Читать книгу Permiso - Roxana Hatzikián - Страница 8

El día ocurrirá, te levantes o no

Оглавление

Y la decisión de vivirlo o padecerlo está en ti. Puedes elegir el letargo o dar el primer paso para salir de donde estás.

Y vas a sentir miedo… tal vez.

Y vas a sentir que no puedes… tal vez.

Y vas a sentir pánico… tal vez.

¿Y qué? Hazlo igual. Valiente es quien se atreve, quien, a pesar del miedo, lo hace.

No quien lo intenta o lo “va a pensar”, sino quien lo hace, definitivamente, quien acciona, quien se mueve, quien se arremanga, quien se duerme tarde, quien se despierta temprano, quien asume riesgos, quién fracasa; porque, si fracasó, es por qué estaba haciendo. El fracaso es un error, y ya basta con darle tanta entidad, que todos nos equivocamos, y es el auspiciante mejor logrado para una inolvidable lección. Sponsor oficial del éxito (¡o lo que se entiende por éxito! Ya lo veremos más adelante).

Esa cuota de valentía se renueva a diario. Y se refuerza. Y se incrementa con la práctica.

Valentía que originamos desde la pulsión primera del despertar, esa que va acompañada de la actitud, mental y corporal. Valentía para sentirse y ser vencedores de nuestros propios enemigos, esas partes oscuras a las que iluminamos erróneamente cuando les otorgamos la relevancia que no poseen.

El miedo se vence con valentía, con amor, con actitud, con accionar. Cuando das el primer paso con valentía, el miedo y todas sus sombras quedan detrás. Siguen en tu camino, solo que un paso atrás. Y, cuando sigas avanzando, si al sentimiento de valor le sumas amor, propósito, enfoque, acción constante, dirección, tiempo de calidad, irás hallando capacidades como el disfrute y las ganas constantes de agradecer y celebrar la vida. Y, entonces, el miedo que sigue estando parece ausente, y tú evolucionas. Y tú y tu miedo se hacen amigos, al punto tal que, cuando comienzas a notar SU presencia surgiendo, sabes qué tipo de señal te está indicando. A veces, podrá ser positiva, otras, no, lo importante es que tú, desde tu saber e instinto, ya sabrás de qué se trata y qué te quiere comunicar.

Y, entonces, vas a decidir si sigues por ese camino o es momento de detenerse y replantear.

Tú eliges, tú decides. Si estas acciones las llevas adelante tú y lideras tu vida convirtiéndote en tu propio maestro o dejas que estas decisiones las tomen otros y te conviertes en un penitente esclavo de sueños ajenos.

Puedes seguir sobreviviendo o viviendo la vida que eliges y de la que eres merecedor/a.

Decidas lo que decidas, el día transcurrirá… te levantes o no.

Permiso

Подняться наверх