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PROBLEMA Y SOLUCIÓN EN NUESTRAS MANOS

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Para concluir con la desarmante lógica del Dr. Seignalet y sus conclusiones, podemos aportar otra observación positiva y de sentido común. Es siempre uno quién genera el problema, y también uno quién tiene la solución en sus manos. Si uno “ha hecho el lío”, uno mismo es quién lo puede (y debe) arreglar. Así de simple y fácil de entender. Pero claro, con este abordaje hay dos “problemas”. Si todos asumiésemos esta realidad, se terminarían las enfermedades crónicas y degenerativas, cosa que a muchos no conviene. Por tanto, no esperar muchos difusores del tema y sí muchos críticos y cuestionadores.

La otra parte del “problema” es la irresponsable actitud que impera en nuestra sociedad contemporánea. Aceptar esta visión de la realidad implica asumir la propia responsabilidad. Debemos hacernos cargo de la situación, a lo cual la mayoría no está dispuesta. Por eso siempre buscamos alguien o algo que nos cure, que es más fácil que cambiar de hábitos.

Si enlazamos estos dos aspectos (el negocio de la enfermedad crónica y la irresponsabilidad del paciente crónico que reclama soluciones mágicas), vemos claramente como se dan la mano dos arraigadas debilidades humanas: negocio e irresponsabilidad. Modificar esta dolencia social es el desafío de los conscientes: la ignorancia, justifica; el saber, condena.

No crea que estos problemas son sólo de nuestras latitudes. En agosto de 1971, el Departamento de Agricultura de EEUU publicó un estudio, para evaluar la relación entre las enfermedades y las dietas [12] . De acuerdo al estudio:

 La mayoría de los problemas de salud están relacionados con la dieta .

 El real potencial de una mejora dietaria es la prevención de las enfermedades.

 Las recomendaciones deberían llegar a todos, especialmente la población de menores ingresos.

 Los mayores beneficios son de mediano y largo plazo.

 Los cambios tempranos en las dietas pueden evitar el desarrollo de los impactantes efectos nocivos .

Tal como denuncia Mark Rojek [13] , al poco tiempo de su publicación, todas las copias del reporte fueron confiscadas por el gobierno federal. Recién en 1993 llegó misteriosamente una copia a una organización no gubernamental (Citizens for Health) que luchaba para evitar que la FDA (Food and Drug Administration) clasificara a los suplementos alimenticios como fármacos.

Para quien busca control y poder sobre la población, la salud resulta un blanco legítimo. Si se puede manipular la salud o inducir enfermedades en la población, modificando lo que consumen, es sencillo crear un pseudo sistema del cuidado de la salud, que simule dicho objetivo, pero que en realidad apunte a generar rentabilidad a partir de enfermedades fáciles de prevenir o curar, con solo mejorar la dieta. Estos procedimientos alternativos se pueden desacreditar fácilmente, con solo calificarlos de “remedio casero”, “charlatanería” o “poco científico”.

En nuestro país los estamentos nutricionales formales le dan a la sociedad un mensaje confuso y desolador [14] : “ La obesidad es una enfermedad crónica y, como todas estas, se trata, se mejora, pero no se cura, aunque en ambientes pocos serios se prometa lo contrario”. Por deducción, este trabajo es “ poco serio” pues acabamos de ver que la obesidad no es una enfermedad, sino un ensuciamiento crónico y, como toda toxemia, se resuelve limpiando y no ensuciando.

Para no hablar por otros, puedo referir mi ejemplo: hace 15 años, víctima de la ignorancia y de un estilo de vida malsano, pesaba 100 kg y tenía desordenes de todo tipo (circulación, acidosis, desmineralización, estreñimiento…), que se revirtieron en pocos años de aprendizaje y prácticas depurativas. Volví a mi peso normal [15] , sin fármacos ni dietas mágicas; bastó limpiar y dejar de ensuciar.

Si usted tiene este libro en sus manos y ha llegado hasta aquí, seguramente no pertenece a la mayoría que busca derivar sus responsabilidades hacia terceros o acepta ser víctima del sistema de salud. Está intentando hacerse cargo de la situación, por lo cual lo animamos a seguir adelante, pues la recompensa bien vale el esfuerzo. Tal vez no tenga en claro el “como”, cosa que abordaremos luego de identificar mejor el problema. Precisamente la mayor comprensión de las causas, facilitará el recorrido posterior . Todo es de sentido común: drenar la toxemia acumulada y nutrir sin aportar nueva toxemia. Como diría una buena ama de casa, “basta con limpiar y no ensuciar”.

[1] Ver artículos y entrevistas en www.nestorpalmetti.com y el libro “La alimentación, la tercera medicina” - Dr. Jean Seignalet - 2005 RBA.

[2] Parásito: organismo que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a matarlo. Diccionario de la Real Academia Española.

[3] Posee efecto vasodilatador (hipotensión y migrañas), aumenta la permeabilidad capilar, incrementa la secreción gástrica (acidez), provoca taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca) y catalepsia (rigidez extrema y ausencia de movilidad), genera hipersensibilidad inmediata y estimula el comportamiento agresivo.

[4] Produce sustancias vasoactivas (irritación, pánico, miedo, taquicardia, sofocos), interfiere con receptores de la acetilcolina (trastornos de memoria y transmisión nerviosa), produce histamina (inflamaciones y supresión de glóbulos blancos), bloquea enzimas claves para el sistema hormonal, destruye la vitamina B6 (problemas inmunológicos, calambres, retención de líquidos, desequilibrio hormonal), destruye sustancias desintoxicantes (glutatión y cisteína), inhibe la dopamina (depresión, insomnio, estrés)…

[5] Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta (EEUU), compararon el ADN de seres humanos y chimpancés, demostrando que compartimos genomas extremadamente similares. Solo el 1% de nuestros genes nos diferencian. BBC Ciencia, 24/1/06.

[6] Ver libro “Prandiología Patológica” de Editorial Buena Vista (Córdoba).

[7] Aparición del Ardipithecus ramidus, homínido que habitaba los actuales territorios de Kenia, Etiopía y Nigeria - R.F.Kay, Diet of early Miocene hominoids, Nature 1977.

[8] Ver libro “El año 1000” de Lacey y Danziger, Ediciones B 1999.

[9] K. Milton - Nutritional characteristics of wild primate foods: do the diet of our closets living relatives have lessons for us? Nutrition 1999.

[10] La influencia del alimento cocinado en la sangre de los humanos, detallado en el libro Nuevas leyes de la alimentación humana, editado en 1937 en Lausanne (Suiza) por la Societé Vaudoise de Sciences Naturelles.

[11] Ver libro “Prandiología Patológica” de Arturo Capdevilla.

[12] "An Evaluation of Research in the United States on Human Nutrition; Report No. 2, Benefits from Nutrition Research"

[13] Nexus Magazine, Volume 10, Number 6 (October-November 2003) PO Box 30, Mapleton Qld 4560 Australia. editor@nexusmagazine.com - www.nexusmagazine.com

[14] Revista Rumbos, ¿Son las dietas la solución de la obesidad?

[15] Mido 1,70m y peso 63kg, o sea el 10% menos que los cm de altura.

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