Читать книгу Construyendo el amor conyugal - Ricardo E. Facci - Страница 7
ОглавлениеArmonía conyugal
La armonía conyugal
se va construyendo día tras día.
El trabajo permanente y fundamental en la vida de un matrimonio es la búsqueda de la armonía conyugal.
Alguien podría preguntar: ¿Por qué permanente? ¿Es que nunca podremos llegar a decir somos armónicos en nuestro matrimonio?
La armonía conyugal es la realidad del ya y del todavía no. María y José, manifestando su experiencia, afirmaban que sentían un clima armónico entre ambos y, al mismo tiempo, que si no luchaban tras su permanente conquista, parecía que se les escapaba como agua entre los dedos. La armonía se construye día a día, se la va realizando, pero aún queda camino por recorrer. Se está creciendo, en búsqueda de lo pleno que todavía no se alcanzó.
Cuando en un matrimonio existen conflictos, obstáculos, problemas, no es para asustarse, las desarmonías son signos de una pareja normal. Se debe tener realmente en cuenta una situación desarmónica, cuando no se sabe superar maduramente los conflictos, obstáculos y problemas. Ante esta realidad la pareja matrimonial se va como estrellando, chocando contra una serie de obstáculos que irán destruyendo poco a poco el matrimonio.
Totalmente irreal es la situación de una pareja que cree vivir en plena armonía permanente. Esto no es normal. ¿Qué estará pasando? Pueden estar presentes varias causas que hacen que la pareja viva una armonía ficticia. Un ejemplo: cuando uno de los dos cónyuges es de carácter muy fuerte y el otro muy sumiso, suele crearse una falsa armonía, porque es uno el que todo lo decide sin tener jamás resistencia de la otra parte, ya que ésta gira como satélite en torno a él.
Nos quedamos con el primero de los casos, desarmónicos que caminan hacia la armonía. La armonía y la unidad se van construyendo, se van haciendo. No es un regalo caído del cielo el día del casamiento. Se van realizando. ¿Cuándo está más unido el matrimonio? ¿En los primeros tiempos? ¿O cuando ya se recorrió parte del camino?
¿Cómo se puede seguir caminando hacia la armonía? ¿Con qué medios? Según los años de casados que cada pareja lleve recorridos tendrá más o menos experiencia del camino, más o menos recursos para ir creciendo, la convivencia se los habrá ido mostrando. Es importante dialogar sobre algunos de esos elementos que ayudan a crecer y que más adelante tendrán oportunidad de profundizar:
• El diálogo: El arma más poderosa para destruir obstáculos. Un diálogo abierto, sincero, total, amoroso. Esta es la clave del acercamiento, la mejor herramienta para construir el crecimiento en una pareja.
• Capacidad para solucionar conflictos: El índice de normalidad de una pareja no se mide por la ausencia de conflictos sino por la capacidad para solucionarlos.
• El cariño: Una pareja que permanentemente se preocupa por demostrar en las pequeñas cosas de cada día todo lo que sé quiere, es un matrimonio apto para solucionar con más capacidad los problemas, porque existe el hábito de salir de sí mismo y concentrarse en el otro, que en definitiva eso es el cariño, hacer sentir mi ser prolongado hacia el otro.
• El nosotros: Es importante tomar conciencia de que los problemas que debe solucionar una pareja no pertenecen a la esfera del tuyo ni del mío sino del nuestro.
• Un ideal: Una pareja sin ideales, es una pareja estancada, sin capacidad para afrontar los obstáculos y seguir adelante. Es necesario el deseo de superación, de búsqueda de perfección, de felicidad...
• La oración: El nosotros también es él, Jesús se interioriza de los problemas y brinda la gracia para solucionarlos. Él tiene siempre la justa. Hablen de él, dialoguen en la oración. Los tres todo lo podrán, solos seguramente nada lograrán.
Para dialogar en pareja
1.- ¿Cómo hemos ido superando nuestros conflictos?
2.- ¿Utilizamos el diálogo para solucionar nuestros problemas?
3.- ¿Hemos demostrado capacidad en la solución de los conflictos?
4.- ¿Reforzamos nuestra capacidad de solución con un ambiente cariñoso?
5.- ¿Tenemos conciencia de que los problemas son “nuestros”?
6.- ¿Existe en nosotros algún ideal?
7.- ¿Rezamos nuestros problemas?
Para orar juntos
Señor,
gracias por nuestro matrimonio
y, también, por sus conflictos
que nos ayudaron a madurar.
Hubiese sido hermoso no tener problemas,
pero los hombre somos así,
imperfectos, egoístas, pecadores...
Hasta aquí hemos caminado,
superando obstáculos,
que nos permitieron unirnos más,
querernos más,
ser más amigos...
Te pedimos, Señor,
que nunca nos abandones,
que siempre estés a nuestro lado
para, entre los tres, seguir creciendo,
destruyendo obstáculos,
y así, construir día a día el mejor “nosotros”,
dialogando contigo
la solución para cada problema.
Amén.