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Perspectiva gubernamental: del crecimiento económico al desarrollo integral sustentable41

1. Definición

El desafío del desarrollo ocupa el tiempo y los esfuerzos de directivos del sector público, del sector empresarial, del tercer sector (organizaciones sin fines de lucro), de organismos internacionales e instituciones, quienes tienen al desarrollo como un punto prioritario en sus agendas, fieles al planteo de Pablo VI de ver al desarrollo como “el nuevo nombre de la paz”. Estos líderes trabajan tanto en forma independiente como conjunta.

Las premisas y el concepto de desarrollo sobre los que se realizan los diagnósticos y las consecuentes propuestas varían.

Desde el sector público, se hace referencia a dimensiones del desarrollo, tales como el crecimiento del producto bruto interno, la inflación, el empleo, la reducción de la pobreza, el superávit fiscal y comercial, la seguridad física y jurídica, la educación, la distribución de la riqueza, el respeto de las instituciones y la salud.

Desde el sector empresarial, existe una tendencia creciente a relacionar la empresa con el desarrollo, a través del concepto de RSE.

Desde las organizaciones internacionales surgen términos como “crecimiento económico”, “desarrollo económico”, “desarrollo sustentable” y “desarrollo humano”.

Existe una enorme variación en la forma en la que “desarrollo” es definido y medido. Una razón para esto es que este término tiene fuertes implicancias políticas para la sociedad. Por ello, diferentes públicos interesados, con diversas visiones –economistas, líderes de negocios, líderes laborales y funcionarios públicos– intervienen en su conceptualización y medición42.

La siguiente tabla muestra las más destacadas definiciones, y sus medidas asociadas de acuerdo con la literatura respectiva43.

41. Este capítulo está basado en Rocha (2004; 2011c). Para revisar las teorías que a continuación se enumeran, ver Cowen y Shenton (1996), quienes distinguen entre “desarrollo inminente” –un proceso de desarrollo espontáneo e inconsciente desde adentro– y “desarrollo intencional” –esfuerzos deliberados para alcanzar niveles más altos de acuerdo a objetivos puestos–; Allen y Thomas (2000, capítulo 2), que desarrollan un marco que abarca los diferentes significados y visiones de desarrollo; Todaro (2000, capítulo 3), quien hace un análisis comparativo de las teorías del desarrollo desde la Segunda Guerra.

42. Ver Rocha (2004).

43. Los conceptos y criterios desarrollados por la Doctrina Social de la Iglesia forman un corpus de una riqueza inconmensurable y, dado el alcance del presente capítulo, son considerados implícitamente en las definiciones aportadas por economistas y directivos. Por ejemplo, los criterios sobre el desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres propuestos por Pablo VI en la encíclica Populorum Progressio, continuados por Juan Pablo II en la Sollicitudo Rei Sociales y por Benedicto XVI en su última encíclica Caritas in Veritate se encuentran presentes en las concepciones de desarrollo emergentes en la década de 1970, como se verá a continuación. Para profundizar aportes interdisciplinares a la encíclica Caritas in Veritate, ver Melé y Castellà (2010).