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La llama violeta

Quienes habitan en las dimensiones inferiores son los únicos que generan energía espiritual negativa. Toda la negatividad del mundo es producto nuestro. Siempre que tenemos emociones o pensamientos negativos, o emprendemos acciones negativas, estas se incorporan al fondo de energía negativa creada por la humanidad. Esa es en parte la razón por la que alcanzar un equilibrio espiritual y actuar solo por el bien supremo es tan importante para nosotros como seres espirituales.

Por suerte, el Creador nos ha otorgado varias formas de enmendar el error, y una de ellas es la llama violeta, también llamada séptimo rayo. La llama violeta es energía divina pura, aunque es solo una porción de ella y no el espectro completo de la energía divina. Uno de sus principales propósitos es que cambiemos la energía negativa que hemos creado por energía espiritual positiva o neutra. Es un proceso que el arcángel Miguel llama transmutación.

Usamos la energía del rayo violeta para cambiar –o transmutar– energía negativa, de modo que «limpiemos» las dimensiones inferiores. Esto tiene diversos efectos positivos:

 La transmutación de energía negativa tiene el efecto de elevar la frecuencia de la energía espiritual de las dimensiones inferiores.

 La reducción del grado de energía negativa limita el efecto «barrera» que esta energía ejerce sobre la energía espiritual de frecuencias superiores. Por tanto, menos energía negativa en las dimensiones inferiores significa que más energía espiritual de frecuencia más alta penetra la barrera.

 A medida que penetre una mayor cantidad de energía de frecuencia más alta, podremos usarla para elevar la frecuencia de nuestra firma energética, siempre y cuando se use con intención, sabiduría y positivamente.

 Esta energía adicional también está disponible para ser «activada» y, por tanto, a disposición de los ángeles y otros seres espirituales que están aquí para ayudarnos. Te contaremos más sobre ello en una sección posterior de este libro.

Secretos del autodominio, pg. 82:

La llama violeta se compone de la llama azul iridiscente de los atributos divinos de nuestro Dios Padre –voluntad, poder, propósito– y también de la llama rosa iridiscente de los atributos divinos de nuestro Dios Madre: amor, compasión, iluminación y sabiduría. Juntos, los dos colores radiantes crean una llama violeta iridiscente que es uno de los poderes del «YO SOY» que le fueron otorgados a la humanidad. Sin embargo, se invocará para activar sus poderes transformadores. La llama violeta sagrada es energía divina pura, un componente integral de las partículas adamantinas de luz o vida del Creador.

Como energía divina, la llama violeta fluye por nosotros de forma natural cuando hemos limpiado la suficiente energía negativa. La serie de ejercicios espirituales que recomendamos con anterioridad comprende ejercicios que limpian energías negativas y emplean la llama violeta para transmutar esas energías (lo que recuerda mucho a limpiar la contaminación). Esa es una de las razones por las que, para acelerar tu crecimiento, recomendamos encarecidamente el uso de los ejercicios espirituales grabados.

Lo que es único de la llama violeta es que fluye por nosotros solo en frecuencias y dimensiones espirituales superiores. La Tierra está imbuida de una tremenda reserva de energía de la llama violeta, y dicha energía fluye de la Tierra hacia nosotros, reforzando nuestra conexión con la Tierra y haciendo más profundo nuestro enraizamiento. Estos dos flujos confluyen naturalmente en nuestro corazón sagrado y así es como activamos la energía de la llama violeta. La llama violeta cumple muchos propósitos espirituales y de ellos hablaremos en secciones posteriores del libro.

Secretos del autodominio, pg. 15:

Los patrones vibratorios de la llama violeta son los únicos que son accesibles tanto desde arriba –a través del chacra de la coronilla y las técnicas de la respiración sagrada–, como desde la Tierra. Visualiza esta hermosa llama que surge bajo tus pies, rodea tu cuerpo, mientras transmuta cualquier frecuencia vibratoria discordante que te ronde, antes de irradiar esta llama sagrada al mundo mediante círculos concéntricos cada vez más grandes.

Es por ello por lo que las llamas violetas del interior de la Tierra son tan críticas para el proceso de transformación. Para ayudar a la humanidad y a la Tierra a facilitar el proceso de ascensión, es crítico que la llama violeta de la transformación esté disponible para transmutar los patrones vibratorios discordantes a medida que se liberen.

Como recordarás, introdujimos el concepto de energía espiritual en forma de rayos en Espiritualidad unificada del Creador. Este libro presenta más información sobre el uso de los rayos, al igual que los ejercicios espirituales que recomendamos. La llama violeta, en cierto sentido presenta un mayor plantel de situaciones en que podemos usarla, ya que es uno de los dos únicos rayos que podemos irradiarle directamente a otra persona sin generar karma negativo. El otro es el rayo de la Diosa, el rayo rosa de amor divino. Podemos irradiar libremente estos dos rayos a otras personas, y ellos (y sus guías) tienen la opción de ignorar la energía ofrecida, aceptarla y usarla, o dejarla aparte para usarla más adelante. De este modo nada se pierde, aunque posiblemente pudiera rechazarse.

Los otros rayos sirven para uno mismo, o incluso en nombre de otro, pero su finalidad no es que irradien directamente a otras personas. La razón es que el uso de los otros rayos de un modo espiritual adecuado comporta un acto de volición, una elección activa que debe emanar del libre albedrío.

Secretos del autodominio, pg. 16:

La ley universal establece que los dos únicos rayos que se te permite irradiarle a otra persona son la llama violeta y el rayo rosa de amor divino. Estas energías bendecidas se incorporan directamente al campo aural de la persona deseada, y están disponibles si se desea sacar partido de esta bendición. Cualquier otra intención es una violación del libre albedrío de la otra persona.

Algunos posibles usos de la llama violeta:

 Transmutar energía negativa de tu aura o campo energético.

 Transmutar energía negativa creada por ti durante el día.

 Transmutar energía negativa de acontecimientos pasados.

 Limpiar energía negativa de tu casa o de cualquier otro espacio que ocupes (como la habitación de un hotel o similar).

 Enviar energía a otra persona que necesite transmutar energía negativa creada o recibida de alguien más.

Cómo usar la llama violeta

El empleo de la llama violeta requiere intención. Como punto de partida, sigue estos pasos. Una vez te sientas cómodo con el proceso, es muy probable que lo adaptes a tu forma de ser, o mejor aún, a cada situación individual.

 Determina qué quieres hacer.

 Asegúrate de que pasa la prueba del «radar del corazón» y ratificas que es una elección espiritual positiva.

 Asegúrate de que sea benéfico, útil y necesario.

 Elige al destinatario, seas tú, otra persona o situación.

 Emplea los sentidos espirituales para anteponer la persona o situación a tu conocimiento de la forma más cómoda para ti. O bien utiliza la visualización, y atiende a las palabras que escuches mientras describes mentalmente la situación y lo que quieres hacer, o bien escucha a tu fuero interno para conocer tu intención y lo que deseas hacer.

 Visualiza o pon tu intención en la llama violeta mientras atraviesa a la persona o situación.

 Conserva esta intención hasta que sientas espiritualmente que el trabajo ha concluido, lo cual a menudo se percibe como una sensación de finalización, una sensación de que has hecho suficiente.

Hay otras formas de emplear la llama violeta que veremos en otra sección del libro, donde introduciremos el concepto de creación de un espacio espiritual en forma de pirámide espiritual en la que es posible realizar parte de nuestra labor espiritual. Este proceso servirá para que te inicies y te sientas cómodo aplicándolo mucho antes de llegar a esa sección del libro.


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