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EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS DURANTE LA PRIMERA INFANCIA

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Aunque el desarrollo de los niños se produce principalmente de acuerdo con ciertas regularidades, el tiempo y el orden de sucesión de las distintas fases de desarrollo pueden variar de un niño a otro. En todas estas fases la palabra clave es “movimiento”.

MOVIÉNDOSE ES CÓMO LOS NIÑOS SE CONOCEN A SÍ MISMOS Y CONOCEN EL MUNDO. LAS EXPERIENCIAS QUE TIENEN AL MOVERSE LES AYUDAN A ADQUIRIR LAS TRES HABILIDADES QUE DIFERENCIAN AL SER HUMANO DE LOS ANIMALES: ANDAR ERGUIDO, HABLAR Y PENSAR. EN EL TRANSCURSO DE LA PRIMERA INFANCIA, LOS NIÑOS HARÁN SUYAS ESTAS PRIMIGENIAS HABILIDADES HUMANAS QUE, EN PARTE, SE DESARROLLAN PARALELAMENTE Y, EN PARTE, SE SUCEDEN UNA TRAS OTRA.

Las personas que hay en el entorno de los niños juegan un papel importante para su desarrollo.

En primer lugar, esto es debido a su función de modelo a imitar. Al fin y al cabo, todos los procesos de movimiento de los niños tienen por finalidad imitar a los adultos. Hay que ofrecerles tantas oportunidades como sea posible para que se muevan, para que sean cada vez más hábiles en sus movimientos: al correr, al trepar, al ir en bicicleta, al lanzar y agarrar objetos. Cuanto más variada sea la oferta que les brindemos, mejor adquirirán cada una de esas destrezas.

Con el fin de mantener una buena claridad de exposición, vamos a dividir este capítulo sobre el desarrollo infantil en distintos apartados, aunque en los primeros años de vida cada uno de esos desarrollos depende de los otros y, en realidad, no se puede establecer una clara diferencia entre los procesos corporales y los psíquicos. Además del desarrollo motor, del habla y del pensar, vamos a hablar del desarrollo socioemocional y del de la voluntad. Para cada una de esas facultades indicaremos una edad aproximada, pero no debe ser motivo de preocupación si el ritmo de un niño es un poco más lento. Cuando un niño aprende a andar muy tarde, quizá se deba, simplemente, a que no tiene ninguna prisa y, si se le deja su tiempo, la mayoría de las veces la cuestión se resolverá por sí sola. Sin embargo, también es cierto que en algunos casos excepcionales podría ser el síntoma de un desarrollo anómalo, entonces una intervención a tiempo resulta vital. En cualquier caso, es importante realizar con regularidad visitas médicas preventivas.

— CADA NIÑO TIENE SU PROPIO RITMO —

Resulta fascinante constatar todo lo que nuestro hijo sabe hacer. Igualmente fascina observar cómo realiza esos pasos, puesto que también en el mismo proceso se expresa su particularidad. Un niño, por ejemplo, puede aprender a andar más tarde que los demás, pero en el transcurso de un solo día llegar a hacerlo con sorprendente perfección; mientras que otro niño puede intentar dar sus primeros pasos más temprano, y no conseguir andar hasta después de muchos intentos fallidos.

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