Читать книгу Orígenes y expresiones de la religiosidad en México - María Teresa Jarquín Ortega - Страница 17
La importancia del señorío de Colhuacan
ОглавлениеEl cerro de Colhuacan —de Iztapalapa o Cerro de la Estrella— pertenece a la provincia fisiográfica Eje Neovolcánico y forma parte de la subprovincia Lagos y Volcanes del Anáhuac. En la región predominaba el paisaje lacustre y las extendidas chinampas con numerosos animales terrestres y acuáticos. El nicho paradisiaco proporcionó gran abasto en recursos de flora y fauna, lo que explica la larga historia de ocupación humana del territorio, ya que, según los registros escritos, los primeros asentamientos —encabezados por el pueblo culhua— se remontan al año 600 de nuestra era.
Los arqueólogos han subrayado que, paralelo a la máxima expansión poblacional de Cuicuilco, en Teotihuacan se estaba gestando el nacimiento del periodo Clásico (150 a 600 d.C.). Y a la par del auge de esa gran metrópoli, en la fase Coyotlatelco (700 a 900 d.C.) Colhuacan tuvo una expansión social y territorial hasta la parte poniente del Cerro de la Estrella gracias a los grupos chichimecas, que a lo largo de aproximadamente 700 años influirían en el desarrollo cultural de la cuenca de México. Está bien documentado que el periodo Clásico concluye con la caída de Teotihuacan; y entre las ciudades del valle de México con mayor poderío destacaron Xochicalco, Cholula y Tula. Esta última ciudad sobresalió como capital rectora y, entre 950 y 1150 d.C., vivió su apogeo e influyó en otros señoríos; aunque su decadencia se registra en el siglo xi.
Los culhuas se convirtieron en depositarios de las dos vertientes culturales más elevadas del valle de México: la teotihuacana y la tolteca. Su papel como heredera del mundo clásico y creadora de modelos culturales posteriores explica la importancia de la ascendencia culhua; es tan prestigiosa que constituirá el más alto título de nobleza de los futuros dueños del imperio (Navarrete Linares, 2000: 23).