Читать книгу Juventudes indígenas en México - Tania Cruz-Salazar - Страница 13
Notas
Оглавление1 En diálogo con Willis (1998), aquí me refiero a la producción cultural que no discrimina el quehacer “ocioso” o, mejor aún, el quehacer “creativo” de los grupos juveniles, o lo que Brito Lemus (1996) llama “la praxis divergente” para hacer referencia a estos modos de hacer y pensar de colectivos juveniles fuera del statu quo: lo integrado.
2 Brettel y Hollefield (2000) argumentan que el entendimiento de lo étnico como cultura estática invisibilizó la participación indígena en los estudios de migración. La asociación de las etnias mexicanas a grupos culturales sin movilidad ni salida hacia otros espacios definió a las primeras como colectivos homogéneos sin cambio.
3 Se es mejor tratado como latino en Estados Unidos que como indígena en México, lo cual tiene que ver con el desempeño laboral de los indígenas en ese país, que son contratados por estadounidenses anglosajones y a quienes les pagan igual que a los mestizos mexicanos si trabajan “duro”, si no se quejan y obedecen. El término “patrón” sigue funcionando para los indígenas que trabajan a destajo y de modo flexible, por lo que el trato de “los blancos” hacia ellos es incluso mucho mejor que el trato recibido por la población afroamericana, latina, chicana y los mexicanos mestizos inmigrantes. Los reportes de mis estudios y de otros autores (De Genova, 2008; Gomberg-Muñoz, 2011; Zavella, 2011) lo constatan. La reetnización de los migrantes indígenas mexicanos en Estados Unidos radica en su conversión e identificación como latinos. Al ingresar al grupo de hispanos inmigrantes conformado por mestizos, ladinos o indígenas originarios del sur de América y en especial de México, los indígenas mexicanos son iguales a los demás. La historia de racismo cultural aquí se desvanece y se transforma o transfiere en otro tipo de racismo, pero este esconde u obvia la pertenencia indígena y el pasado colonial, algo que agradecen muchos de los migrantes indígenas mexicanos. De Genova (2011) lo llama la transnacionalidad mexicana.