Читать книгу Desaparecido: memorias de un cautiverio - Mario Villani - Страница 4

Оглавление

A Jorge Gorfinkiel, querido compañero de militancia y de profesión, amigo entrañable, secuestrado en una cita conmigo, prisionero en el Club Atlético y el Banco.

A Juana Armelín, prisionera en el Banco. Fue mi inolvidable oasis afectivo.

Los dos están desaparecidos, pero siguen vivos en los que los queremos y en los lugares donde dejaron su huella solidaria.

Mario Villani

A César Passamonte (“Beto” o “Gringo”) y José Honorio Fernández (“Santi”). El 2 de septiembre de 1976 el destino nos reunió a los tres, por primera y única vez, cuando la policía allanó el departamento de Córdoba donde yo vivía con mis padres.

Ellos no sobrevivieron, yo sí. Hoy sus cuerpos no están pero su memoria sigue viva en quienes los quieren y recuerdan.

Fernando Reati

Desaparecido: memorias de un cautiverio

Подняться наверх