Читать книгу Recuerdos de una vida - Loida Morales Ruiz - Страница 7

Capítulo 1

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Estoy sentada a la mesa, junto con mi hermano y hermana. Estamos comiendo albóndigas con salsa de tomate. Es casera y tiene rodajas de zanahoria y guisantes. La cocinó mami y está muy rica. Mami está dando paseos de un lado para otro, no sé lo que hace. Se acerca a la mesa y, al ver que me lo comí todo, me pregunta si quiero repetir. Sentada en mi silla, asiento con la cabeza, inquieta, porque noto tensión en el ambiente, y feliz, porque estoy disfrutando de la comida. Mami me vuelve a echar, esta vez menos cantidad. Cojo un poco de pan para mojarlo en la salsa (qué rico cocina mi mami). Mami sale de la cocina, se acerca a la mesa donde mis hermanos están casi acabando de comer, a mí me queda un poco todavía. Mami tiene los ojos rojos y brillantes (¿estará malita? No lo sé). Solo tengo algo más de 2 años. Mami le dice a mi hermanito que, cuando llegue papi, le explique que se acostó, porque está malita, que no la moleste. Mami se va a su cuarto, apaga la luz y se acuesta. Papi no tarda en llegar. Entra en casa, suelta la cartera y las llaves en un mueblecito que hay en la entrada, nos mira a los tres y mira a todas partes y le pregunta a mi hermanito:

—¿Dónde está, mamá?

Está enfadado, y mucho, se lo noto en la cara. Permanece de pie, muy rígido, con las manos a ambos lados del cuerpo, los brazos estirados hacia abajo, las manos cerradas. Mi hermano le contesta:

—Mami está malita, se ha acostado a dormir. Dice que no la molestemos.

Mi hermanito está asustado y yo no entiendo qué está pasando, pero tengo miedo, hay mucha tensión en el ambiente. Papá suspira muy enfadado, niega con la cabeza y se dirige bruscamente al cuarto de ambos refunfuñando cosas, no sé lo que dice. Papá enciende la luz de la mesita de noche. No sé qué pasa, miro a mis hermanos como preguntándoles, pero no me dicen nada. Se escucha a papá llamar a mamá. A ella no se la oye. Papá sale muy rápido de la habitación con mamá en uno de sus hombros, como un saco. Ahora sí escucho lo que papá le dice a mamá:

—¿No te da vergüenza emborracharte así con tus hijos ahí?

Papá se mete en el cuarto de baño sin cerrar la puerta. Enciende la luz, y se escucha abrir el grifo de la bañera.

—Así verás cómo se te pasa la borrachera.

Mamá protesta con sonidos, sin palabras, porque le está cayendo agua, seguramente fría, y está vestida. Mamá comienza a llorar. Llora mucho (¿qué le pasa?). Quiero ir, pero tengo miedo. Papá sale del baño, sigue muy enfadado. Nos mira a los tres y le dice a mi hermano:

—No entréis, dejadla ahí.

Papá no se ha parado ni un momento.. Ahora se dirige a la puerta. Se va, papá se va. Escucho a mamá llorar, llora mucho. Está desconsolada (¿está malita?, ¿qué tiene?, ¿qué le duele a mami?). Me levanto de la silla, quiero ir a ver a mamá para consolarla. Mi hermano se da cuenta de lo que quiero hacer y me frena en seco, diciéndome:

—Lola, no. Papá ha dicho que no vayamos, que la dejemos. Agacho la cabeza, callada y asustada. Quiero llorar, pero no me atrevo. Me quedo mirando el piso, todo: la puerta de entrada está a la derecha; el salón se extiende hacia la izquierda desde la puerta de entrada; en frente, a mitad de la pared del salón, comienza el pasillo que conduce a las habitaciones y el baño. Mamá se había envenenado con pastillas. Una amiga de mamá y papá vino a casa y la llevó al médico. Ahora mamá está bien, pero sigo sin saber qué pasó para que mamá hiciera eso.

Recuerdos de una vida

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