Читать книгу Papeles de Ana - Maria Ines Krimer - Страница 11

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Querida prima:

Fuimos a una amueblada en el auto del padre de Norberto, no necesitamos hacer la calesita para esperar que se apagara la luz roja, podíamos dar las vueltas que se nos diera la gana. Durante el viaje él prendió la radio, Leonardo Favio cantaba Fuiste mía un verano, era para enloquecer ahí mismo. Cuando Norberto soltaba la palanca de cambio, metía la mano bien arriba. Yo me había comprado un soutien Peter Pan junior y una bombacha haciendo juego, casi esperaba que lo hiciera, sino era plata tirada a la basura. Ramona me prestó unos aritos que combinaban con el color del vestido. Antes de salir me hice un baño de inmersión con las sales de la tía, me pinté las uñas de los pies y de las manos y le robé unas gotas de Chanel número cinco. La amueblada estaba lejos del centro, tardamos bastante en llegar porque los viernes a la noche hay mucho tránsito en Buenos Aires. Intenté memorizar los nombres de las calles por si el auto se rompía y teníamos que volver en taxi.

Al llegar, el portón subió en forma automática y estacionamos en la cochera. Norberto bajó y me abrió la otra puerta. Bajé mientras miraba hacia un lado y al otro, siempre puede aparecer un conocido, por suerte no cruzamos a ninguno. Un ascensor nos llevó al primer piso donde un mozo nos indicó la habitación. No lo vas a poder creer, Raquelita, nos tocó la 7, mi número de la suerte. Esperaba que tuviera la cabeza de un dragón pero esta era muchísimo mejor, un departamento completo, con sillones, mesa ratona y alfombrado de pared a pared. Espejos por todos lados, un ventilador de paletas en el techo. La cama estaba cubierta con un acolchado de raso bordó. Los veladores tenían pantallas del mismo color y sobre la cabecera un panel con botoncitos para manejar el televisor, la música y subir y bajar las luces. Norberto se sacó la ropa en un abrir y cerrar de ojos, ni se dio cuenta de que yo estaba de estreno ni del Chanel número cinco. Desnudo era mucho mejor que vestido. El preservativo era Velo Rosado, no ese del gallo.

Cuando terminamos nos metimos al jacuzzi, dos baños en el mismo día. Me traje todo, los jaboncitos, el peine.

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P.D.: Rompé esta carta ni bien la leas, no sea que ande dando vueltas y caiga en manos de la tía.

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Papeles de Ana

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