Читать книгу Generaciones - Marco Antonio Rocca Santelices - Страница 11
ОглавлениеCAPÍTULO II LA NUEVA ÉPOCA GLOBAL. ¿UNA ERA MUNDIAL?
Se sostiene que alrededor de 1930 el mundo habría comenzado a entrar en una nueva época global, pero ello no es completamente visible sino después de 1980.
En 1998 Manuel Castells entregó una visión amplia y de mucha riqueza intelectual de la que llamó “Era de la Información” en una extensa obra que exponía claramente lo que estaba sucediendo desde hacía menos de dos décadas13 14 15. No deja de impresionarnos y de influirnos, como ya nos sucedió en su momento, a quienes nos encontrábamos entonces elaborando publicaciones de primera aproximación a los efectos múltiples que en algunos países de América Latina traían las Tecnologías de la Información y la Comunicación.16
El eminente sociólogo catalán ofrecía una nítida y multifacética mirada aun cuando todavía no se producía la explosión mayor del desarrollo del informacionalismo a nivel mundial. En lo fundamental, no dejaba duda alguna sobre que la humanidad estaba ya entrando en una nueva etapa, en la cual el manejo y aplicaciones de las tecnologías de información iban a tener una participación de la mayor importancia.
Transcurrida una quincena de años, Castells, esta vez en coautoría con Pekka Himanen, enfocó el efecto ya consumado de lo ocurrido con la informática y su rápido despliegue en múltiples actividades y procesos. Ya son muchos los que estiman que, dado los efectos no solamente económicos y sociales sino también culturales, políticos y de cambios en las costumbres y en el carácter global de los principales procesos a los que ha dado lugar, debe explorarse un amplio análisis de sus efectos.
Con la expansión de la informática, tan vigorosa como la comunicación no presencial, la humanidad se encontraría frente a un cambio de época, esta vez a escala mundial. Ambos autores dicen que desde su perspectiva “el desarrollo es el proceso social autodefinido por el cual los seres humanos potencian su bienestar y afirman su dignidad mientras crean las condiciones estructurales para la sustentabilidad del proceso mismo de desarrollo”17. Explican que se sitúan entre quienes ven el desarrollo como resultado de la interacción entre economía, tecnología, sociedad y cultura18.
En un comienzo, el desarrollo se estimó fundamentalmente como el crecimiento de la economía. Se le equiparaba con el aumento de la riqueza material en un país. Con este marco se generalizó la utilización de indicadores como el de Producto Nacional Bruto, tasa de inversión, inversión extranjera directa, productividad del proceso de producción mismo, tasa de interés del dinero, tasa de inflación, los tipos de cambio, tasa de empleo, índice de precios al consumidor y otros que buscan medir solamente las variables económicas. Naturalmente, el proceso de desarrollo tiene también otros componentes. El desarrollo social y el de la cultura se agregaron con un contenido de bienestar humano. El medioambiente, su calidad y conservación fueron integrados después a la concepción general del desarrollo.
Efectivamente un punto crítico es “el examen de la relación entre desarrollo económico (aumento de riqueza material), desarrollo humano (mejoramiento del bienestar humano) y desarrollo institucional (empoderamiento de los humanos para actuar en su organización social)”19.
El desarrollo económico tiene su pleno sentido si es eficiente para mejorar constantemente el bienestar de todos los seres humanos, lo cual significa que debe ligarse a valores cuya medida es la felicidad de las personas. La libertad, la igualdad, la paz y la vida en fraternidad solidaria no son pues ajenos al proceso de desarrollo. Más bien son su razón de ser. Esto lleva directamente a la cuestión de los derechos humanos, cuya importancia y progresivo reconocimiento se encuentra históricamente en plenitud en la última época vivida antes de la actual y en el presente.
El desarrollo informacional
El desenvolvimiento de la tecnología desde la base científica acumulada ha traído el concepto de desarrollo informacional.
Por informacionismo se entiende “una nueva forma de organización socio-técnica-económica que se constituyó plenamente en escala global a comienzos del siglo veintiuno. El informacionismo no reemplaza al capitalismo. En realidad, potencia una nueva forma de capitalismo que hoy predomina en todas partes: el capitalismo financiero-informacional”20. Un equivalente histórico del informacionismo a su vez es el industrialismo que se desarrolló desde su lejana instalación en versiones capitalistas, pero también en no-capitalistas.
“Lo que caracteriza al informacionismo es la amplia utilización de información digital y tecnología de comunicación basadas en micro-electrónica, lo que permite la difusión de formas de organización en red en todos los dominios de la vida económica y social”21. Así, el procesamiento de la información y de la comunicación digital se potencia. Esto hace que sea posible una expansión de la base de conocimientos que se logran sobre la economía y sobre la misma sociedad de la información. El funcionamiento en red es la base firme de todo esto.
Las nuevas tecnologías informacionales, sin duda que hacen crecer la productividad y la acumulación de riqueza, es decir, son determinantes en el desarrollo económico, el que ahora queda vinculado con su capacidad para reestructurar economías e instituciones de acuerdo con el avance informacional.
Sin embargo, no ha sido posible igualar la generación de riqueza y el bienestar humano. Tampoco el crecimiento de la productividad y la potenciada competitividad conducen necesariamente al mayor bienestar humano. Muchas veces, incluso, empeoran las condiciones de vida de amplias cantidades de personas y perjudican su entorno natural22. Aumenta la desigualdad, no la igualdad.
Ahora bien, para poder establecer comparaciones en cuanto a objetivos y resultados ya no es relevante colocar frente al nuevo “desarrollo informacional” simple y únicamente al “desarrollo económico”, aunque en este tiempo aún sea útil hacerlo.
13 Castells, M. (1999) Primera edición en español. La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura. La Sociedad Red. Vol I. México: Siglo XXI Editores. 590 pp. Primera edición en inglés: 1996.
14 Castells, M. (1999) (primera edición en español). La Era de la Información. Economía, Sociedad y 522 Cultura. El Poder de la Identidad. Vol. II. México: Siglo XXI Editores. 495 pp. La primera edición en inglés es de 1997.
15 Castells, M. (1999) (primera edición en español). La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura. Fin de Milenio. Vol III. México: Siglo XXI Editores. 446 pp. La primera edición en inglés es de 1998.
16 Rocca, M. A., Pachano, F. y Oda, D. (2001). Las tecnologías de información y comunicación para el desarrollo humano. Informe sobre Desarrollo Humano Ecuador 2001. Quito: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD. 266 pp.
17 Castells, M. y Himanen, P. editores. (2016). Reconceptualización del Desarrollo en la Era Global de la Información. México: Fondo de Cultura Económica. P. 27.
18 Pekka Himanen, finlandés, es un filósofo y economista, especialista en las tecnologías de información y comunicación.
19 Castells et al op. cit p. 29.
20 Id. p. 30.
21 Ibíd.
22 Castells.