Читать книгу Lo que hicimos - Tedi López Mills - Страница 11
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ОглавлениеEstán lavando ropa las señoras en la azotea por la mañana, cantando a veces o silbando, mientras se acumula el proceso de lavar y exprimir y llenar de nuevo las tinajas y meter más ropa. ¿Cómo se llama el episodio? No eran de luz los minutos que se iban esfumando ni había calcas de cada escena: la Señora dueña de la casa y sus diminutas colegas en la azotea, tallando, no eran sucedáneas de otra ocasión. Debe haber una clave en este enredo que no hemos resuelto entre las palabras elegidas: la melancólica lejía en tu rodilla fue un comienzo, ¿te acuerdas?; los cañones se habían hundido en el desierto a esas alturas; “Ahí está la guerra”, me señalaste, a una orilla con las flamas y las púas y las vacas hinchadas cerca de las trincheras. Ahí está el fuego, pienso, que ya estuvo, aunque eso es trampa, poner la imagen en un lugar que ya la acogió. La lejía en tu rodilla por melancolía no va a matarte sino a esparcir la rima por tu pierna y después tu otra pierna hasta que el código se difunda y lo descifre yo y cumpla con el protocolo de las conclusiones inhibidas por la trama.