Читать книгу Nutrición deportiva para deportistas de resistencia (bicolor) - Monique Ryan - Страница 8

Оглавление

1

PUNTOS CLAVE

DE UN VISTAZO

Las necesidades de líquidos son, por término medio, de 2,5 a 3 litros diarios.


Incluso una leve deshidratación perjudica el rendimiento deportivo.


Hay que hidratarse a lo largo del día, a intervalos regulares.


Las pérdidas de sudor durante el entrenamiento suelen ser superiores a las necesidades diarias de líquidos.


Vigile el color de la orina para comprobar su estado de hidratación.

FUNDAMENTOS DE LA HIDRATACIÓN DIARIA

Asimilándolos

El agua es uno de los nutrientes más importantes para el deportista de resistencia. Unos dos tercios de nuestro peso corporal total son agua, y esta notable sustancia desempeña un papel importante en todos los órganos y sistemas principales que nos mantienen vivos. Todos hemos visto la necesidad de hidratarse en un deportista empapado en sudor. Pero las distracciones de la vida diaria pueden provocar que el deportista olvide beber de manera regular. Asimismo, muchos deportistas no han empleado tiempo suficiente para aprender y practicar las valiosas estrategias de hidratación diaria. Aunque se ha investigado mucho y se ha hecho mucho énfasis en la ingesta de líquidos de un deportista justo antes, durante y después de entrenar o competir, vaciar las botellas de líquido durante una competición de natación, bicicleta o atletismo es sólo una de las numerosas estrategias de hidratación esenciales para un rendimiento óptimo. Igualmente, es importante controlar la ingesta diaria de líquidos durante las horas en que no estamos activos. Sin embargo, la ingesta diaria de agua y de líquidos suele considerarse un tema nutricional secundario, y muchos deportistas se quedan cortos en el consumo diario de este nutriente que resulta esencial para la vida.

Años de estudios sobre la hidratación indican que los deportistas deberían evitar incluso un ligero nivel de deshidratación. Aunque puede que un deportista no sea consciente de todo lo que está sudando, incluso pequeñas pérdidas de sudor durante el entrenamiento y la competición pueden ser lo suficientemente significativas como para perjudicar el rendimiento. Y no sólo se suda cuando el clima es caluroso; también en el gimnasio, con frío y durante los entrenamientos al aire libre en invierno. Los estudios demuestran que, incluso en los climas que más inducen a beber, los deportistas no suelen reponer todos los líquidos perdidos por el sudor durante el entrenamiento y la competición. Para prevenir cualquier efecto adverso sobre el rendimiento, todo deportista debería llegar a las sesiones de entrenamiento bien hidratado, y para conseguirlo hay que encontrarse en el tramo superior de la ingesta diaria de líquidos.

AGUA: EL PRIMER NUTRIENTE

A nivel publicitario, ha habido mucho revuelo sobre los ingredientes óptimos que deben contener los líquidos necesarios para los deportistas. Pero, antes de que estas numerosas bebidas deportivas y líquidos de diseño inundaran el mercado, existía algo tan simple como el agua. Limpia y libre de calorías, el agua es un producto básico y sin pretensiones, y forma parte de una vida deportiva activa, sin envases ni artilugios añadidos. No subestime el simple H2O. Es probable que los hidratos de carbono sean el combustible más importante para nuestro depósito de energía, pero cuando estamos a punto de entrenar o competir, los depósitos de líquido deben también estar cubiertos. Podemos pasar varias semanas sin comer, pero sólo sobrevivimos unos pocos días sin beber.

El agua desempeña un papel integral en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, tanto durante el entrenamiento como durante el descanso y la recuperación. Los músculos bien hidratados tienen un alto contenido en líquidos; en realidad, el agua constituye del 70 al 75 por ciento del tejido muscular de un deportista. El tejido graso es relativamente bajo en contenido de agua, alrededor de un 10 por ciento. Incluso los huesos, aunque aparentemente sólidos, contienen alrededor de un 32 por ciento de agua. En consecuencia, los deportistas musculosos tendrán un alto contenido en agua cuando estén bien hidratados. El agua se almacena en muchos compartimentos del cuerpo y se mueve libremente por estos espacios.

Como elemento predominante de nuestro cuerpo, el agua desempeña muchas funciones importantes:

•Alrededor de dos tercios del agua de nuestro cuerpo están almacenados en nuestras células y les da su aspecto y forma. El resto del agua de nuestro cuerpo envuelve estas células y fluye por nuestros vasos sanguíneos.

•El agua es el principal componente de nuestra sangre. La sangre contiene oxígeno, hormonas y nutrientes para las células, como por ejemplo glucosa.

•El agua proporciona estructura a las partes del cuerpo para proteger los tejidos importantes, como por ejemplo el cerebro y la espina dorsal, y lubrica las articulaciones. Cuando nos quedamos sin líquidos por sudar, tanto las células como la sangre disminuyen su contenido de agua y volumen.

•El glucógeno muscular retiene una cantidad considerable de agua, y ésta elimina el ácido láctico de los músculos que están trabajando, lo cual puede ser una ventaja para los deportistas que estén bien hidratados.

•El agua contribuye a la digestión a través de la saliva y las secreciones estomacales, y elimina los productos de desecho a través de la orina y el sudor.

•El agua es esencial para el correcto funcionamiento de todos los órganos de nuestros sentidos, especialmente el oído y la vista.

•Como principal componente del sudor, el agua desempeña un papel importante en la regulación de la temperatura corporal. Nos permite mantener una temperatura corporal constante bajo distintas condiciones ambientales, porque nos permite realizar continuamente ajustes para ganar o perder calor.

Es evidente que el papel del agua en el mantenimiento de la salud general es extremadamente importante. Por eso no podemos vivir sin agua más que unos cuantos días. Además, su labor con respecto al rendimiento es igualmente esencial. Incluso estar ligeramente deshidratado impide gozar del máximo rendimiento deportivo.

El equilibrio hídrico es simplemente el resultado de la ingesta de líquidos en relación con la eliminación de los mismos. La ingesta es el resultado neto del agua y otros líquidos hidratantes que consumimos, del agua que contienen algunos alimentos que ingerimos y del agua metabólica producida que produce nuestro cuerpo. Cuando no estamos entrenando, la producción de orina supone la mayor pérdida de líquidos —o salida—, pero sudar durante el ejercicio puede significar una pérdida significativa de líquidos. También se pierde líquido a través de las heces y por el aire que exhalamos; la exposición a un clima templado o húmedo, vivir en un clima seco, o vivir y entrenar en altura, todos estos factores incrementan las pérdidas de líquidos; y también cuando viajamos, especialmente en avión.

¿Cuánta agua necesitamos? Casi todo el mundo conoce la recomendación de consumir ocho vasos de 250 mililitros (alrededor de 2 litros) al día, principalmente en forma de agua. En el año 2004, cuando la cuestión de los requerimientos de agua dentro de la dieta cobró mayor importancia, el Consejo de Alimentación y Nutrición del Instituto de Medicina (IOM) publicó las Ingestas Dietéticas de Referencia (IDR) para el agua y varios electrólitos. Debido a las grandes variaciones en las necesidades de agua según los individuos, el consejo del IOM estableció los niveles de Ingesta Adecuada (IA) de unos 16 vasos de 240 mililitros (alrededor de 3,8 litros) diarios para los varones, y de algo menos de 12 vasos (unos 2,9 litros) para las mujeres.

Pero, por supuesto, las pérdidas diarias de líquidos varían en gran medida según el nivel de entrenamiento, seamos varones o mujeres, y según la tasa de sudor individual. Las necesidades diarias de líquidos de los varones activos pueden ascender hasta 4,5 litros, pero las de los deportistas de resistencia pueden superar los 10 litros diarios, dependiendo de las pérdidas de sudor durante el entrenamiento, y pueden ser algo menores para las mujeres. Calcular las necesidades de líquidos por encima de la ingesta básica recomendada en realidad consiste en reponer líquidos a un ritmo similar o igual a nuestra tasa de sudor individual y a las pérdidas totales de sudor durante un día específico de entrenamiento. En el capítulo 5 ofrecemos más pautas sobre la reposición de las pérdidas de sudor al entrenar.

En reposo, los líquidos que necesita el cuerpo pueden recuperarse lentamente a lo largo del día, si hacemos el esfuerzo consciente de beber suficiente agua cada una o dos horas a fin de reponer esas pérdidas. Sin embargo, debemos ser conscientes de que el clima, la ropa y otros factores pueden influir en los requerimientos diarios de agua. Aunque se cree que la sed es el principal instinto humano que nos impulsa a beber, para los deportistas es importante no confiar sólo en la sed, sino desarrollar hábitos y conductas de bebida regulares para mantener un buen nivel de hidratación diaria, así como controlar su propio estado de hidratación. En el momento en que se tiene sed, el cuerpo ya ha detectado una reducción en el nivel de líquidos o un aumento en la concentración de sodio. Por lo tanto, en realidad, tenemos sed sólo cuando ya hemos experimentado cierta pérdida de líquidos o alteraciones en el estatus del sodio, y ambas condiciones se ven afectadas por los prolongados períodos de sudoración que los deportistas de resistencia experimentan. En ese momento, el nivel de rendimiento del deportista ya se habrá visto afectado. De este modo, para un deportista de resistencia que entrene, una de las cosas más importantes que debe aprender es que, en lo que respecta a las necesidades de hidratación, no hay que guiarse sólo por la sensación de sed. Si no, corre el riesgo de quedarse corto en la cantidad óptima de líquidos que debe ingerir y comprometer seriamente su rendimiento o su recuperación.

CAFEÍNA: ¿DE VERDAD DESHIDRATA?

En Norteamérica, alrededor del 90 por ciento de los adultos consumen habitualmente cafeína —principalmente en forma líquida—, ya sea procedente de refrescos de cola, té, café u otras bebidas que contienen dicha sustancia. La cafeína también está presente en el cacao y el chocolate. A partir de estas estadísticas, resulta evidente que la mayoría de los deportistas de resistencia ingieren cafeína diariamente, e incluso durante el entrenamiento y la competición. Aunque el consumo adecuado de cafeína puede mejorar el rendimiento físico (vea el capítulo 7), durante mucho tiempo se la ha considerado un diurético, una sustancia que en realidad aumenta las pérdidas de líquidos mediante el aumento de la producción de orina. Normalmente, a los deportistas se les recomienda que limiten su cafeína diaria y que no incluyan bebidas que contengan cafeína dentro de la ingesta total diaria de líquidos.

¿De verdad deshidrata la cafeína? Durante una década, los científicos han cuestionado esta suposición sobre la cafeína. Ciertas reconsideraciones sobre los datos ya existentes y nuevos estudios sobre los efectos de la cafeína sobre el estado de hidratación de los deportistas muestran que, aunque la cafeína suele actuar como un diurético suave porque estimula la producción de orina en los riñones, en realidad no provoca un aumento de la cantidad de orina, al compararla con el mismo volumen de agua o de bebidas sin cafeína. Un estudio comparó los efectos de las bebidas con y sin cafeína (ambas en sus versiones con calorías y sin ellas) en el estado de hidratación diaria de varones sanos. A lo largo de un período de veinticuatro horas, no hubo diferencias de hidratación significativa entre las diversas bebidas. Otro estudio hizo que los deportistas se hidrataran con una bebida con cafeína entre períodos de ejercicios. Los investigadores encontraron pocas evidencias para respaldar la hipótesis de que la cafeína puede ralentizar el proceso de hidratación de un deportista. Conclusión: la cafeína no es el potente diurético que en un tiempo se pensó que era.

TABLA 1.1CONTENIDO EN CAFEÍNA DE ALGUNOS LÍQUIDOS

PRODUCTOTAMAÑO (ML)CONTENIDO DE CAFEÍNA (MG)
CAFÉ
Café grande de Starbucks470550
Café largo de Starbucks240250
Café preparado en máquina240185 (95-290)
Café preparado, filtrado240130 (65-270)
Café instantáneo240105 (50-190)
Mocha Frappucino® de Starbucks47095
Expreso doble de Starbucks6070
Expreso de Starbucks3040 (30-50)
Café descafeinado2405 (3-8)
Expreso descafeinado de Starbucks306
Té rojo, hojas a granel24025-110
Té modalidad oolong, hojas a granel24012-55
Té helado con azúcar35070
Té verde, hojas a granel24030
REFRESCOS
Refresco grande de las salas de cine1.300500
Refresco grande590220
Mountain Dew®35054
Coca-Cola®35046
Coca-Cola light®35046
Dr. Pepper®35046
Pepsi-Cola®35038
BEBIDAS LÁCTEAS
Chocolate caliente grande, sin grasa, sin crema, de Starbucks47025
Chocolate caliente casero3505-12
Chocolate con leche sin grasa2405-8
Cacao Swiss Miss®15 g3
Cacao Nestlé®, alto contenido en chocolate20 g0
Chocolate blanco caliente, leche entera, nata, 600 ml, Starbucks5900
Leche sin grasa2400

Los deportistas de resistencia pueden estar tranquilos al saber que una ingesta diaria moderada de cafeína, de entre 3 y 6 miligramos por kilogramo de peso corporal, no tiene por qué perjudicar su estado de hidratación diaria, cuando se consume en el contexto de una dieta bien equilibrada. Ingestas de cafeína que entran dentro de este rango estarían entre los 230 y 460 miligramos de cafeína para un varón de 77 kilogramos, o entre los 190 y 380 miligramos para una mujer de 64 kilogramos. Una lata de refresco contiene entre 40 y 45 miligramos de cafeína, pero la cantidad que contiene un café varía mucho dependiendo de cómo se prepare (consulte la tabla 1.1 para ver el contenido en cafeína de algunas bebidas). Ciertamente, las bebidas que contienen cafeína no deben poner en peligro nuestro principal consumo de líquidos.

Sin embargo, hay que evitar las dosis excesivas de cafeína porque las cantidades elevadas están asociadas con efectos secundarios como nerviosismo, molestias gastrointestinales, irritabilidad e insomnio. Dosis mayores también pueden influir negativamente en nuestro estado de hidratación y no suponen mejoras en el rendimiento, más allá del propio de las dosis moderadas. Los grandes bebedores de café pueden notar que la naturaleza ácida de esta bebida puede causar reflujo gastroesofágico.

ALCOHOL: EL NUTRIENTE NO NUTRITIVO

Podría esperarse que los deportistas de resistencia estuvieran entre los menos propensos a beber alcohol, dado su conocimiento sobre los problemas relacionados con la salud y su deseo de rendir bien en el entrenamiento y la competición. Aun así, muchos de los que sí beben tal vez no sean conscientes de cómo puede afectar su rendimiento deportivo. Para un deportista es importante consumir alcohol de manera sensata, ya que no juega ningún papel en la recuperación física y podría tener efectos perjudiciales sobre el rendimiento, que pueden ir de leves a serios. El abuso del alcohol puede perjudicar el rendimiento por contribuir a la cirrosis del hígado o a otras enfermedades, y conducir borracho es siempre un acto peligroso e irresponsable. El abuso del alcohol puede generar numerosos problemas para la salud y para la sociedad. Pero examinemos las consecuencias específicas del alcohol en los deportistas de resistencia.

Aunque el alcohol se considera una droga, contiene calorías igual que los alimentos. Pero, en lo que respecta al cuerpo, simplemente representa un montón de calorías vacías. Estas calorías no se usan en forma de energía de la misma manera que las procedentes de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. La cerveza y el vino contienen solamente pequeñas cantidades de hidratos de carbono, y tan sólo trazas de proteínas, vitaminas y minerales. En realidad, el alcohol puede interferir en el modo en que nuestro cuerpo utiliza las vitaminas y los minerales. Quince mililitros de etanol puro es el equivalente a una bebida, es decir, a 360 mililitros de cerveza (150 calorías), 120 mililitros de vino (100 calorías) o 38 mililitros de licor (100 calorías). A pesar de generarse a partir de hidratos de carbono fermentados, el alcohol se metaboliza en el cuerpo como si fuera grasa. Los subproductos del alcohol se convierten en ácidos grasos, que se almacenan en el hígado y pasan al torrente sanguíneo. Por esta razón, el alcohol no es la mejor opción nutricional si nuestro objetivo es ser un deportista esbelto. Consumir cuatro o más bebidas al día aumenta la probabilidad de padecer obesidad en un 46 por ciento.

TABLA 1.2CONTENIDO DE ALCOHOL Y CALORÍAS


En los medios de comunicación se ha hablado mucho sobre los efectos protectores del alcohol contra las enfermedades cardíacas. Igual que las frutas y las hortalizas, el vino tinto y la cerveza negra contienen antioxidantes, llamados polifenoles, que se cree que protegen contra el cáncer. Pero, aunque unas cantidades moderadas pueden aumentar el deseable y protector colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), en realidad demasiado alcohol puede incrementar el riesgo de enfermedad cardíaca. El consumo de tres o más bebidas alcohólicas diarias pueden elevar la presión sanguínea, así como el nivel en sangre de unas grasas perjudiciales para el cuerpo llamadas triglicéridos, lo cual, combinado con un bajo nivel de colesterol bueno (HDL), forma un perfil clínico asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Consumido en exceso durante un período prolongado, el alcohol no sólo puede aumentar la presión sanguínea, sino también el riesgo de padecer cáncer de boca, esófago, estómago, hígado, pecho y colon. Incluso una bebida al día puede aumentar ligeramente el riesgo de cáncer de pecho en mujeres. El abuso crónico de alcohol también aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis y puede acelerar el envejecimiento del cerebro.

Consumir demasiado alcohol poco tiempo después de entrenar o competir puede pejudicar la recuperación. El alcohol es un diurético que hace que el cuerpo pierda más líquido del que entra. Por eso debemos reponer las pérdidas incluso después de beber cantidades moderadas. El alcohol también puede interferir en la síntesis de energía en forma de glucógeno o hidratos de carbono en los músculos y en el hígado. Los deportistas con daño o hemorragias en los tejidos blandos deben tener en cuenta que el alcohol es un vasodilatador. Consumir alcohol después del ejercicio puede agravar la inflamación o la hemorragia y perjudicar la curación.

Un exceso de alcohol, tomado poco antes de entrenar o incluso la noche anterior, puede perjudicar la capacidad motriz fina y la coordinación, aumentar el riesgo de deshidratación y debilitar los depósitos de energía. El alcohol influye negativamente sobre la capacidad del cerebro para procesar información, y por lo tanto aumenta el tiempo de reacción. Debemos conocer nuestros límites y ser conscientes de cómo cambian con el entrenamiento y el nivel de condición física. Hay que recordar que las personas metabolizan el alcohol a ritmos distintos según su tamaño corporal. Los hombres de tamaño medio metabolizan algo menos de una bebida por hora, mientras que los de menor tamaño y las mujeres tardan más en metabolizar esta misma cantidad.

Si usted decide tomar una bebida alcohólica de vez en cuando, ingiera un vaso grande de agua por cada bebida alcohólica. Tenga en cuenta que, cuando se relaja después de hacer deporte, su máxima prioridad como deportista es la recuperación. Demasiado alcohol puede poner en peligro la efectividad de la recuperación. La tabla 1.2 ofrece un resumen del contenido en calorías y alcohol de diversas bebidas alcohólicas.

CÓMO HIDRATARSE ADECUADAMENTE

Es esencial encontrarse siempre en el tramo superior de la ingesta de líquidos y beber un mínimo de 11 a 16 vasos de 240 mililitros (2,7–3,8 litros) para cubrir las necesidades de hidratación básica cuando no se entrena. Intente beber 240 mililitros cada hora, de media. El agua debería constituir la mitad de su ingesta de líquidos diaria, pero también puede beneficiarse de la hidratación proporcionada por otras bebidas Los zumos, los productos lácteos, la leche de soja, la sopa y diversos suplementos deportivos pueden ser también otras alternativas. Algunos alimentos —especialmente las frutas y las hortalizas— contienen un alto porcentaje de agua y pueden también aportar líquidos a la dieta diaria. Los deportistas de resistencia con requerimientos calóricos muy elevados pueden consumir bebidas con alto contenido calórico, como por ejemplo zumos y batidos, para contribuir a cubrir sus necesidades de líquidos, hidratos de carbono y energía. Las bebidas con cafeína pueden añadirse a la dieta en cantidades razonables, pero no deberían constituir nuestra principal opción antes y después de entrenar. Excedernos en el consumo de cafeína también puede interferir en los ritmos del sueño y provocar nerviosismo y agitación.

EL ALCOHOL Y USTED

Si bebe alcohol, hágalo de manera sensata:

•Evite el alcohol en las 24 horas anteriores —como mínimo— a una competición o una sesión de entrenamiento muy exigente.

•Después de entrenar o competir, recupere energía e hidrátese con bebidas sin alcohol.

•Consuma alcohol con moderación durante los períodos de entrenamiento intenso.

•Recuerde que los refrescos, los zumos, las bebidas energéticas y otras bebidas para mezclar añaden calorías a la bebida alcohólica.

•El alcohol tiende a incrementar el apetito y el consumo de alimentos.

•Evite el alcohol si padece alguna lesión o hemorragia en los tejidos blandos.

•Consuma 240 mililitros de líquido sin alcohol por cada bebida alcohólica consumida.

COMPRUEBE SU ESTADO DE HIDRATACIÓN

Usted puede controlar su estado de hidratación comprobando el color y la cantidad de su orina. Una orina de color claro, o como la limonada, refleja un consumo adecuado de líquidos, mientras que una orina oscura, o como el color del zumo de manzana, o bien una cantidad escasa, indica que debemos aumentar la ingesta de líquidos. La orina tiende a ser más concentrada cuando nos acabamos de levantar, pero debe aclararse a lo largo del día. Deberíamos orinar al menos el volumen de cuatro vejigas llenas cada día. Ciertos suplementos de vitaminas pueden oscurecer la orina o añadirle un brillo fosforescente, por lo que el volumen —y no el color— puede ser un mejor indicador del estado de hidratación si los estamos tomando. Controlar de forma habitual nuestro peso durante los períodos de entrenamiento intenso puede ser también útil para valorar el equilibrio hídrico. Si notamos pérdidas significativas de peso cuando nos pesamos por la mañana, puede ser un síntoma de deshidratación crónica.

Definitivamente, merece la pena concentrarse en el consumo diario de líquidos y hacer un esfuerzo por mejorar en este aspecto. Los deportistas que han desarrollado técnicas para aumentar su ingesta de líquidos han descubierto de manera consistente que una mejor hidratación tiene como consecuencia una mejor recuperación y unos mayores niveles de energía. Mejorar nuestros niveles de hidratación es realmente muy sencillo. Simplemente planifique con antelación y asegúrese de que dispone de agua y otros líquidos para consumir a lo largo del día. Esto le garantizará poder comenzar las sesiones de entrenamiento con el cuerpo bien hidratado.

AGUAS DE DISEÑO Y CALORÍAS ENCUBIERTAS

Actualmente podemos elegir entre varias de aguas «de diseño», normalmente llamadas «aguas potenciadas», que ofrecen de todo en su mezcla, desde vitaminas, minerales y antioxidantes, hasta hierbas y cafeína. Algunas llevan saborizantes sin edulcorantes añadidos, mientras que a otras se les aporta sabor y dulzor con un sustituto del azúcar, o bien se les da sabor y dulzor con algún tipo de azúcar (o una combinación de azúcar y sustituto del azúcar). Las opciones pueden resultar confusas, y en su publicidad estas bebidas suelen confundirse con las bebidas deportivas, o con las bebidas a base de hidratos de carbono y electrólitos con formulaciones científicas específicas que los deportistas de resistencia consumen durante el ejercicio para reponer las pérdidas de líquidos, hidratos de carbono y electrólitos.

Lea las etiquetas para saber lo que está comprando. Quizá su plan sea obtener sus vitaminas y minerales a partir de una amplia variedad de alimentos y un suplemento polivitamínico mineral, y prefiera no consumir demasiadas calorías procedentes del azúcar. Compruebe los tamaños de las raciones; algunas botellas contienen múltiples raciones. Las aguas con azúcares añadidos suelen aportar entre 70 y 125 calorías por cada botella de 600 mililitros (compruebe el tamaño de la ración en la etiqueta), lo que hace que se encuentren próximas a los refrescos en lo relativo a las calorías, sin incluir su agua carbonatada. Las etiquetas de algunas de estas aguas afirman que tienen cero calorías, pero debemos vigilar el uso de edulcorantes artificiales. Con cero calorías y sin edulcorantes artificiales, algunas de estas aguas aportan sabor a las personas a las que no gusta beber agua sola, y por esta razón promueven una buena ingesta de líquidos.

Las aguas que llevan hierbas en su composición y están potenciadas con vitaminas quizá no contengan cantidades significativas de estos nutrientes por cada ración; sin embargo, si las bebemos frecuentemente podemos llegar a consumir lo suficiente como para ingerir un exceso de estas sustancias. Actualmente no existen datos científicos que respalden la idea de que beber agua enriquecida con oxígeno aumente nuestra energía por incrementar el contenido en oxígeno de los glóbulos rojos, tal como se afirma en la publicidad de estos productos.

ESTRATEGIAS DE HIDRATACIÓN DIARIAS

•Comience el día con la hidratación en mente. Beba para desayunar líquidos como zumos, leche, leche de soja o cualquier otro sustituto de la leche. Los cereales líquidos calientes y las frutas con mucho zumo, como por ejemplo los melones, también contribuyen a la ingesta de líquidos. Una dosis moderada de una bebida con cafeína es excelente por la mañana.

•No confíe en las bebidas con cafeína para sus necesidades de hidratación. Después de una ingesta moderada de cafeína, pásese al café descafeinado, el té descafeinado, el té de hierbas u otras bebidas sin cafeína.

•Lleve siempre agua a todas partes; por ejemplo, cuando vaya de camino al trabajo y mientras esté en el trabajo o en el centro de estudios.

•Incluya en las comidas y los tentempiés zumos de frutas al 100%, leche de soja o de vaca, yogur y agua.

•Aderece su agua con limón, lima o una pequeña cantidad de zumo para aportar sabor.

•Consuma 720 mililitros de líquidos 2 horas antes de hacer ejercicio, y entre 240 y 480 mililitros adicionales 30 minutos antes de hacer ejercicio, para asegurarse de que comienza a entrenar bien hidratado.

Si uno de nuestros objetivos como deportistas de resistencia es reducir el peso y la grasa corporal, debemos replantearnos lo que ponemos en el plato, pero lo que consumimos en un vaso o taza puede tener el mismo impacto sobre la composición corporal.

Las bebidas edulcoradas con azúcar son las que aportan más calorías en las dietas de muchos norteamericanos; no sólo los refrescos, sino también las bebidas con sabor a frutas y ciertos tipos de té helado edulcorado. Estas bebidas también pueden estar desplazando a otras más saludables que contienen vitaminas y minerales. Las bebidas azucaradas suelen estar disponibles en tamaños grandes o súper grandes. Y las calorías líquidas pueden no tener el mismo efecto saciante que los alimentos sólidos, ya que la acción de sorber sustituye a la de masticar, sin dar a nuestro cerebro tiempo para llevar la cuenta de lo que hemos comido. Aunque durante un período de duro entrenamiento puede haber momentos en los que las bebidas de recuperación y las calorías adicionales sean necesarias y aconsejables, esos productos también aportan nutrientes específicos para el proceso de recuperación, y no calorías vacías. Por lo tanto, debemos ser conscientes de las opciones líquidas, sus calorías y contenido en nutrientes, y utilizarlas adecuadamente. La tabla 1.3 resume alguna de las aguas de diseño que hay actualmente en el mercado1.

TABLA 1.3AGUAS DE DISEÑO


AGUA: ¿EMBOTELLADA O DEL GRIFO?

Los norteamericanos consumen actualmente más de 34.000 millones de litros de agua embotellada al año. En los últimos años, la industria del agua embotellada ha afrontado el problema que el uso de las botellas de plástico provoca en los vertederos. Informes recientes indican que el agua embotellada no es necesariamente más segura que el agua del grifo.

El agua embotellada contiene otras sustancias, aparte de agua. Dependiendo de donde vivamos, puede contener distintos niveles de minerales como flúor, calcio, sodio, magnesio, hierro, cinc, plomo y mercurio. Aunque el calcio y el flúor pueden ser beneficiosos, el plomo y el mercurio no lo son. Como deportista y consumidor preocupado por su salud, usted puede también sentirse alarmado por la contaminación con microbios y restos de pesticidas del agua.

A diferencia del agua embotellada, el agua del grifo está regulada por los estrictos baremos de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), pero hay algunos contaminantes que la EPA no regula. La entidad de su municipio que esté a cargo del sistema del agua debe aportar un informe anual durante el mes de julio*. Este informe refleja los contaminantes detectados en el agua que usted bebe y toma nota de cualquier violación que se haya producido durante el año anterior. La empresa suministradora de agua también debe comprobar el contenido de microbios varias veces al día. Usted puede ponerse en contacto con su ayuntamiento para obtener los nombres y los datos de los laboratorios certificados que prueban el agua que sale del grifo. Los niveles de plomo y cobre pueden ser más altos de lo que indican los informes oficiales debido al deterioro de las tuberías y llaves de paso de su casa.

Para los adultos sanos, el agua del grifo de los Estados Unidos es una opción muy segura, pero eso no significa que no podamos hacerla más segura aún. Si usted descubre que su agua no es de la mejor calidad, puede recurrir al agua filtrada. Hay muchos filtros que se adaptan al grifo y que pueden eliminar el plomo y otros contaminantes. Otro método cómodo es un filtro que efectúa su acción al salir el agua, que puede colocarse en una jarra especial y conservarse en el frigorífico. Entre los filtros más caros está un modelo que se coloca bajo el fregadero y que requiere una conexión permanente a la tubería del agua. Los filtros por ósmosis inversa se consideran los mejores de su categoría y pueden eliminar el plomo, el mercurio, minerales, algunos pesticidas y los microorganismos. Los filtros integrales para la casa son los más caros y se instalan donde el agua llega a la tubería principal. La ventaja de éstos es que cubren toda el agua utilizada en la casa.

Una organización independiente llamada NSF International establece los baremos y certifica los sistemas de filtrado de agua. Su página web, www.nsf.org, ofrece una lista de los filtros y de los contaminantes para los que cada uno dispone de certificado que asegura que logran reducir en el agua. Busque un filtro con agujeros de un diámetro de menos de 1 micrómetro. Asegúrese de seguir las instrucciones del fabricante relativas a la sustitución del cartucho del filtro.

Dado que es conveniente tener un suministro de agua portátil para cuando nos desplacemos al trabajo y estemos trabajando, llevar una botella reutilizable llena de agua del grifo es una excelente solución. Usted no tendrá que comprar agua embotellada ni tirar la botella cuando la haya acabado. Simplemente asegúrese de enjuagar la botella todos los días con agua caliente y algo de jabón, a fin de mantenerla libre de bacterias. Incluso puede comprar botellas de acero inoxidable, que no contiene los componentes poco seguros de las botellas de plástico.

Si usted decide que el agua embotellada es una alternativa más cómoda, debe entender que no hay nada que le garantice que está libre de microbios o que sea más segura que el agua del grifo. Alrededor de una cuarta parte de todas las aguas embotelladas proceden de fuentes de agua de alguna localidad. El agua embotellada puede ser agua de fuente, agua mineral, agua de pozo o agua destilada. A diferencia del agua del grifo regulada por la EPA, el agua embotellada la regula la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA). No se comprueban el nivel de los parásitos criptosporidios y giardias, y sólo se revisa el nivel de microbios una vez por semana. No obstante, es cómoda, y a muchos consumidores les gusta el sabor de determinadas marcas.

Busque marcas de agua embotellada que mantengan la certificación NSF International. Para hacerlo, los embotelladores deben enviar muestras diarias, para revisar el nivel microbios, a un laboratorio independiente, y mantener registros de los cambios en los filtros, además de otras comprobaciones relativas a la calidad. Usted puede determinar si la marca de agua que consume está certificada por la NSF visitando la página web de la NSF.

* Esta información es aplicable a los Estados Unidos. En España, el Ministerio de Medio Ambiente es el encargado de velar por la calidad del agua corriente. Hispagua es el sistema español de información sobre el agua (http://hispagua.cedex.es/).

Piense antes de beber:

•Beba sólo zumo que sea 100% fruta, y conozca sus límites. Una ración de 120 mililitros aporta 60 calorías en la mayoría de los zumos. Busque fuentes de vitamina C, e incluso bebidas enriquecidas con calcio.

•Utilice leche baja en grasa siempre que sea posible.

•Pida las bebidas de café con leche desnatada y no se ponga nata.

•Pida sirope sin azúcar para las bebidas de café, o menos cantidad de sirope normal.

•Tenga cuidado con las bebidas de café helado y otras opciones parecidas a los batidos de leche. Pida café con leche desnatada.

•Los batidos pueden contener entre 200 y 800 calorías por ración. Elija las versiones con menos calorías y las raciones más pequeñas.

PERFIL DE DEPORTISTA

Estrategias de hidratación diaria: Nora

Nora es una ciclista universitaria que se quejaba de fatiga diaria, de una mala recuperación después de los entrenamientos y de frecuentes infecciones del tracto respiratorio superior. Comentaba que tenía dificultades especiales con la hidratación durante las sesiones de entrenamiento a primera hora de la mañana. Una comprobación que le habían hecho poco antes, en el centro de salud de la estudiante, indicó que en realidad estaba deshidratada.

Durante sus entrenamientos matinales de dos horas, Nora consumía gelatinas y barritas de hidratos de carbono, pero menos de 240 mililitros de agua. Su consumo diario de agua era también limitado, con menos de 1 litro de agua al día. Nora decía que su orina se volvía más oscura según avanzaba el día.

A partir de esta valoración inicial, a Nora se le aconsejó que mejorase sus estrategias de hidratación diaria. Estaba experimentando una deshidratación significativa durante su sesión de entrenamiento matinal, y no se hidrataba lo suficiente después del entrenamiento y a lo largo del día. Se le aconsejó que, por cada medio kilogramo de peso perdido durante su sesión de entrenamiento matinal, consumiera 720 mililitros de agua en las 3 horas posteriores al entrenamiento. Para mejorar el proceso de rehidratación, este líquido debía consumirse con alimentos y otros líquidos que contuvieran sodio de forma natural. La hidratación diaria debía continuar en las 3 horas posteriores al entrenamiento, con entre 240 y 300 mililitros obtenidos a partir de agua, leche y zumos. El estado de hidratación debía verificarse comprobando el color de la orina a lo largo del día.

Para minimizar la deshidratación sufrida durante estas sesiones de entrenamiento a primera hora de la mañana, a Nora se le enseñó a comprobar sus pérdidas de sudor y a incrementar su consumo de líquidos a 720 mililitros por hora. Ella sigue perfeccionando sus estrategias de hidratación tanto sobre la bicicleta como sin ella.

__________________

1. Nota del traductor. Las aguas de diseño actualmente no son de uso común en España y los países latinoamericanos, excepto en aquellos en que es más clara la influencia de los Estados Unidos. Algunas de las marcas comerciales disponibles en España son Hildon, Lurisia, Panna, San Pellegrino, Tau, Veen y Voss.

Nutrición deportiva para deportistas de resistencia (bicolor)

Подняться наверх