Читать книгу Natación para todos - Terry Laughlin - Страница 5
ОглавлениеIntroducción
Todos podemos ser nadadores extraordinarios
La primera vez que entrené a seis estudiantes adultos en un campamento de natación con el método de Inmersión Total (IT) en julio de 1989, me motivaba una pequeña ambición: practicar mi parte favorita del entrenamiento de natación —enseñar la técnica— durante algunas semanas cada verano. Me concentré en los adultos ya que los nadadores más jóvenes tenían cientos de campamentos de natación y centros a los que acudir además de acceso al entrenamiento durante todo el año.
Enseguida me di cuenta de que los adultos presentaban dificultades de aprendizaje que apenas había visto al entrenar a nadadores más jóvenes. Los chicos parecían adquirir las habilidades espontáneamente, incluso cuando parecía que no estaban prestando mucha atención. La motivación de los adultos era sin duda alentadora, pero con frecuencia su determinación chocaba con frustraciones comunes, entre las cuales se incluían: (1) hábitos ineficaces fuertemente arraigados, adquiridos durante décadas; (2) incomodidad en el agua, desde simple torpeza hasta fobias intensas; (3) articulaciones rígidas y músculos débiles; (4) habilidades perdidas tras décadas de descuido, y (5) falta de conciencia cinestésica (sentido muscular). Mirando hacia atrás, mi decisión de enseñar a adultos resultó la más afortunada. Los centros y campamentos de IT se convirtieron en un «laboratorio» para comprender las dificultades a las que, en mayor o menor medida, todos nos enfrentamos al tratar de aprender a realizar una actividad para la que la evolución no nos ha preparado correctamente. Con el tiempo observé que, aunque las dificultades a que nos enfrentamos cuando intentamos dominar la actividad de la natación son universales, las soluciones son bastante sencillas.
Encontré esas soluciones principalmente observando a nadadores con mucho talento: esos afortunados que poseen una gracia instintiva en el agua. He estado observando a nadadores excepcionales con gran interés —y cierta envidia— desde que era adolescente, cuando me di cuenta de que yo no tenía ese talento especial. Cuando entrenaba a equipos jóvenes y universitarios, me dediqué plenamente a descubrir qué aspectos de su talento eran «enseñables». Es decir, ¿qué hacían ellos que otros nadadores pudieran emular? Aunque no podamos aspirar a tener cuerpos tan esbeltos, fuertes y flexibles como ellos, o a alcanzar sus capacidades aeróbicas sobrehumanas, tal vez podemos intentar movernos de manera parecida. A continuación intenté destilar mis descubrimientos en lecciones lo suficientemente sencillas como para que un nadador medio (como yo) pudiera aprender por medio de libros, vídeos o en unas horas de formación con un instructor.
Poco a poco llegué a la conclusión de que la mayoría de las cosas que hacemos instintivamente en el agua —cómo pensamos que debemos respirar, mover los brazos y las piernas, qué posición debemos adoptar— refuerzan nuestra torpeza inherente. También observé que los ajustes técnicos que resultaron ser más fiables para enseñar a los alumnos a moverse con gracia y fluidez no eran intuitivos. En otras palabras, descubrí que gran parte de lo que «sabemos» sobre natación es probablemente erróneo.
El error generalizado más fundamental y universal es creer que la natación es sobre todo una actividad de fitness, es decir, que para mejorar hemos de nadar cada vez una distancia mayor, cada vez a un ritmo más intenso. La experiencia de miles de nadadores IT sugiere que, del tiempo que pasamos en el agua, el que más aprovechamos es aquel que empleamos nadando con el propósito claro de entrenar el sistema nervioso y olvidándonos del entrenamiento aeróbico que, sencillamente, «sucede».
Lo bueno de este enfoque es que mejorar el rendimiento aeróbico es algo que sencillamente no se puede evitar, si uno pasa horas moviéndose en el agua con un propósito claro. Por el contrario, si uno se concentra en subir el ritmo cardíaco, aumentar la distancia total o intentar nadar a contrarreloj, nada garantiza que el sistema nervioso reciba el entrenamiento que necesita. Un beneficio adicional con el que no contaba a priori es que entrenar constantemente concentrado en lograr una conexión con el agua no resulta tan aburrido como nadar simplemente «siguiendo la línea negra».
Por último, para los nadadores de mayor edad es muy recomendable entrenar la técnica conscientemente ya que, aunque la capacidad aeróbica alcanza su punto álgido en la treintena, la capacidad de pulir nuestras destrezas no disminuye hasta pasados los setenta años. Así mismo, la capacidad de ser conscientes de nosotros mismos y la «sabiduría corporal» deberían mejorar año tras año, particularmente si entrenamos con el firme propósito de mejorar esas cualidades. Finalmente, aunque las dotes físicas son una ventaja innegable en los deportes de tierra, las habilidades acuáticas se benefician mucho más de la conciencia de uno mismo.
En resumidas cuentas, si usted ya no es joven, no está en forma, no es fuerte o simplemente piensa que no «nació» para ser un buen nadador, sepa que las mismas cualidades que hacen que la natación le resulte más difícil que los deportes de tierra le ofrecen también la posibilidad de aprender a nadar con una gracia, fluidez y satisfacción extraordinarias. En otras palabras: todos podemos nadar de manera extraordinaria.
Al mismo tiempo, Natación para todos puede ser útil para refrescar y actualizar las rutinas de nadadores experimentados y con talento. Las personas que naden por cuestiones de salud y forma física aprenderán a aprovechar cada minuto, y aquellas que busquen aumentar su velocidad encontrarán observaciones útiles y nuevas en todas las páginas. Mi objetivo con Natación para todos es convertir a cada lector en un «experto» que entienda cómo se comporta el cuerpo humano en el agua y sepa usar esa información para nadar mejor de lo que nunca habría soñado.
Natación para todos es el resultado de lo que nosotros mismos hemos aprendido enseñando a miles de nadadores con ganas de mejorar y, por supuesto, nadando durante innumerables horas. Desde que abrimos el estudio de natación Inmersión Total (TI Swim Studio) en New Paltz, Nueva York, en agosto de 2005, los valiosos conocimientos que hemos adquirido han ido aumentando gracias a la oportunidad de enseñar todos los días y también porque nuestras piscinas especiales compactas nos permiten observar a los alumnos constantemente y muy de cerca.
En los últimos años, docenas de entrenadores han comenzado a utilizar los métodos de Inmersión Total en sus clubes, escuelas, universidades y equipos de natación máster, compartiendo sus observaciones y sus prácticas. Desde 2004, hemos entrenado a un equipo de jóvenes nadadores aquí, en New Paltz. Todas estas experiencias han contribuido a lo que usted está a punto de leer en estas páginas.
Por último, este libro se ha enriquecido enormemente gracias a los miles de nadadores que han adoptado el sistema IT, en particular aquellos que generosamente nos dejan consejos y palabras de ánimo en el foro de discusión del sitio web de Inmersión Total. Ustedes nos han ayudado a aprender mucho más sobre cómo hacer de la natación una experiencia más satisfactoria y enriquecedora. Los nadadores IT en la actualidad conforman una vanguardia relativamente pequeña de personas que nadan de la manera que se describe en este libro. Espero que en un futuro cercano se unan millones de personas más.
Natación para todos está dividido en tres partes:
En los capítulos 1 al 3 se examinan las dificultades más comunes a que se enfrentan todos los nadadores y se detallan los conocimientos, actitudes y hábitos que le ayudarán a conseguir el éxito.
En los capítulos 4 al 10 se explican los principios de la natación eficaz, cómo interactúan su cuerpo y el agua, y cómo aplicar ese conocimiento para nadar mejor. Aunque he tratado estos temas en libros anteriores sobre el método Inmersión Total, estos capítulos incluyen muchísima información nueva.
Los capítulos sobre mariposa, espalda, braza y crol explican lo que usted debe saber sobre cada uno de estos estilos, cómo desarrollar las habilidades asociadas a cada uno y cómo practicar. Todo este material es nuevo y es lo más exhaustivo que se haya producido sobre estos cuatro estilos de competición.
Al final se incluye un capítulo sobre Entrenamiento Inmersión Total que explica cómo entrenar el estilo para conseguir una mayor eficacia y regularidad.
Puede usted empezar dirigiéndose directamente a los capítulos sobre los estilos para organizar las sesiones de práctica y leer el resto cuando le venga bien. O también puede leer el libro de principio a fin. En cualquier caso, queda prometido que los largos serán muy placenteros.