Читать книгу La civilización del Anáhuac: filosofía, medicina y ciencia - Lourdes Velazquez González - Страница 15
Fuentes indirectas
ОглавлениеParte de las fuentes indirectas para el estudio de nuestro pasado son los relatos o crónicas. Su valor histórico se debe a que narran en español o náhuatl la fundación de Tenochtitlán, la migración azteca, algunos usos y costumbres, ritos religiosos, etc. Documentos como la Crónica Mexicáyotl, la Crónica Mexicana, la Relación de Tovar, la Historia de Durán y la Historia de Acosta, son considerados muy fieles al pasado y los que mejor relatan la realidad mexica, pero ¿de qué fuente provienen estos relatos?, ¿sobre qué documento se basan estas crónicas?
Esta pregunta se la han hecho muchos investigadores a lo largo de los años, personajes como el antropólogo Robert Barlow, la historiadora belga Sylvie Peperstraete o el historiador José Fernando Ramírez, dedicaron muchos años de investigación para responder a esta pregunta, tarea a la que se apegó el maestro en estudios mesoamericanos Gabriel Kenrick Kruell y la expone en su artículo “La Crónica mexicáyotl: versiones coloniales de una tradición histórica mexica tenochca”, llegando a una conclusión. Todos estos escritos provienen de una única crónica de tradición oral que en determinado momento se transcribió, fuente a la que nombraron Crónica X.
La Crónica X representaría una hipotética fuente en náhuatl extraviada, de la cual derivarían directa o indirectamente cuatro documentos bien conocidos por los historiadores: el primer volumen de la Historia de las Indias del dominico Diego Durán, escrito en 1581. La Crónica mexicana de Hernando de Alvarado Tezozomoc, redactada probablemente hacia 1598; la Relación del origen de los indios del jesuita Juan de Tovar, obra que representa un resumen de la Historia de Durán; y la renombrada Historia natural y moral de las Indias publicada en Sevilla en 1590 por el erudito jesuita José de Acosta, el cual se sirvió de la Relación de su compañero de orden, Tovar, para la composición de algunos pasajes de su magna obra.[12]
Especialmente importante para la historia de la medicina es el trabajo del doctor Francisco Hernández, quien fue médico de Felipe II, y por encargo de éste redactó una Historia Natural de la Nueva España. Sus Obras completas constan de seis volúmenes. Hablaremos de esta fuente con más detalle cuando tratemos la práctica médica de los nahuas.
Otras obras de españoles (conquistadores o cronistas) que contienen testimonios indígenas directos y cualificados acerca de las tradiciones y las concepciones de los pueblos subyugados son consideradas de importancia menor.
No se puede decir que sean textos irrelevantes, sin embargo, su valor como “fuentes” reales debe ponderarse en forma cuidadosa caso por caso, por esta razón nos eximimos de mencionarlos, dado además su considerable número. En cambio, señalamos que entre estas fuentes a tratar con cautela también figuran escritos de indígenas o mestizos, quienes escribieron en su propio idioma o en español. Entre ellos, los principales son: Hernando Alvarado Tezozomoc (nacido alrededor de 1525), quien escribió en náhuatl y en un español rudimentario; Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1575?-1650), mestizo casi totalmente europeizado, pero que dominaba a la perfección ambas lenguas; Diego Muñoz Camargo (1524-1614?), también mestizo. Estos personajes pueden considerarse como “fuentes indígenas”, a pesar de ser indirectas, puesto que obtenían de los indígenas sus informaciones. Sus escritos se consideran parciales, ya que reflejan, a veces, de manera transparente, las ásperas rivalidades que dividían a los diferentes grupos étnicos del Valle de México (rivalidades que fueron hábilmente aprovechadas por Cortés y le permitieron una conquista a todas luces desproporcionada con respecto a la fuerza militar con la que contaba). Es así que en Tezozomoc encontramos la perspectiva mexica; en Ixtlixóchitl, la texcocana; en Muñoz Camargo, la tlaxcalteca. Aunque esto pueda, a veces, conllevar dudas legítimas sobre la objetividad de algunos relatos. Por otro lado, tiene el indiscutible interés de darnos a conocer el testimonio y la opinión de quienes se encontraban del otro lado de la barricada (o el punto de vista de los vencidos), brindándonos a la vez datos que de no ser por ellos nunca habríamos conocido.