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Gestión discursiva de restricciones sociales contra la prostitución en la publicidad de prostíbulos
ОглавлениеEl análisis segundo nos presenta un tema casi inédito en la bibliografía hispánica:2 las restricciones sociales contra la prostitución en las tarjetas publicitarias de prostíbulos en Medellín. Para su desarrollo, se parte de los principios de la semántica léxica, ocupada de todo lo relativo al significado de las palabras y, sobre todo, de las relaciones que estas mantienen en virtud de su significado: ¿cómo presentar un término prohibido como el de prostituta en unos anuncios que han de atraer al cliente?, ¿cuáles son las marcas que desembocan en determinados indicios que nos puedan llevar a los mecanismos empleados para la sustitución del término? En síntesis, se responde de manera muy acertada a una pregunta que Londoño se plantea: ¿qué mecanismos atenuativos son los empleados para enmascarar una práctica degradada con unas protagonistas –las prostitutas– cuya imagen también está deshonrada? Recordemos que se parte de la perspectiva interpretativa, para la cual se necesita descubrir determinadas marcas en los discursos analizados que sirvan de indicios a partir de los cuales formular una hipótesis.
El corpus para el análisis consta de veintiún octavillas publicitarias de prostíbulos, de las cuales doce presentan información acerca de los servicios y dieciséis introducen, además, propuestas laborales (“Se necesitan chicas”, por ejemplo). A partir de este corpus se establecen, de forma muy atinada, tres esferas semánticas mediante las cuales se construye la prostituta: esfera semántica de la informalidad, esfera semántica de la formalidad y esfera semántica del empleo. Todo ello es presentado mediante tablas y figuras, con las que el lector podrá siempre tener una idea más clara de lo que se plantea a lo largo del análisis.
En la esfera semántica de la informalidad, desplegada en los servicios de las tarjetas, el tabú prostituta se sustituye por los nombres chica, chicas, términos que, como argumenta el estudioso, sugieren un contacto íntimo informal entre la mujer prostituta y el cliente; junto a ellos, los adjetivos hermosas, lindas y mejores, a cuyos rasgos compartidos de belleza, grandiosidad y exquisitez añade esta última (mejores) los de [+deseable] y [+especial]; en todo caso, son términos sugerentes y asociables con atributos de belleza y exuberancia. En la segunda, la esfera semántica de la formalidad, se indica cómo la mujer prostituta se construye a través de los nombres damas y señoritas, separados por los rasgos distinguidores de [+adulta]/[+joven], y los adjetivos lindas y exclusivas, distanciadas por los rasgos [+adulta]/[+joven], respectivamente. Bien es verdad que todos estos términos formales, tanto sustantivos como adjetivos, pretenden ser más selectos, más considerados y, sin duda, dirigidos a otro tipo de público.
Por lo que respecta a los clasificados, Londoño identifica dentro de la esfera semántica del empleo dos campos semánticos distintos, tal y como hacía en el apartado anterior: el formal y el informal. En el primero, el anuncio se forja con la consideración de un mayor o menor involucramiento de las posibles aspirantes; estas aparecen nombradas con dos rótulos: personal femenino y damas, cuyo rasgo distinguidor será [+profesional]/[-profesional]. El término “damas” sugiere la idea de señoras nuevas, no profesionales; distintas, por tanto, a las conocidas tradicionalmente por el cliente. En el campo semántico del empleo informal, los vocablos empleados son los de chicas y jovencitas, sin que en ambos términos se señale rasgo distinguidor alguno.
En fin, estamos de acuerdo con la opinión defendida acerca del valor de su contribución; palabras acertadas del autor nos parecen estas:
Sin pretensiones de totalidad, este estudio contribuye a abrir la posibilidad de realizar otras investigaciones que exploren la publicidad de la prostitución en sus diferentes géneros (tarjetas, volantes, avisos publicitarios, banners) no solo desde la dimensión léxico-semántica sino, además, desde otras disciplinas y categorías de análisis; en este sentido, los variados subsistemas léxicos aportan a la interpretación de las maneras en que se gestiona la construcción discursiva de esta práctica social.