Читать книгу Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro - Marta García Villar - Страница 22
UN ÉXITO INTERNACIONAL
ОглавлениеEl viaje de Chihiro se estrenó finalmente en julio de 2001 y fue todo un éxito rotundo de recaudación y crítica, una de las películas más taquilleras de la historia del cine japonés. La producción costó cerca de 19 millones de dólares, una cantidad que, aunque era inferior a la mayoría de superproducciones de Disney, era enorme para un largometraje japonés de animación. No obstante, los beneficios superaron los costes, ya que, como se mencionaba en la nota de prensa de la película19:
«Incluso antes de estrenarse en Estados Unidos y Europa se hablaba de que el filme de Miyazaki sería la primera película no americana en alcanzar los 200 millones de dólares de taquilla a nivel mundial»20.
Francia fue el primer país occidental en ofrecer una distribución amplia para la película y pronto en Estados Unidos desde Disney Pictures Buena Vista se trabajó en su traducción y distribución. John Lasseter21 fue el principal impulsor del filme en su país y, para preservar la integridad de la narración en inglés contó con la ayuda del director y animador Kirk Wise22, también admirador del trabajo de Hayao Miyazaki. A pesar del especial cuidado que se tuvo en la traducción al inglés no faltaron los malentendidos en el proceso, por ejemplo cuando el equipo confundió el concepto «sello dorado» con «foca», puesto que en inglés la palabra «sello» y «foca» son homónimas (seal). Teniendo en cuenta que el sello es un elemento muy importante en la cultura laboral y de los negocios en Japón pero no tan representativo en Occidente, puede comprenderse este pequeño equívoco que resultó bastante cómico para el equipo.
Por otra parte, una pequeña licencia en la traducción al inglés resultó en la inclusión de dos líneas de diálogo al final de la película en la que, ante la pregunta por parte de su padre de si estaba nerviosa por su nueva escuela, Chihiro respondía que «podría arreglárselas» mientras el coche dejaba atrás el túnel. Este cambio, aunque sutil, se asemeja mucho al que ya hizo Buena Vista con Nicky, la aprendiz de bruja, en la que devolvían la voz al gato Jiji para que su silencio no le resultara triste a los niños, aunque eso implicara un atentado contra el simbolismo de que la protagonista había crecido y ya no podría comunicarse con él. En el caso de El viaje de Chihiro, añadir estas líneas es una decisión que parece estar orientada a la necesidad de dar seguridad al público de que Chihiro es consciente de lo que ha vivido al otro lado del túnel y que recuerda todo lo aprendido, un matiz que rompe la ambigüedad sostenida en el silencio de la versión original japonesa.