Читать книгу Psicopoética - Raúl Ernesto García - Страница 68
Ruptura
ОглавлениеPsicopoética surge ante todo porque constituye una de las posibilidades de los lenguajes concretos en relación o intercambio cotidiano. Intercambios que además funcionan en red con la materialidad social del mundo. Así, la psicopoética constituye una generación de significados y sentidos y una configuración de plexos existenciales en la interlocución asociada a conexiones afectivas irrepetibles del encuentro. La emergencia de psicopoética depende, por un lado, de la materia verbal vigente en los lenguajes concretos involucrados en el diálogo, con sus relaciones y connotaciones específicas, pero, por otro, depende también del acontecimiento vital que pueda tener lugar en dicho encuentro: el acontecimiento de la recomposición creativa de los propios estados de cosas (o estados de realidad) que actúan en ese instante. Psicopoética implica una combinación imaginativo-verbal de expresiones confrontadas o intercambiadas en virtud de lo cual se impugna la permanencia del decir instituido y se abren situaciones que subvierten, de algún modo, los significados ordinarios o normales de dichas expresiones (contrariamente, un diálogo que se aferre a su carga semántica, que tienda a cerrarse en una conformación de significados, no favorecerá el surgimiento de la psicopoética). Y, por lo mismo, en psicopoética cualquier componente significativo es necesariamente provisional o transitorio. Su condición ilativa es inestable. Rebasa –como ya lo he sugerido– el ámbito de la significación para ir hacia el sentido, siempre renovado.
Psicopoética no brota como derivación natural del encuentro dialógico; antes bien, implica una ruptura con el diálogo semántico ideal, implica un acontecer que rebasa los alcances meramente funcionales de la interlocución. El evento psicopoético tiende a fugarse de la prescripción lingüística; no se reduce a un juego del lenguaje, sino que más bien –como afirma Josu Landa respecto del acontecer poético– involucra un “peculiar devenir de cierta clase de juego en los lenguajes”.120 En efecto, psicopoética constituye una forma de interlocución que, a partir y a pesar de sus funciones significativas (carga semántica), subvierte tales funciones cuando encuentra las condiciones favorables para ello. Se trata de una interlocución que inaugura realidades diferentes al orden de la significación: que se separa por momentos de la prescripción lógico-discursiva del hablar, renunciando así al cumplimiento de certezas y de transmisión ideal de contenidos ilativos en cuanto mensajes. Dicho de otra manera, psicopoética no apela de lleno a la verdad de lo dicho. Esto es justamente el enfoque contrario a la perspectiva del diálogo interventivo, que convierte la interlocución en un medio (de orden técnico-científico-profesional) para la instalación de verdades teóricas y la promoción de prácticas más o menos sofisticadas de normalización, asistencia y/o desarrollo en los participantes.