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Administración Antanas Mockus (2001-2003)19

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La segunda administración de Antanas Mockus se guió por el Plan de Desarrollo “Bogotá para vivir todos del mismo lado”. Su estrategia financiera se basó en la generación de nuevos ingresos20, producto de la elevación de los niveles de tributación y la reducción de la evasión; el ahorro en gastos; nuevo endeudamiento por un monto estimado de 1,3 billones de pesos; reducción de capital de Codensa; transferencias y cofinanciación.

Acciones y resultados21

Los ingresos totales de la ciudad crecieron en un 1,4 % real anual durante el periodo 2001-2003. Los ingresos que más aportaron a este aumento fueron las transferencias, que aumentaron en un 30 % real anual resultado de la gestión del Distrito frente al Gobierno Nacional22, y los ingresos corrientes con un aumento de 8,6 % real anual, producto de los esfuerzos de generación de ingresos propios (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2003, p. 240). Los aumentos más significativos se dieron en los impuestos de mayor participación: industria y comercio, predial unificado, sobretasa a la gasolina (que gracias a la Ley 788 de 2002 pasó de 20 % a 25 %), consumo a la cerveza y delineación urbana.

El impuesto de industria y comercio, que decreció en promedio 2,4 % real anual durante el periodo 1998-2000, pasó a observar un crecimiento real de 16 % anual entre 2001 y 2003. Estos resultados se obtuvieron gracias al aumento del 38 % en las tarifas (Concejo de Bogotá, 2002a), a la homologación de requisitos para pertenecer al régimen simplificado con los establecidos para el mismo régimen en el impuesto sobre las ventas. (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2003, p. 244), a la habilitación del sistema Dype de pago por vía electrónica, que aumenta el control por parte de la administración y facilita el pago por parte del contribuyente, y a la simplificación del trámite de Registro de Información Tributaria, lo que también permitió disminuir los costos de la Dirección Distrital de Impuestos.

El impuesto predial unificado se reforzó con la actualización de los valores catastrales de 697 mil predios (cerca del 42 % de los predios de toda la ciudad, sin tocar el problema del bajo avalúo de los centros comerciales). Esto representó ingresos adicionales en 200323 de $22,6 mil millones. Además, con la gestión antievasión, en conjunto creció un 12,5 % real en 2002.

La sobretasa a la gasolina, por su parte, también sufrió una disminución fruto de la sustitución por ACPM y gas natural, además de las restricciones a la movilización de vehículos, la entrada en funcionamiento de Transmilenio y el proceso de chatarrización. Para remediar esta situación se gestionó ante la Nación un aumento de la sobretasa a la gasolina de 20 a 25 % (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2003, p. 246), y se inició el control al expendio ilícito de combustibles y el proceso de disminución de la diferencia de precios del ACPM y la gasolina corriente.

El impuesto del consumo a la cerveza retornó a su senda natural después de la recesión económica, registrando decrecimientos reales del orden de 10,4 % en 2001, pasando en 2002 a un crecimiento de 9,1 %, proyectándose un crecimiento de 2,4 % para 2003.

Por su parte, el impuesto de delineación urbana registró uno de los mayores aumentos durante el periodo, dada su relación con el desempeño económico, el cual está altamente asociado al sector de la construcción, que entre 2001 y 2003 fue del orden de 48,6 %.

Como se puede observar, el esfuerzo propio en la generación de ingresos ha sido constante. Cuando Jaime Castro llega a la Alcaldía recibe una ciudad prácticamente quebrada; para 2010, Bogotá es una ciudad con alta legitimidad institucional en términos financieros.

Sobre el aporte voluntario del 10 % –ese interesante “ensayo” de política tributaria–, se hará la reseña en un capítulo posterior.

Impuestos y cambio cultural en Bogotá, 1992-2011

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