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Cómo se manifiesta la energía negativa en síntomas físicos

Nuestro cuerpo físico está integrado inseparablemente en nuestro campo de energía espiritual. Por eso, la energía negativa de tu campo acarrea efectos físicos negativos para el cuerpo si está el tiempo suficiente antes de limpiarse. Cualquier parte del cuerpo físico está conectada con el campo de energía y nuestro cuerpo elemental nos puede informar de cuándo las cosas se tuercen.

Los cuatro sistemas inferiores del cuerpo que el arcángel Miguel menciona con frecuencia en sus mensajes –los cuerpos físico, emocional, mental y etérico– representan distintos márgenes de frecuencia de energía espiritual, si bien todas estas frecuencias se integran en la parte de nuestra alma que vive aquí en el mundo físico. Tal vez llamemos a cada cuerpo de distinta forma, y tal vez los describamos como si fuesen elementos totalmente separados; sin embargo, cada cuerpo sigue siendo una porción del alma que vive aquí en la Tierra. Lo que son distintas son las frecuencias de energía espiritual que conforman cada cuerpo, sea físico, emocional, mental o etérico. Concibe el alma como un pastel en el que cada uno de los cuerpos inferiores conforma una capa diferenciada de la tarta, siendo la capa inferior la frecuencia de energía más baja (o «más densa»).


La energía negativa influye en nuestro bienestar

Una vez que la energía negativa penetra en cualquiera de las capas, sea una acción, una emoción o pensamiento negativos, sea una conexión negativa generada por otra persona, entonces hay que limpiarla o podría atraer más energía negativa. Si sigues desprendiendo negatividad, este depósito de energía por supuesto atraerá más energía negativa y seguirá creciendo.

Todas las partes de cualquier nivel del campo energético se conectan con alguna parte del cuerpo, y la energía negativa actúa como una barrera. Esa barrera reduce el grado de energía espiritual que penetra en esa parte del cuerpo. Aunque la mayoría de la gente no sea consciente de ello, la energía espiritual es un nutriente esencial que el cuerpo necesita para vivir y estar en grado óptimo. En la forma de conciencia, la energía espiritual nos hace ser quienes somos; cuando la energía espiritual recorre el cuerpo físico, activa el sistema glandular y las glándulas segregan hormonas esenciales para nuestra supervivencia. Esa energía negativa en ocasiones inhibe la correcta función de las glándulas, y nuestro cuerpo sufre porque no tiene suficientes hormonas, o porque las hormonas sufren daños y no actúan adecuadamente.

Por favor, ten presente que este sistema contiene muchos más detalles y matices. Sin embargo, este es su funcionamiento básico y el tiempo que permanezca desequilibrado influirá significativamente en el modo en que el cuerpo reaccione. Si el tiempo es breve, no es probable que experimentes síntomas. Si se prolonga un poco más, es muy probable que empieces a notar que algo no está bien, que sientas la «enfermedad». Si se prolonga un poco más, es probable que empieces a sentir síntomas en la glándula o glándulas afectadas por la energía negativa. Si dura un poco más y tu cuerpo agota su capacidad de adaptarse, entonces es cuando se manifiesta la enfermedad.

Como ves, la energía negativa tiene un impacto significativo sobre nuestro bienestar, luego es mejor limpiar cualquier energía negativa que se manifieste en nuestro campo energético, y si es posible antes de que genere un problema real.

Antes de proseguir, existe otro aspecto secundario: en ocasiones, superar una dolencia o enfermedad es una senda que hay que tomar para equilibrar el karma. En tal caso, es necesario vivir el proceso de curación con los medios apropiados. Acuérdate de ello cuando la curación espiritual parezca no tener un efecto positivo real y duradero. En esos casos, es probable que otros medios curativos formen parte del proceso; aplica todos los recursos médicos a tu alcance y opta por los recursos que sean necesarios para ponerte bien.


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