Читать книгу La profecía del malaje - Julio Muñoz Gijón @Rancio - Страница 13

SIETE

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Despacho de la comisaria. Jiménez, Villanueva y ella ven el informativo de Televisión Española en el que sale Jiménez hablando. La comisaria resopla y apaga la televisión.

–«¿No te van a dejar entrar en ninguna caseta?», «¿Te van a quitar el número de carnet del Sevilla?»… ¿Me puede explicar qué medidas son esas, Jiménez?

–Presión personalizada para el sospechoso, comisaria. Gabino, conocido mío, con un puesto de antigüedades en El Jueves, es un loco de la Feria y tiene número de abonado por debajo del mil. Lo pierde y se muere, este fue a Basilea, Eindhoven... Toda la pesca.

La comisaria se tapa la cara.

–¿Y me pueden aclarar, también, cuando yo digo «perfil bajo» qué entienden ustedes?

Jiménez responde.

–No fue culpa nuestra, alguien de la hermandad daría el chivatazo y ya…

La comisaria da un golpe en la mesa. Coge su móvil y lee.

–¿Chivatazo de la hermandad? Cuenta de Twitter @CruzDeGuiaSER, según su definición, «Toda la información cofrade de Sevilla», bueno, pues tuit de ayer: «Según nos informa nuestro amigo Jiménez, de la @Policía, ha sido sustraída la lanza del misterio de Nuestro Señor El Lanzado. #RecemosParaQueAparezcaPronto #DevuelvanLaLanza».

Villanueva mira enfurecido a Jiménez, que no sabe dónde meterse. La comisaria vuelve a resoplar.

–No sé qué coño de especial tiene la lanza esa, pero sí sé que de Delegación del Gobierno me han llamado diciendo que su fabulosa intervención con los medios puede suponer un conflicto internacional con el Vaticano.

Jiménez está perplejo.

–¿Qué me dice? ¿El Vaticano?

La comisaria está furiosa.

–Lo que oye, así que ahora que todo el mundo sabe qué es lo que se ha perdido, solo les pido que salgan a la calle y lo recuperen de una vez.

La profecía del malaje

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