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La intención

La intención principia el camino del cambio y la realización espirituales. La intención gobierna la nave; centra la energía espiritual en aquello que queremos lograr, hacer o ser. Como es una facultad espiritual importante, abordaremos su funcionamiento y el modo de empezar a emplearla, si es que no lo estás haciendo ya.

¿Qué entendemos por intención?

A nivel básico, por intención entendemos una elección o toma de decisión, así como la plasmación de dicha elección en el pensamiento consciente durante cierto tiempo específico. La elección o decisión no es sino un proyecto, un guion de lo que deseamos en nuestras vidas. La intención convierte ese guion en una petición y, al incorporar sentimiento y emoción, se insufla al universo la energía que precisa de nosotros para iniciar el proceso que manifieste dicha intención en nuestra vida física.

Se requiere intención para establecer las condiciones espirituales adecuadas con que manifestar a lo que aspiramos en nuestras vidas, pero recuerda: lo que exigimos no solo puede ser correcto para nosotros a nivel personal. Por eso, ese guion, ese proyecto, debe incorporar, como parte de la búsqueda, lo que exigimos para nuestro bien supremo y para el bien supremo de todos (y que, en origen, son la misma cosa).

Verdades cósmicas reveladas, pg. 299:

Benditos aquellos de vosotros que habéis conformado vuestra voluntad con la de nuestro Dios Padre Madre por el bien supremo de todos. El poder divino interior se activará con la intención amorosa, o permanecerá estático, inactivo e indolente.

La intención sirve sobre todo para manifestar cosas o estados en el plano físico. Te daremos algunos puntos de partida y, si deseas conocer la intención a nivel más profundo, recomendamos la lectura del libro de Randall Monk Herramientas maestras de vida para la era de la ascensión.

¿Cómo aplicar la intención?

Aplicar la intención es bastante sencillo. Primero, emplea la información sobre la manifestación de Espiritualidad unifica del Creador para dejar claro y por escrito lo que deseas incorporar a tu vida, o cómo quieres que sea tu vida. Cada paso de ese camino incluirá alguna versión de «para nuestro bien supremo y para el bien supremo de todos», tras lo cual estarás listo para aplicar tu intención en los siguientes pasos del procedimiento.

En caso de que los necesites, estos son los pasos básicos de la manifestación:

 Determinar o visualizar lo que quieres manifestar y ponerlo por escrito y con detalle.

 Incorporar energía de tus sentimientos y emociones, y establecer la intención que se manifestará en tu vida.

 Ceder todo al Yo superior, a tus guías y al universo para que la situación se desenvuelva.

 Emprender la acción, según hayas sido guiado, para manifestar tu objetivo en el mundo tridimensional.

Para aplicar la intención, que tu corazón sepa que la incorporas a la vida. Guarda ese discernimiento en tu corazón durante el proceso e incorpora emoción para proveer energía. La intención provee los cimientos de las emociones y sentimientos, necesarios para estimular la manifestación, igual que un cohete precisa de una rampa de lanzamiento. Son estos cimientos sobre los que se edifica el resto del procedimiento.

En la manifestación, el término «intención» conlleva varios niveles de significado. Cuando estableces la intención, lo primero que comunicas al universo es: «sí, quiero esto en mi vida». Otro ámbito de la intención es la certeza que imbuirás a tu vida –o esa voluntad un tanto mejor–, siempre que lo que pidas sea para tu bien supremo y para el bien supremo de todos.

Aplicada de este modo, la intención constituye parte de la energía de nuestro Dios Padre: un firme y declarado esfuerzo de manifestación. Como es de imaginar, nuestro Dios Padre no siente ninguna duda al crear, y esa es la energía de la que te nutrirás al establecer la intención; te estarás nutriendo de la fuente de la Creación. Si te nutres de la Creación y aplicas las leyes universales de manifestación, no habrá dudas de manifestación. A eso nos referimos cuando hablamos de «certeza», a que aparecerá lo que desees manifestar.

Sin embargo, hay diversas razones por las que este procedimiento puede no funcionar, aunque ninguna emanará del procedimiento si este no se altera. Veamos algunas de las razones por las que las cosas no se manifiestan, incluso cuando se sigue correctamente el procedimiento:

 Lo que has pedido no era el bien supremo.

 Todavía no se ha manifestado. Ten paciencia, porque el universo se rige por su calendario, no por el nuestro.

 Tus acciones no se rigen por el Yo superior ni por los guías.

 Tu mente subconsciente tal vez haya concebido ideas o sentimientos que actúan contra tu intención. Esas ideas y sentimientos subconscientes sabotearán el procedimiento.

 Asegúrate de que los sentimientos y emociones que empleas como energía impulsora se basan en el amor incondicional.

Programando tu destino, pg. 58:

Maestro es alguien que convierte el conocimiento en sabiduría. Cuando tal sabiduría se combina con poder de intención, se obran milagros.

Secretos del autodominio, pg. 43:

Cuando tus intenciones contienen sabiduría, están revestidas de amor e imbuidas de pureza, devienes una poderosa fuente de energía del Fuego Sagrado.

Existe una razón por la que queremos compartir estas ideas sobre la intención al inicio de este libro. Responden a que mucho de lo que sucede a partir de este punto depende de la intención, y queremos que comprendas la intención y te sientas realmente cómodo aplicándola, para así optar a una mejor oportunidad de acceder al autodominio.

Secretos del autodominio, pg. 43:

Aprende a acceder al silencio del Yo para conectar con el espíritu. Tu Yo superior y tu Yo divino esperan que te nutras del flujo de luz mágica de la conciencia divina. Todo cuanto tienes que hacer es declarar tu intención y luego practicar accediendo al silencio y a la quietud interior con el fin de despejar las vías y reforzar la conexión ya existente: una conexión que se ha atrofiado por desuso o uso inapropiado.

Magia y majestad, pg. 110:

Sea lo que fuere que asumas como verdad, se integrará y aplicará en tu vida mediante intención centrada y acción. Discernimiento/intención centrada en el corazón/acción deliberada se plasman en manifestación positiva.