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¿PECES, BALLENAS O DELFINES?
“El mayor desorden de la mente consiste en creer que las cosas
son de cierta manera, porque nosotros deseamos que así sean”
Jacques Benigne Bossuet
La clasificación de la orca es:
Clase: Mammalia
Orden: Cetácea
Suborden: Odontoceti
Familia: Delphinidae
Genero: Orcinus
Especie: Orca
El orden al que pertenecen estos mamíferos marinos, Cetácea, tiene raíz griega (ketos) y latina (cetus): en ambos casos, el significado de los términos es ballena. Por ese motivo no se puede negar de manera absoluta que la orca pueda ser considerada una ballena; para evitar confusiones se determinó el uso de una característica para marcar las diferencias: todo cetáceo que posea barbas en lugar de dientes, es una ballena. Esa diferencia se encuentra en los dos subórdenes en los que se dividen los Cetácea: Mysticeti y Odontoceti.
El primer suborden, al que no pertenece la orca, tiene dos características: poseen cráneos simétricos y carece de dientes. En el lugar de la dentadura los Mysticeti tienen prolongaciones córneas de queratina llamadas barbas en un número y tamaño variable de acuerdo a la especie. Las barbas tienen forma de un peine y cuelgan a ambos lados del maxilar superior del animal, lo que permite filtrar el alimento (compuesto principalmente por krill, entre otras especies planctónicas y pequeños peces). Los Mysticeti se divididen en tres familias: Eschrichtiidae (ballena gris, exclusiva del hemisferio norte); Balaenopteridae (ballenas rorcuales, divididas a su vez en los géneros Balaenoptera y Megaptera) y Balaenidae (que también se divide en los géneros Caperea, Balaena y Eubalaena). En la actualidad existen once especies de estas grandes ballenas.
El segundo suborden, donde se inscriben las orcas, presenta cráneos asimétricos y dientes cónicos. El volumen de la dentadura varía según la especie: los zifios poseen sólo dos dientes y el delfín común puede superar los 240. También el tamaño de las piezas varía entre especies: desde 1,5 a veinte centímetros. Al presentar dientes de igual forma y tamaño (homodoncia) y carecer de molares que les permitan masticar, los Odontoceti deben trozar y tragar pedazos enteros de su alimento. Este suborden es muy amplio: incluye nueve familias y alrededor de setenta especies.
Dentro de este suborden, la orca pertenece a la familia Delphinidae, aunque por la forma redondeada del frente de la cabeza (producida por el tejido graso llamado melon, que se ubica sobre el maxilar superior) se la incluye en la subfamilia Globicephalidae, junto con las falsas orcas, las orcas pigmeas y los calderones.
Por último, debido a su amplia distribución a nivel mundial, el género sufre variaciones además de las diferencias debidas al sexo y la edad: los cambios en el color, el tamaño, la alimentación y el territorio dan forma a distintas razas de orcas.
Al menos ocho de las once especies conocidas de Mysticeti y veintiséis de las setenta especies de Odontoceti fueron vistas y registradas en aguas argentinas. El siguiente es el listado taxonómico de cetáceos observados en aguas del Mar Argentino, con indicación (asterisco) de los animales localizados en particular en las aguas de los Golfos Nuevo y San José, en la Península Valdés:
Mysticeti, familia Balaenidae: ballena franca (Eubalaena australis)* y ballena franca pigmea (Caperea marginata)*;
Mysticeti, familia Balaenopteridae: ballena azul (Balaenoptera musculus), ballena fin (Balaenoptera physalus), ballena sei (Balaenoptera borealis)*, ballena de Bryde (Balaenoptera edén), ballena minke (Balaenoptera acuturostrata)* y ballena jorobada (Megaptera novaeangliae)*;
Odontoceti, familia Ziphiidae: zifio de Arnoux (Barardius arnuxii), zifio de Shepherd (Tasmacetus shepherdi)*, zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) *, zifio nariz de botella (Hyperoodon planifrons), zifio de Héctor (Mesoplodon hectori), zifio de Gray (Mesoplodon grayi)* y zifio de Layard (Mesoplodon layardii);
Odontoceti, familia Platanistidae: franciscana (Pontoporia blanvillei)*;
Odontoceti, familia Physeteridae: cachalote (Physeter catodon)* y cachalote pigmeo (Kogia breviceps);
Odontoceti, familia Phocoenidae: marsopa de anteojo (Phocoena dioptrica)*, marsopa espinosa (Phocoena spinipinnis)*;
Odontoceti, familia Globicephalidae: ballena piloto o calderón (Globicephala melas)*, orca (Orcinus orca)*, orca pigmea (Feresa attenuata) y falsa orca (Pseudorca crassidens)*;
Odontoceti, familia Delphinidae: delfín austral (Lagenorhynchus australis), delfín oscuro (Lagenorhynchus obscurus) *, delfín cruzado (Lagenorhynchus cruciger), delfín de Fraser (Lagenodelphis hosei)*, delfín liso del Sur (Lissodelphis peronii), tonina overa (Cephalorhynchus commersonii)*, delfín de Risso (Grampus griseus)*, delfín listado (Stenella coeruleoalba), delfín moteado (Stenella attenuata), delfín común (Delphinus delphis) y tonina nariz de botella (Tursiops truncatus o Tursiops gephyreus)*
Durante mucho tiempo se pensó que estos mamíferos marinos eran peces. Los antiguos grabados los presentan con cola de pez, escamas, garras y dientes. Un marino escribió: “Como los peces, las ballenas tienen la piel lisa. Como los peces, las ballenas tienen aletas. Como los peces, las ballenas tienen cola. Así, pues, deduzco que las ballenas son peces”. En celebraciones cristianas que prohíben la ingesta de carne roja se comieron delfines por pensar que eran peces y no mamíferos marinos.
Para complicar aún más el panorama, las denominaciones eran infinitas. En 1758, con la décima edición de Systema Naturae de Karl Linnaeus, se establece que ningún nombre mencionado antes tiene validez y se describen 4236 especies, que adquieren aceptación oficial. Esa fue la primera publicación que adhirió a la nomenclatura binaria –equiparable a la designación de las personas por su nombre y apellido– que facilitó el registro y la catalogación de las poblaciones.
Linnaeus denominó científicamente a las orcas como Delphinus orca, literalmente delfín demonio. El origen de ese nombre puede ser del latín orca (una clase de ballena), orcus (del más bajo mundo, divinidad infernal) u orco (de los infiernos, mortuorio). Casi un siglo más tarde, en 1860, Leopold Fitzinger creó un nuevo género, Orcinus, cuya derivación podría ser de latín orcynus, una clase de atún, en referencia a los hábitos predatorios de las orcas.
Además de esas importantes clasificaciones, en el pasado las orcas recibieron diferentes denominaciones científicas: Orca capensis, Orca magellanica, Orca ater, Orca rectipinna, Orca latirostris, Orca africana, Orca tasmanica, Orca minor, Orca antarctica y Orcinus nanus, entre otros. También se las reconoce por sus nombres vulgares: orca (Argentina), opaiachi o ëpaiachi (yamana, lengua de los aborígenes de Tierra del Fuego), killer whale (Estados Unidos), épaulard (Francia), sakamata o sadshi (Japón) y ardursak (lengua de los esquimales de Groenlandia).
Una de las razas de orcas más estudiadas desde la década del ’70 (con las pioneras investigaciones de Mike Bigg, Ken Balcomb, Graeme Ellis, John Ford, Ian MacAskie y Paul Spong, entre otros), es la del Pacífico Noroeste: se trata de más de trescientos individuos que durante el verano frecuentan las aguas costeras de la isla de Vancouver y Puget Sound.
Estas investigaciones revelaron que las orcas son matriarcales: el ejemplar dominante es la hembra más adulta, la madre o abuela de los integrantes de cada grupo. Las hembras son las responsables del paso intergeneracional de habilidades y experiencias (cómo y dónde varar, cómo interpretar las corrientes y mareas, los peligros que representan las restingas, etcétera), de la enseñanza de las llamadas (las del grupo y las compartidas con otros) y seguramente de la transmisión de su historia, experiencias esenciales para la conducta social del grupo, su supervivencia y su reproducción.
La compleja sociedad de las orcas está formada por los grupos maternales, unión de una hembra adulta y su cría, que nadan juntos. Luego siguen los subpod, compuestos por dos o más grupos maternales que viajan juntos e inclusive permanecen asociados toda su vida. En orden de complejidad ascendente, el pod, se organiza con dos o más subpods que viajan juntos y comparten un dialecto del grupo y complejas técnicas de caza. Un subpod podría separarse del pod por algún período y regresan sin que se generasen problemas sociales. Por último, la comunidad está conformada por agregaciones de pods que nadaron juntos por lo menos en una ocasión.
A las orcas estudiadas en el Pacífico Noroeste se las dividió en residentes del Norte y residentes del Sur. Presentan aletas dorsales con el extremo superior redondeado; su montura, dividida por una línea negra, desciende desde el lomo hacia adelante en forma paralela, semejante a un dibujo marmolado. Se alimentan exclusivamente de peces (sobre todo, salmón) y se desplazan por los pasajes oceánicos entre islas y cerca de la costa; mantienen dialectos particulares de cada grupo o pod y vocalizan durante largos períodos.
Estos grupos presentan una estabilidad social permanente: viven en unidades familiares cuyos integrantes suelen nacer y morir dentro del grupo. Periódicamente se unen con otros grupos de individuos emparentados para nadar y cazar juntos, hecho que facilita el apareamiento entre machos y hembras de grupos diferentes (aunque Deborah Duffield y Lanny Cornell hallaron evidencias cromosómicas y bioquímicas de consanguinidad en orcas).
En las mismas aguas se encuentra una segunda raza de orcas (que se presume de la misma especie, separada genéticamente por miles de años), las comunidades transeúntes. Presentan aletas dorsales triangulares y más puntiagudas que las residentes; sus monturas, cerradas, se parecen a las de nuestras orcas, que generalmente no presentan una línea negra en su montura gris. También al igual que nuestras orcas, en su dieta incluyen –además de peces– lobos marinos y focas, entre otros mamíferos marinos.
En esta raza, la estabilidad social no se mantiene a largo plazo como en las residentes: con frecuencia, los machos abandonan a sus madres al llegar a la madurez y viajan solos o en grupos. No utilizan dialectos particulares de cada grupo sino que comparten, desde California hasta el Sudeste de Alaska, los mismos sonidos de llamadas. Suelen pasar la mayor parte del tiempo silenciosas; vocalizan cuando capturan y comen una presa.
Durante sus desplazamientos suelen realizar inmersiones por períodos de hasta cinco minutos; además, sus respiraciones no son tan audibles como las de las residentes, ya que al incluir mamíferos marinos en su dieta deben ser cuidadosas para no alertar a la presa mientras se aproximan a ella. Esta conducta también es compatible con las de nuestras orcas.
Las transeúntes se desplazan solas o en grupos pequeños (por lo general, de hasta seis individuos) a lo largo de la línea costera del oeste de los Estados Unidos; si se cruzan con grupos residentes, no interactúan. Aún no se determinaron los límites del territorio y el número de individuos que compone esta comunidad.
En 1997 se descubrió en esa zona una tercera raza, a la que se llamó comunidad de mar abierto, que parece preferir las aguas abiertas (alrededor de la Isla Reina Charlotte, British Columbia) a las costeras o más protegidas donde hay residentes y a veces transitorias. Presentan aletas dorsales de punta curvada y, en ocasiones, la misma montura marmolada de las residentes. Se desplazan en grupos de veinte a sesenta individuos; se alimentan de peces y de mamíferos marinos. Esta raza podría estar socialmente aislada de las anteriores por miles de años.
Las comunidades de orcas de nuestro país mantienen conductas sociales y alimentarías parecidas a las transitorias y de mar abierto, a pesar de su enorme distancia geográfica y genética de ellas. Vocalizan poco o nada, excepto cuando capturan una presa y la comen; los individuos adultos también se emancipan de la madre y se unen a otros grupos.
Durante la temporada ballenera antártica de 1979-80, la flota ballenera Soviet Russia cazó 906 orcas, una matanza organizada y masiva que mereció el repudio internacional y la posterior prohibición. En 1983 se conocieron los resultados de los estudios que realizaron los investigadores rusos A.A Berzin y V.L. Vladimorov: 220 ejemplares tenían los vientres blancos característicos de la Orcinus orca mientras los 686 restantes presentaban una estructura general más pequeña y estaban cubiertos por una fina capa de diatomeas, por lo cual se las denominó orcas amarillas.
Los análisis morfológicos y bio-ecológicos les permitieron explicar la diferencia y declarar que en aguas de la Antártida viven dos tipos de orcas del género Orcinus. La especie recién descubierta –a la que llamaron glacialis– se alimenta casi exclusivamente de peces y se congrega en grupos de 150 a doscientos individuos. A pesar de habitar en regiones muy cercanas, no se mezcla con Orcinus orca, que forma grupos de diez a quince individuos. Orcinus glacialis se encuentra alrededor de la banquina helada o entre grandes bloques de hielo (los ejemplares cazados fueron localizados entre los 60° y 141° 40’, en diversas latitudes), mientras que Orcinus orca prefiere las aguas libres de hielo.
El estudio también señaló diferencias comparativas entre ambas especies: machos y hembras de Orcinus glacialis son más pequeños que los de Orcinus orca, cuyo ancho de cráneo promedio es notablemente mayor (en machos, la medición del ancho del rostrum en su centro era de 7,1 por ciento mayor que Orcinus glacialis). Los dientes mostraron una diferencia importante en todos los casos: el diente de mayor tamaño y crecimiento terminado del macho de Orcinus glacialis es casi dos veces más pequeño y cuatro veces más liviano que el mismo diente con crecimiento pendiente del macho de Orcinus orca.
El trabajo de Berzin y Vladimorov sobre 156 estómagos de Orcinus orca y 629 de Orcinus glacialis mostró también diferencias en la alimentación: mientras en Orcinus orca predominaban los mamíferos marinos (89,7 por ciento contra 7,1 por ciento de calamares y 3,2 por ciento de peces), en Orcinus glacialis predominaban los peces (98,5 por ciento contra 1,1 por ciento de calamares y 0,4 por ciento de mamíferos marinos).
En 1981, Yu Mikhalev y sus colaboradores propusieron que la población de orcas del Océano Antártico fuera considerada como una nueva especie: la llamaron Orcinus nanus (orca enana) y argumentaron que sus individuos son 1,5 metros más pequeños que las orcas del hemisferio norte. Sin embargo, a partir de los estudios de 1983 se planteó la posibilidad de que nanus y glacialis sean un mismo tipo de orca.
Pero estudios más recientes están indicando que existirían en la Antártida cuatro tipos de orcas:
Tipo A: tiene el tamaño de una orca promedio ( hasta 9 metros los machos y 6 las hmebras) con un patrón de color blanco y negro, y un parche ocular de tamaño medio, paralelo al cuerpo, sin capa dorsal. Vive en aguas abiertas y se alimenta casi exclusivamente de rorcuales australes (Balaenoptera bonaerensis).
Tipo B: es de menor tamaño que la de tipo A; el parche ocular es casi dos veces más grande que la del tipo A, y paralelo al cuerpo. Las zonas obscuras en lugar de ser negras tienen una capa de tono grisáceo. Posee una gran mancha gris claro que se distribuye desde la cabeza hasta la aleta dorsal, como si fuera una capa. Su dieta está constituida principalmente por focas, ballena minke y jorobada. Habita zonas costeras y regularmente en zonas de hielo, frecuenta la Península Antártica. Al menos algunos ejemplares del tipo B se desplazan hacia zonas cercanas al sur de Brasil, regresando a la Antártida luego de un viaje de unos 9.400 kilómetros en solo 42 días. Lo interesante del estudio realizado por Durban y Pitman es que al parecer lo hacen para cambiar la piel y eliminar con ella las diatomeas que la cubren, ya que sus desplazamientos, seguidos por satélite, indican que no se están alimentando sino nadando en forma constante.
Cuando estuve investigando en la Antártida solo pude observar ejemplares del tipo B.
Tipo C: la orca de este tipo es la más pequeña y la que vive en grupos de mayor tamaño. El parche ocular se orienta en forma oblicua y hacia adelante, en lugar de ser paralelo al eje del cuerpo .Al igual que las de tipo B tiene una gran mancha gris en el dorso y las zonas blancas poseen también un tinte amarillento. Se les ha observado alimentarse de bacalao antártico (Dissostichus mawsoni).
Tipo D: fue descrita basada en el análisis fotográfico de un varamiento masivo en 1955 en Nueva Zelanda y observaciones realizadas a partir de 2004. Es el tipo más diferente de orca en su apariencia y puede reconocerse de inmediato por su parche ocular muy pequeño y su cabeza más redondeada. Su área de distribución parece ser circumpolar sobre las aguas antárticas entre los 40° y 60° de latitud sur. Las manadas parecen ser grandes con un promedio de 17,6 miembros y un rango de 9–35 animales. Su dieta si bien se desconoce, se sospecha que se compone de pescado, ya que se han observado en las cercanías de los buques palangreros y se ha documentado la depredación sobre el bacalao austral (Dissostichus eleginoides), con buceos profundos.
Los estudios de ADN mitocondrial parecen avalar la hipótesis de que los tipos de orca descritos en la Antártida son especies diferentes que se separaron recientemente; sin embargo, los resultados aún no son concluyentes. Otros estudios de secuencias mitocondriales completas sugieren que los tipos antárticos B y C podrían reconocerse como especies diferentes, al igual que las transeúntes del Pacífico Norte.