Читать книгу Tres modelos contemporáneos de agencia humana - Leticia Elena Naranjo Gálvez - Страница 10

Оглавление

Norah: Se han cometido muchos errores conmigo. En primer lugar, por parte de papá y, luego, por parte tuya. Cuando vivía con papá, él me manifestaba todas sus ideas, y yo las seguía. Si tenía otras diferentes, me guardaba muy bien de decirlo, porque no le habría gustado. Me llamaba su muñequita, y jugaba conmigo, como yo con mis muñecas. Después vine a esta casa contigo... Pasé de manos de papá a las tuyas. Tú me formaste a tu gusto y yo participaba de él... o lo fingía... creo que lo uno y lo otro... Vivía de hacer piruetas para divertirte, como tú querías. Tú y papá habéis cometido un grave error conmigo: sois culpables de que no haya llegado a ser nunca nada.

Torvald: Pero qué injusta y desagradecida eres, ¿no has sido feliz aquí?

Norah: No, nunca. Creí serlo, pero no lo he sido jamás... sólo estaba alegre y eso es todo. Eras tan bueno conmigo... Pero nuestro hogar no ha sido más que un cuarto de recreo. He sido muñeca grande en esta casa, como fui muñeca pequeña en casa de papá. Y a su vez los niños han sido mis muñecos.

Torvald: Hay algo de verdad en lo que dices... aunque muy exagerado. Pero desde hoy todo cambiará; ya han pasado los tiempos de jugar y ha llegado la hora de la educación.

Norah: La educación de quién, ¿la mía o la de los niños?

Torvald: La tuya y la de los niños.

Norah: Ay, Torvald, tú no eres capaz de educarme, y yo ¿qué preparación tengo para educar a los niños? Es una labor superior a mis fuerzas. Hay otra de la que debo ocuparme antes. Debo procurar educarme a mí misma. Tú no eres capaz de ayudarme en esta tarea y por ello necesito estar sola. Y por esa razón voy a dejarte.

Torvald: ¡Qué dices!

Norah: Necesito estar sola para orientarme sobre mí misma y sobre lo que me rodea. No puedo quedarme más contigo.

Torvald: ¡Qué horror! Traicionar así los deberes más sagrados...

Norah: Tengo otros deberes no menos sagrados.

Torvald: ¿Qué deberes son esos?

Norah: Mis deberes conmigo misma.

Torvald: Ante todo eres esposa y madre.

Norah: Ante todo soy un ser humano, igual que tú... o al menos debo intentar serlo. Sé que la mayoría de los hombres y los libros te darán la razón. Pero ahora no puedo conformarme con lo que dicen hombres y libros. Tengo que pensar por mi cuenta en todo esto y tratar de comprenderlo.

Torvald: ¿Es que no te basta con tu puesto en este hogar? ¿No tienes una guía infalible para estos dilemas, no tienes la religión?

Norah: Ay, Torvald, no sé qué es la religión. Sólo sé lo que me dijo el pastor Hensen cuando me preparaba para la confirmación... cuando esté sola y libre examinaré también ese asunto...

Torvald: Hablas como una niña. No comprendes nada de la sociedad en que vivimos.

Norah: No, seguro que no. Pero ahora quiero tratar de comprenderlo y averiguar a quién asiste la razón, si a la sociedad o a mí.

HENRIK IBSEN

Tres modelos contemporáneos de agencia humana

Подняться наверх