Читать книгу Digitalización de la actividad societaria de Cooperativas y Sociedades Laborales - Rosalía Alfonso Sánchez - Страница 4

Presentación

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El proceso de digitalización de la economía, en la medida en que permite optimizar recursos, innovar en procesos y productos, mejorar la toma de decisiones y predecir acontecimientos futuros, presenta un gran potencial en ámbitos estrechamente ligados con el progreso social, como la salud, la educación, la conciliación de la vida laboral y personal, la protección del medio ambiente, la seguridad alimentaria, la eficiencia energética, los sistemas de transporte o la gestión de las ciudades. El resultado final de toda esta transición digital es incierto e imprevisible, pero resulta evidente que el proceso es una realidad en continuo desarrollo.

La transformación digital ofrece la oportunidad de cambiar el patrón de crecimiento y asegurar así un avance estable y sostenible tanto en la perspectiva económica como en la social y en la ambiental. No obstante, los cambios que la digitalización provoca en la economía no están predeterminados, sino que dependen de la estrategia y la proactividad de los agentes involucrados.

Son algunas de las referencias que el Consejo Económico y Social de España introduce en su informe sobre la digitalización de la economía. Y son las que me permiten agradecer a todas y a todos los autores de este fundamental e imprescindible libro, y muy especialmente a sus directoras, Rosalía Alfonso Sánchez y María del Mar Andreu Martí, dos de las personas más conocedoras de la materia y siempre dispuestas a colaborar con el sector de la Economía Social, su trabajo y sus aportaciones las cuales van a contribuir de forma notable a la incorporación de la digitalización de forma transversal en todos los procesos de producción y toma de decisiones de las empresas de la economía social, especialmente como es el caso, cooperativas y sociedades laborales.

La pandemia nos ha cambiado los parámetros en todas las direcciones y en este nuevo escenario es imprescindible que las empresas de Economía Social desarrollen estrategias que permitan transitar hacia la economía digital y lograr ventajas competitivas.

La Economía Social ha demostrado ser un actor imprescindible en la recuperación que está emprendiendo España tras un año de grandes dificultades causadas por una Pandemia ante la que las empresas y organizaciones de la Economía Social han demostrado –una vez más– que constituyen un motor clave de desarrollo económico y social.

Este papel central de la Economía Social es aún más necesario en la ambiciosa y transformadora estrategia para salir de la crisis que la Unión Europea ha aprobado, con un paquete de medidas sin precedentes de 750.000 millones de euros y con su nuevo presupuesto 2021-2027.

Como decía el Presidente Kennedy, “en las crisis no solo hay que tener en cuenta los peligros sino también las oportunidades”. El Plan de Rescate que la Unión Europea ha diseñado se centra en acelerar las grandes transformaciones sociales, económicas y medioambientales para reforzar el proyecto europeo. El objetivo es potenciar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador basado en el empleo de calidad, la productividad, la competitividad y la industrialización, que fomente la digitalización, la innovación e investigación y la transición verde hacia energías limpias para alcanzar la neutralidad climática de Europa en 2050. Esta estrategia sitúa acertadamente la cohesión social y territorial en el centro de las políticas que, además, se dirigen a mejorar las capacidades de las próximas generaciones mediante el refuerzo de los sistemas educativos y de formación.

Desde su aprobación, la Economía Social ha hecho suya esta agenda porque se ha identificado y comprometido con este Plan de Recuperación y Transformación, entendiéndolo como la oportunidad que tienen estas empresas de contribuir, entre otros aspectos relevantes, a la transformación digital de la sociedad española y, especialmente, de los diferentes sectores de actividad donde producen, con un enfoque humanista que ponga en el centro a las personas y procurando que nadie se quede atrás, como reitera Naciones Unidas.

Este libro pone en valor la necesidad de realizar inversiones que potencien las competencias y las tecnologías necesarias para una economía y una sociedad digital y, sobre todo, pone el acento, a mi juicio muy acertadamente, en cómo la digitalización afecta a la actividad societaria interna y externamente.

La Economía Social tiene que abordar retos en todos los sectores, agroalimentario, industria, distribución, nueva economía de los cuidados y de la salud, plataformas digitales cooperativas, emprendimientos, y en definitiva en todas las iniciativas que generen oportunidades a los jóvenes y a las microempresas y también internamente –toma de decisiones, visibilidad, comunicación…–.

La necesidad de que las cooperativas agroalimentarias se digitalicen y adapten al Pacto Verde; o la puesta en marcha de un Marketplace para la venta de productores locales de pequeña dimensión; el desarrollo de plataformas digitales cooperativas de intermediación laboral, la profesionalización y provisión de servicios sociosanitarios; las cooperativas de plataforma digital como alternativas a empleos no dignos o falsos autónomos, o introducir esta tecnología en el mundo de la cultura; y por supuesto en el mundo de la educación donde las cooperativas de enseñanza tienen un papel fundamental, así como la posibilidad y necesidad de valorizar lo rural. Todas las enunciadas son, en definitiva, ventanas de oportunidades que la digitalización abre a las empresas de la Economía Social.

Introducir la digitalización en el proceso de constitución de estas empresas, así como en la toma de decisiones de los órganos (el COVID-19 ha impulsado esta necesidad ante la falta de presencialidad), y en general en la actividad societaria de cooperativas y sociedades laborales merece mi mayor reconocimiento como un aporte esencial hasta ahora no desarrollado y que vuelve a mostrar la necesidad de colaboración entre las instituciones de la Economía Social y el ámbito universitario.

Finalizo con una de las Resoluciones de la Cumbre de Cascais en la Conferencia Europea de Economía Social celebrada en marzo pasado y que incide en esta necesidad: “Reforzar el compromiso con la creación de instrumentos destinados a la formación y capacitación de las entidades de la economía social, a través de la implicación de sus miembros en el desarrollo y la implementación de la Agenda de Competencias para Europa, en particular a través del ‘Pacto para las Competencias’ ”. Estos nuevos instrumentos tienen en cuenta las especificidades de la Economía Social, especialmente su papel en la integración de los individuos en riesgo de exclusión social y la relevancia de la innovación, el empresariado social y el voluntariado en la conformación de respuestas adecuadas a los nuevos desafíos sociales. También es fundamental mejorar la capacidad de gestión de las entidades, sobre todo a nivel de la digitalización y de los efectos del acceso a la financiación.

Será, sin duda, el presente un libro –documento– de obligada lectura y aplicación en las empresas cooperativas y sociedades laborales. Reitero mi agradecimiento a los autores, en nombre propio y de la Economía Social española y europea.

Juan Antonio Pedreño Frutos

Digitalización de la actividad societaria de Cooperativas y Sociedades Laborales

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