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La Terapia Cognitiva de Aaron T. Beck

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Por su parte Beck, a partir de trabajos clínicos en depresión, termina proponiendo la Terapia Cognitiva. Asume que "el significado especial de un suceso determina la respuesta emocional, lo cual constituye la esencia del modelo cognitivo de las emociones" (Beck, 1976, p. 52). De este modo, la organización cognitiva, "lejos de ser un mero eslabón en la cadena E-R, es un sistema casi autónomo por derecho propio; incluso puede ser independiente del medio ambiente, como en el caso de la depresión" (Beck, 1980, p. 219). Adicionalmente, Beck desestima el uso del concepto de ideas irracionales; lo considera excesivamente valorativo y descalificador. En su lugar, propone el concepto de supuestos subyacentes.

Inicialmente, Beck (1967) se refiere a supuestos subyacentes depresogénicos (Beck, 1967). Posteriormente, pasa a enfatizar el concepto de estructuras cognitivas desadaptativas o supuestos subyacentes (Beck 1976; 1988; 1991). En este contexto, una estructura o esquema cognitivo pasa a referirse a organizaciones estables, que se generan a partir de la experiencia, las cuales guían el procesamiento de la nueva información, y la recuperación de la información almacenada (Beck y Kovacs, 1986). Más que por irracionales, estas estructuras cognitivas pasan a ser desadaptativas por ser demasiado absolutas, demasiado abarcativas o extremas, o demasiado rígidas y arbitrarias.

Al igual que las creencias irracionales, en la secuencia a-b-c las cogniciones desadaptativas de Beck se sitúan en b; y también contribuyen – estable y sistemáticamente – a distorsionar el procesamiento de la información. Los eventos de la vida, entonces, pasan a ser interpretados a través de estas estructuras o lentes cognitivos. De este modo, las estructuras cognitivas disfuncionales presionan hacia formas particulares de codificar o de categorizar los datos; actúan rígidamente, de un modo absoluto, discriminativo y global, y conducen a la persona a malinterpretar una amplia gama de experiencias.

En su interacción con las experiencias de la vida, estas estructuras facilitan permanentemente la génesis de pensamientos automáticos generadores de estrés; o la génesis de errores cognitivos como una atención selectiva generadora de depresión. Por tanto, las estructuras cognitivas disfuncionales facilitan el despliegue de conductas desadaptativas.

El objetivo último de la terapia cognitiva de Beck es la reestructuración cognitiva. El fin es que el paciente logre cambiar su estilo de procesamiento de la información. Para ello utiliza estrategias tanto cognitivas como conductuales. Para Beck, cada desajuste psicológico tiene un contenido cognitivo específico; esto es conceptualizado como la hipótesis del contenido específico. Por ejemplo, en la base de la poca asertividad estarían estructuras cognitivas desadaptativas del tipo "para ser feliz, debo ser aceptado por toda la gente, todo el tiempo" o "quién nada hace, nada teme"; en la base de los sentimientos persecutorios, estarían estructuras del tipo "soy el centro de la atención de todo el mundo"; en la base de la depresión estarían estructuras del tipo "lo que más importa es no fracasar", o "soy el responsable de todos los fracasos". A su vez la personalidad histriónica "adhiere a la creencia central de que las personas están para servirme o para admirarme, lo cual puedo lograr a través de mis emociones y conductas" (Prochaska y Norcross 2007, p. 331).

Y, de cada estructura cognitiva, se desprendería un perfil cognitivo, es decir, un conjunto de pensamientos automáticos, un conjunto de errores cognitivos, etc., consistentes con la estructura cognitiva de trasfondo.

Para modificar un esquema, es decir, una estructura cognitiva de trasfondo, Beck y sus colaboradores han venido utilizando diversas estrategias: distinguir pensamientos de hechos, evaluar el grado de emoción y el grado de creencia ligado a cada pensamiento, categorizar la distorsión del pensamiento, realizar análisis costo-beneficio, examinar la evidencia, realizar ensayos conductuales ligados a costos y beneficios del pensamiento, utilizar la conducta para resolver el pensamiento negativo, etc. (Leahy, 2003).

Al igual que Ellis, Beck orienta su terapia a enfrentar los problemas actuales del paciente; y promueve la asignación de tareas intersesiones. En las tareas, se enfatiza especialmente el rol de los autorregistros y del registro de actividades diarias. También se enfatiza la necesidad de que el paciente vaya adquiriendo consciencia del rol perjudicial que desempeñan algunas estructuras cognitivas. Beck asume que la modificación de estructuras cognitivas no es tarea fácil.

A diferencia de Ellis, la terapia cognitiva pone un mayor énfasis en la investigación. Por otra parte, Beck hace menor hincapié en la confrontación, y confía menos en el desafío racional y filosófico. En suma, la terapia cognitiva es menos directiva y el paciente es comparativamente más libre… para ir alcanzando sus propias conclusiones.

En el contexto señalado, Beck acuña el término empiricismo colaborativo. Paciente y terapeuta se comprometen en procurar alcanzar ciertos objetivos terapéuticos, y en iniciar un proceso que involucra una misión compartida; una misión para recoger evidencia capaz de ratificar o de contradecir la forma en que el paciente procesa la información. Así, el estilo de la interacción es más bien socrático; al paciente no se le impone una forma de pensar, sino que va descubriendo y corroborando nuevos caminos. El proceso suele llevar también al paciente a responder algunas preguntas centrales: ¿Cuál es mi evidencia? ¿Hay otra forma de verlo? ¿Qué pasaría si lo temido sucede?

Se podría decir que Beck "democratizó" la aproximación cognitiva original de Ellis. Y, puesto que esta "democratización" no le resultó convincente a Ellis, este quedó con la idea que Beck simplemente le había "robado" sus ideas matrices.

Psicoterapia Integrativa EIS

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