pasan».
Epícteto
Esto es fundamental que te lo grabes a fuego para que entiendas que todo depende de ti mucho más de lo que crees. Porque cambiar la interpretación de las cosas cambia por completo la forma de afrontarlas.
El problema es que muchos de nuestros esquemas mentales, de los cuales no somos conscientes, afectan de manera tan profunda a nuestra percepción de la realidad que tenemos que revisar algunos de ellos. Nuestro mapa mental, las ideas y creencias que nos fueron muy útiles en el pasado, puede que ya no lo sean tanto para llevarnos al futuro que buscamos. Somos mucho más que nuestro pasado. El pasado es una fuente de experiencias e información, pero no determina nuestro futuro.
Cambia el observador que eres, cambia tus paradigmas, tus creencias, tu forma de interpretar la realidad y se te ocurrirán formas diferentes de acción.