Читать книгу Entrenamiento mental - Terry Orlick - Страница 10
ОглавлениеCAPÍTULO 2
LA RUEDA DE LA EXCELENCIA
Todos somos actores en el drama de la vida y actuamos de distinta forma y en distintos contextos. Todos podemos perseguir sueños y alcanzar metas que valgan la pena. Todos poseemos fuerza en un grado increíble y echamos mano de nuestra capacidad de atención. Cuando reforzamos la calidad y consistencia de esa capacidad de atención, sumamos dichas virtudes a nuestro rendimiento y al disfrute de la vida.
Siete elementos críticos dirigen la búsqueda de la excelencia personal: el centro de atención, el grado de compromiso, la aptitud mental, las imágenes positivas, la confianza, el control de las distracciones y el aprendizaje continuo. Estos elementos se combinan para formar la rueda de la excelencia (véase la figura 2.1), un rompecabezas de piezas relacionadas que se usa en todo deporte y búsqueda personal.
LA CAPACIDAD DE ATENCIÓN CANALIZA TUS ACTUACIONES Y TU VIDA.
Utiliza las partes de la rueda que te suministren fuerza y capacidad de atención. Opta por mejorar las partes que creas que se beneficiarán de tu mejora. Puedes reforzar cualquier parte de la rueda de la excelencia en cualquier estadio de tu formación decidiéndote a emprender la tarea y centrándote en lograr pequeñas mejoras a diario. Después de haber montado correctamente todas las piezas de la rueda, el puzle estará completo y la rueda rodará con suavidad incluso si el terreno es irregular.
EL CENTRO DE ATENCIÓN
El centro de atención es el primer elemento y el más importante para alcanzar la excelencia. El centro de atención constituye el núcleo de la excelencia, el centro del círculo, el eje de la rueda de la excelencia.
Las personas que rinden al máximo o sobresalen al máximo nivel han aprendido a mantener su centro de atención. Para rendir al máximo nivel, necesitas hallar un centro de atención que te libere para ser lo que quieras en el contexto de tus actuaciones y en tu vida. La excelencia comienza a florecer cuando encuentras modos de concentrarte y conectarte por completo y en grado absoluto con cada paso del proceso inmediato de la búsqueda. Una conexión totalmente centrada te libera y permite alcanzar un nivel superior y consistente de rendimiento.
La mejora de la atención te permite seguir aprendiendo, experimentando, creciendo, creando, disfrutando y ejerciendo más cerca de tu capacidad real. La excelencia fluye naturalmente cuando adquieres confianza en tu capacidad de atención y sabes que te llevará a donde quieras ir. La consistencia y alto nivel del rendimiento dependen de la consistencia y calidad de tu centro de atención. Cuando desarrollas, encaminas y activas tu capacidad de atención, fortaleces todos los elementos de la excelencia que añaden calidad y consistencia a tu rendimiento y al disfrute de la vida.
Los otros elementos de la excelencia (grado de compromiso, aptitud mental, imágenes positivas, confianza, control de distracciones y aprendizaje continuo) se desarrollan gracias al centro de atención, siguen una dirección gracias a él, te conectan y vuelven a conectar con tu misión, y hacen posible la excelencia. La combinación de los siete elementos de la rueda de la excelencia te confiere capacidad para ser la persona y actor que puedes llegar a ser. Y cada uno de esos elementos está bajo tu control personal.
Figura 2.1. La rueda de la excelencia.
GRADO DE COMPROMISO
El corazón de la excelencia humana a menudo comienza a latir cuando descubres una meta que te absorbe, te libera, te reta o da sentido a tu vida, te hace disfrutar o despierta tu pasión. Cuando descubres en una ocupación o dentro de ti mismo algo con lo que establecer un compromiso, todo lo demás puede crecer.
¿Tienes una visión de esa búsqueda, del lugar al que te encaminas o de lo que quieres conseguir? Si es así, tenlo claro. Piensa en ello con frecuencia. Si no tienes una visión, piensa adónde te gustaría ir, qué querrías conseguir y cómo te gustaría que sucediera. Incluso si no empiezas con un gran compromiso, sólo con centrarte totalmente en hacer las cosas bien hará que todo comience a suceder. Tu grado de compromiso, tu alegría y nivel de actuación mejorarán.
El grado de compromiso es un ingrediente clave en la búsqueda de la excelencia. Con un compromiso y un centro de atención, se puede lograr casi cualquier cosa; sin ellos, los objetivos a tu alcance se vuelven virtual-mente imposibles de alcanzar.
Tu compromiso requiere un centro específico de atención. Tu grado de compromiso crecerá cuando tu atención se centre en:
Seguir aprendiendo y creciendo.
Buscar tus sueños o hacer una contribución significativa.
Ser mejor de lo que eres.
Establecer vínculos mentales, físicos y técnicos con la excelencia.
Establecer metas personales claras y perseguirlas inexorablemente.
Persistir a pesar de los obstáculos, aunque parezcan insuperables o imposibles.
Seguir aprendiendo sobre cómo tu grado de atención afecta a tu estado de ánimo y a tu rendimiento, y aplicar las lecciones aprendidas sobre el centro de atención.
Mantener la diversión y la pasión de la búsqueda.
Los inicios en la adquisición de la excelencia se activan al emprender algo que te guste hacer. Los niveles superiores de excelencia se alcanzan mediante una visión positiva del lugar al que te encaminas en el deporte, en el trabajo o en la vida. Para sobresalir en cualquier búsqueda difícil, debes tener o desarrollar una razón de peso o una gran pasión para hacerlo. Necesitas una razón lo bastante poderosa como para seguir luchando por tus metas en los momentos de bonanza y adversidad. Los niveles elevados de compromiso personal se alcanzan naturalmente a partir del amor y la satisfacción por lo que haces, combinado con visiones positivas de adonde te diriges. El compromiso crece al establecer vínculos con los momentos especiales, al sumergirte en la misión y al disfrutar de la experiencia del propio crecimiento personal. Muchas razones personales o fuentes de compromiso pueden conducir a la excelencia:
El disfrute sin más, la pasión o el amor por la actividad o la meta.
La emoción de la búsqueda y la sensación de estar completamente vivo.
La sensación de tener éxito y ser competente, necesario, aceptado, valioso, importante y especial.
La sensación de perseguir un sueño, vivir tu potencial o convertirte en lo que eres capaz de ser.
La sensación de aportar algo valioso o marcar la diferencia.
El orgullo por tu rendimiento, tu creación o tu contribución.
La sensación de superar retos, extender tus límites o aportar algo a ti mismo o a los demás.
La sensación de devolver algo a la gente que te ha apoyado o dar algo a la gente que te sigue.
El placer o el amor por seguir aprendiendo.
Si te gusta lo que haces (al menos en parte) y eres capaz de mantener la atención y el grado de compromiso, llegarás a ser competente en ello, lo cual es una meta valiosa y beneficiosa. Para ser realmente grande en algo y seguir rindiendo a un gran nivel durante largos períodos de tiempo, normalmente tienes que amar lo que haces. La mayoría de las personas que sobresalen al máximo nivel dicen que la búsqueda en sí se convierte en su pasión y dirige sus vidas durante largos períodos. Sienten pasión por la empresa, aman las partes de mayor diversión y quieren estar a la altura o concentrados en los momentos más duros. Extraen energía positiva de los tramos de los que disfrutan y aprenden lecciones de los tramos menos placenteros. Quienes rinden a gran nivel alcanzan la mayoría de sus metas y obtienen beneficios del viaje al centrarse en los aspectos positivos y al mantener el grado de compromiso durante los tramos negativos o los obstáculos.
En el camino que lleva a la excelencia, algunos obstáculos parecen insuperables al principio. Todos experimentamos esa sensación, incluso los mejores del mundo. Si crees que los obstáculos son insuperables, lograrás convencerte de que es así aunque estés equivocado. Los obstáculos más insuperables en apariencia los superarás al estudiar las posibilidades, al centrarte en lo que está bajo tu control, al dar el primer paso y luego centrarte en el siguiente y luego el siguiente. Si tu grado de compromiso fluctúa, recuerda tu sueño o misión y las razones por las que éstos son importantes, encuentra los pequeños placeres de la búsqueda diaria, complácete con las pequeñas victorias o los pequeños pasos adelante que das, y entrégate al proceso de aprendizaje continuo. Con una perspectiva positiva y con perseverancia, lograrás avanzar, centrarte y hallar una forma de superar los obstáculos.
El compromiso que adquieres de ir tras tus metas y de perseverar a pesar de las adversidades es vital para la consecución de metas a gran nivel. Igualmente importante es tu compromiso con la inversión de tiempo en la recuperación física, mental y emocional. La relajación y la regeneración son aspectos críticos para un rendimiento continuo a gran nivel, sobre todo a largo plazo.
A veces, para mejorar el rendimiento y tu vida lo mejor es escuchar tu cuerpo, escuchar tu corazón y respetar las necesidades básicas de relajación, descanso, espacio personal, buena nutrición y momentos de alegría lejos de tu ámbito de actuación. No hallar un equilibrio entre calidad de esfuerzo y calidad de reposo, entre tensión y relajación, terminará afectando tu rendimiento, tu vida, el amor por lo que haces. Comprométete a hacer lo que sea más beneficioso para ti y tus metas finales.
APTITUD MENTAL
Hay una gran diferencia entre hablar de lo que quieres hacer y estar mentalmente preparado para hacerlo. La aptitud mental es cuestión de mantener una actitud positiva, centrada, persistente y totalmente comprometida con el cumplimiento de tus intenciones. La excelencia exige optar por estar mentalmente listo para emprender acciones centradas y decisivas. Actuar con decisión a diario es esencial para el entrenamiento, el trabajo y el rendimiento, porque sólo cuenta la acción. Sólo las acciones centradas te conducirán a tus metas. La excelencia florece más cuando quieres estar en algún sitio que cuando sientes que debes estar allí, florece más cuando optas por hacer algo que cuando te ves forzado a hacerlo, y más cuando ves oportunidades en vez de obligaciones.
Tu aptitud mental requiere un centro específico de atención. Tu aptitud mental crecerá cuando tu atención se centre en:
Preparar, practicar, entrenar, trabajar, actuar y competir con toda la atención y con el nivel correcto de intensidad.
Aportar un interés positivo por el entrenamiento, el trabajo y las actuaciones.
Derivar a un centro positivo de atención si comienzas a adoptar una actitud negativa.
Activar medios con los que sacar lo mejor de ti mismo.
Crear oportunidades positivas para aprender.
Aprovechar todo entrenamiento y oportunidad para actuar.
Refinar las destrezas mentales, físicas, técnicas y tácticas esenciales y necesarias para sobresalir en tu campo.
Evaluar la eficacia de tu atención en la práctica, en el trabajo y después de toda actuación, y aplicar las lecciones aprendidas en la próxima oportunidad.
Seguir hallando diversiones sencillas durante las actuaciones y fuera de ellas.
Relajarte, descansar, recuperarte y mantener una actitud positiva contigo mismo y con los demás a pesar de las victorias y adversidades.
Para sobresalir en cualquier empresa, necesitas estar mentalmente listo para pensar, centrarte y actuar de forma positiva. Cuando estés mentalmente listo, verás que te resulta mucho más fácil aprender destrezas esenciales, practicarlas hasta la perfección y ejecutarlas con eficacia en situaciones comprometidas. El beneficio final de la aptitud mental es que te centrarás en sacar lo mejor de ti mismo a partir de lo que tienes ahora, en este punto de tu entrenamiento, de tu rendimiento, de la temporada, de tu carrera o vida.
También debes estar mentalmente listo para aprender lecciones de todas tus experiencias y actuar en consecuencia. Quienes destacan en su campo poseen planes eficaces de acción o se centran en rutinas que los preparan mentalmente para lograr lo que quieren a diario y en cada actuación, y para aplicar las lecciones aprendidas. Para dar lo mejor de ti mismo y de forma consistente, plantéate el reto de hallar medios eficaces para estar mentalmente listo y totalmente centrado en lograr tus metas. Las siguientes estrategias te pueden ayudar a centrarte de forma positiva:
Piensa en cosas que ya has conseguido.
Piensa en cosas que todavía quieres aprender, mejorar o conseguir.
Piensa en metas específicas que quieras alcanzar y escríbelas en un papel.
Piensa en tus metas para hoy.
Discurre sobre algunas de tus metas e imagina que las consigues.
Antes de ir a ensayos o actuaciones, piensa en cómo te vas a centrar en la obtención de tus metas.
Pregúntate todos los días: ¿Qué voy a hacer hoy que me acerque un poco más a mis sueños? ¿Qué voy a hacer para centrarme y lograr mis metas para hoy?
Sigue buscando medios sencillos y eficaces para estar mentalmente listo y centrado en la consecución de tus metas.
IMÁGENES Y VISIONES POSITIVAS
Muchos grandes logros, muchos nuevos descubrimientos y muchas hazañas en apariencia imposibles comienzan con una primera visión positiva. Las visiones positivas de lo que quieres lograr y las visiones menores de los pasos que vas a dar para llegar a buen puerto dirigen la búsqueda de la excelencia. Las visiones, grandes o pequeñas, a menudo pueblan nuestra mente antes de ser realidad. Parte del continuo reto de alcanzar la excelencia radica en mantener visiones positivas y una perspectiva positiva durante los distintos estadios de nuestro viaje.
Tus visiones e imágenes dependen de dónde radique tu centro de atención. Las visiones positivas crecerán cuando te centres en usar el poder de las visiones y los pensamientos positivos, las prácticas imaginadas, la visualización o la percepción para:
Generar visiones positivas de a dónde quieres ir con tus actuaciones (o tu vida) y determinar cuál es tu potencial.
Acelerar el aprendizaje e integración de destrezas técnicas, tácticas, mentales y físicas, de planes para carreras y partidos, planes de concentración y planes de reconcentración.
Generar imágenes positivas de los pasos que tienes que dar para llegar adónde quieres ir.
Generar visiones, imágenes o ideas positivas que te inspiren para continuar la búsqueda de tus metas e ir tras tus sueños.
Aprender de tus mejores actuaciones y de las mejores partes de tus actuaciones.
Identificar metas diarias claras y específicas para seguir mejorando.
Prepararte mentalmente para seguir tu plan de actuación y centrarte en los medios que te liberen para actuar según tu capacidad.
Actuar y reaccionar de forma positiva y decisiva.
Reforzar tu confianza.
Mejorar la ejecución de tus destrezas.
Uno de los principales beneficios de tener una gran visión positiva y otras menores para ir paso a paso es el seguir centrado en los aspectos positivos y las posibilidades (por qué puedes hacerlo, por qué quieres hacerlo y cómo lo vas a hacer) en vez de centrarte en los aspectos negativos (por qué no puedes hacerlo). Las posibilidades de lograr tus metas a gran nivel y vivir felizmente aumentan cuando te centras en ideas positivas, imágenes positivas, visiones positivas y lecciones positivas.
Quienes destacan en un campo no inician su vida o búsqueda siendo los mejores. Primero se esfuerzan por adquirir el hábito de ver las cosas de forma positiva e imaginarse practicando y ejecutando destrezas técnicas en la forma que les gustaría. De hecho, la mayoría de los mejores del mundo han adquirido gran destreza en las prácticas imaginadas porque usan dichas destrezas a diario para centrarse positivamente en la búsqueda de la excelencia. Se alimentan de recuerdos positivos, evocan el centro de atención positivo y las sensaciones de grandes actuaciones previas, y generan visiones positivas del futuro. Emplean sus pensamientos positivos y las prácticas imaginadas para prepararse mentalmente para entrenamientos y actuaciones de calidad, y para experiencias placenteras en la vida.
Para mejorar futuras actuaciones, recuerdan los aspectos positivos de sus actuaciones actuales y pasadas (para así saber lo que funciona) y evalúan las partes de sus actuaciones que pueden mejorar, para introducir los ajustes necesarios. A menudo refinan o mejoran sus destrezas haciéndolas desfilar por sus mentes. Piensan, ven, sienten o se imaginan introduciendo la mejora y llegando a ser competentes, confiados, exitosos y con el control, lo cual establece la base para nuevas actuaciones de gran calidad. Al aprender nuevas destrezas, procedimientos, rutinas y tácticas, o al practicar refinamientos, a menudo repasan muchas veces mentalmente las acciones deseadas, con calidad y tacto, para acelerar el proceso de aprendizaje. Algunos también usan las prácticas imaginadas positivas para relajarse y recuperar el control cuando se distraen.
Los grandes deportistas como Roger Federer aprenden de sus mejores actuaciones y saben visualizar las futuras victorias.
Tú también puedes disfrutar de los beneficios de las visiones positivas. Rendir a gran nivel en tu mente (y sentirlo en tu cuerpo) permite crear las condiciones para tener éxito sin haber realizado esas actuaciones en el mundo real. Este proceso de concentración aumenta la confianza, la atención y el rendimiento, dejando un buen concepto sobre uno mismo, sobre la aptitud y la capacidad de hacer las cosas que uno quiere. Con práctica, podrás preexperimentar y volver a experimentar muchas acciones, sensaciones y destrezas importantes para la correcta ejecución de tu mejor actuación posible.
Las ideas positivas combinadas con imágenes y percepciones positivas ayudan a crear una actitud mental y un grado de atención apropiados para un rendimiento de gran calidad. ¿Qué quieres conseguir en tus actuaciones o en la vida? ¿Te imaginas o ves logrando esas metas o sueños? ¿Qué pasos positivos puedes dar hoy para avanzar hacia las metas definitivas? Piensa en cómo quieres rendir en tu siguiente competición, reto o actuación. Déjalo claro en tu mente. Imagínalo, reprodúcelo en imágenes y experimenta la sensación de hacerlo. Deja que las visiones positivas dirijan tus acciones y tu realidad de forma positiva.
CONFIANZA
La confianza es un ingrediente esencial para la búsqueda de la excelencia. La confianza abre puertas que en su ausencia están cerradas a cal y canto. La confianza en el rendimiento sube o baja dependiendo de la calidad de tu preparación, de la calidad de tu atención y de cuánto creas en tu capacidad. La confianza emana del compromiso adquirido con la preparación y la calidad del trabajo, de los monólogos positivos que mantienes sobre lo que has hecho y lo que puedes hacer, de aprender las lecciones extraídas de la experiencia y de conservar una actitud positiva al afrontar los numerosos retos que surgen en el camino. La confianza florece cuando descubres el centro de atención que funciona mejor, respetas el poder de ese centro de atención y lo usas con regularidad.
La confianza requiere un centro de atención específico. La confianza crece cuando la atención se centra en la certeza o seguridad de:
Tu propio potencial.
Tu capacidad para superar obstáculos y conseguir tus metas.
Tu preparación o aptitud mental.
Tu centro de atención.
Tus decisiones.
La importancia de tu misión o búsqueda.
Aquellos con quienes trabajas o juegas.
En pocos casos se inicia la mejora del rendimiento con una total confianza en nuestra capacidad para alcanzar las metas o para realizar ciertas tareas con primor y precisión. La confianza crece al regocijarnos con las cosas que hacemos bien y con el reconocimiento de nuestras mejoras, al aprender de éxitos y fracasos, al asimilar la sabiduría de otros y al descubrir que el centro de atención nos libera para rendir al máximo.
Cuando tienes una fe inquebrantable en tu capacidad para desempeñar una misión y te centras por completo en tu actuación, se te abren las puertas del máximo nivel de excelencia. Cuando distracciones o ideas negativas quebrantan la confianza, el rendimiento sufre altibajos, no porque seas menos capaz, sino porque dejas que las dudas interfieran con tu capacidad de atención. La confianza emana de las ideas arraigadas en tu corazón y en tu alma de que eres capaz de hacer lo que quieres hacer. Cuando la confianza es profunda, uno se fía de su centro de atención y el rendimiento mejora. Cuando hay falta de confianza, pocas veces se alcanza el potencial completo.
La única forma de aumentar la confianza es fortalecer tu centro de atención en las cosas adecuadas. Cada uno de los elementos de la rueda de la excelencia permite mejorar la calidad de ese centro de atención, lo cual a su vez refuerza la confianza. La fe en tu centro de atención es como una llave maestra. Abre la puerta de acceso a los niveles superiores de excelencia, y esos niveles superiores de excelencia abren la puerta a un mayor grado de confianza. Las siguientes estrategias te ayudarán a cimentar tu confianza:
Recuerda que hay alguien que cree en ti.
Piensa de forma positiva en tu capacidad.
Piensa en por qué puedes conseguir tus metas.
Escribe una lista de razones por las que puedes lograr tus metas, o de razones para creer que puedes conseguirlas.
Actúa como si pudieras lograr tus metas.
Céntrate en una preparación técnica, física y mental de gran calidad.
Piensa en los éxitos logrados en el entrenamiento, los ensayos simulados y en actuaciones previas.
Busca los aspectos positivos de todas las experiencias y actuaciones.
Piensa en cómo alcanzar tus metas. ¿Cuál será tu centro de atención?
Extrae continuamente lecciones sobre el centro de atención para mejorar la calidad y solidez de tus actuaciones.
Aunque en ocasiones tu actuación sea brillante sin tener una total confianza, es mucho más probable que alcances tu potencial con una sólida base si tu confianza y tu centro de atención trabajan juntos para ti. Este don emana del respeto a ti mismo, del respeto por tu mejor centro de atención, y de la liberación del cuerpo y el alma para rendir sin inter-ferencias. Concédete ese don, eres merecedor de él.
CONTROL DE DISTRACCIONES
El control de distracciones supone concentrarse, superando descuidos, sin dejar que las distracciones interfieran con la calidad de la actuación o con el éxito de la misión. Algunas distracciones son externas, creadas por otras personas (competidores, seguidores, medios de comunicación) y sus expectativas, o por circunstancias específicas del medio ambiente. Otras distracciones son internas, nacidas de nuestros pensamientos, de las dudas, miedos, preocupaciones o expectativas. Con independencia del tipo de distracciones que nos importunen, es importante mantener un centro de atención positivo antes, durante y después de las actuaciones. El control de distracciones es especialmente importante cuando estamos sometidos a tensión, a presión, a incertidumbres, o en un ambiente atestado, o cuando actuamos en circunstancias exigentes.
La capacidad para controlar las distracciones requiere un centro específico de atención. La capacidad para controlar distracciones aumenta cuando la atención se centra en:
Reducir la tensión.
Mantener un centro de atención positivo y eficaz a pesar de las distracciones.
Recuperar un centro de atención positivo y eficaz cuando estamos distraídos antes, durante y después de un entrenamiento, competición o actuación.
Reconcentrarse o volver a conectar con rapidez con el mejor centro de atención.
Rendir bien en toda ocasión y próximo a tu potencial.
Mantenerse centrado en la ejecución de un plan de juego.
Relajarse y descansar lo suficiente.
No salirse del camino que lleva a la excelencia personal.
Los mejores en su campo activan variaciones positivas en el centro de atención usando recordatorios, imágenes o puntos de atención que los vuelven a conectar con aspectos positivos y bajo su control inmediato. Este proceso les reconduce a donde quieren estar: en un estado mental positivo y totalmente centrado en la actuación actual. Al reforzar la capacidad de reconcentrarte con rapidez, lograrás una mayor solidez en tus actuaciones y disfrutarás más de la vida.
La reconcentración es más rápida si desarrollas un plan sencillo de reconcentración y lo ejecutas. Cuando te distraigas con ideas negativas, lapsos de concentración, contratiempos o bajones en la confianza –antes, durante o después de una actuación– el objetivo será recuperar con rapidez una perspectiva positiva y recuperar en seguida tu mejor centro de atención. Puedes aprender a recuperar la concentración con más rapidez y eficacia reflexionando sobre lo que mejor te funciona para volver cuanto antes al camino seguro. Piensa con antelación varios recordatorios para recuperar el control, volverte a centrar en lo que controlas y en lo que sabes que te funciona mejor. Planifica el curso de tu mejor centro de atención y practica usando los recordatorios siempre que surja la oportunidad.
APRENDIZAJE CONTINUO
Quienes casi siempre rinden a gran nivel siguen el rumbo que más les conviene. Son personas con una capacidad extraordinaria para aprender a tomar una dirección. La búsqueda de la excelencia es un proceso que pasa por el descubrimiento de ti mismo y por ensanchar tus límites, y en el que se actúa a partir de los descubrimientos que mejoran el centro de atención y las actuaciones. Al descubrir lo que funciona y te sienta mejor, recuerda seguir este camino, incluso cuando surjan obstáculos.
El aprendizaje continuo requiere un centro específico de atención. Las destrezas necesarias para un aprendizaje continuo se potenciarán cuando tu atención se centre en:
Hallar satisfacción en lo que haces bien y en los pequeños pasos adelante que das.
Sacar lecciones relevantes de cada experiencia o actuación.
Reflexionar sobre lo que hiciste bien y lo que te dio libertad para hacerlo.
Reflexionar sobre lo que puedes mejorar y cómo introducir esas mejoras.
Reflexionar sobre cómo tu centro de atención influye en tus actuaciones y sobre cómo respetar tu mejor centro de atención.
Discernir las áreas relevantes del centro de atención que haya que mejorar.
Aprender de las lecciones y aplicarlas sin interrupción.
La excelencia personal se consigue cuando vives las lecciones extraídas de las experiencias. Quienes destacan en algún campo alcanzan grandes niveles de excelencia porque se han comprometido a aprender sin descanso. Se preparan bien, están muy centrados, evitan distracciones, hacen un examen concienzudo después de sus actuaciones y aplican las lecciones extraídas de sus experiencias. Saben ver sus propias cualidades, buscan los aspectos positivos de sus actuaciones y disciernen las áreas relevantes para mejorar. Adquieren inspiración, confianza y fuerza interior gracias al disfrute de lo que hacen; buscan los aspectos interesantes y reflexionan de continuo sobre lo que les permite vivir con plenitud y rendir al máximo. También se crecen con los contratiempos, pues canalizan las lecciones y la energía para mejorar.
Para vivir cumpliendo el propio potencial, no dejes de pensar en ese centro de atención que te permite disfrutar más de las experiencias y de las grandes actuaciones. Sigue extrayendo lecciones para tu centro de atención estudiando las mejores y no tan buenas experiencias y actuaciones. Sigue refinando el centro de atención hasta que sea sólido siempre que lo requieras. El ritmo de aprendizaje, el nivel y solidez de tus actuaciones y tu calidad de vida se ven influidos directamente por el grado en que te comprometes con esa evaluación continua, constructiva y personal, a la cual seguirán acciones positivas. No desaproveches las lecciones tan duramente aprendidas. Asúmelas, recuérdalas y actúa de acuerdo con ellas.
LA EXCELENCIA PERSONAL
La excelencia personal es un viaje que se prolonga como tu existencia y aporta a tu vida centros de atención, retos, significado, alegría, frustración y perspectiva. Sin importar lo bueno o grande que seas o llegues a ser, siempre podrás ser un poco mejor, estar un poco más centrado, tener más confianza, más solidez, mostrar una actitud más positiva o estar mejor equipado para evitar distracciones. Cuando Tiger Woods ganó su quinto PGA Tour consecutivo, comentó: «Todo siempre puede ser mejor. El juego es algo que fluye, siempre está cambiando, siempre está evolucionando. Siempre podría haber golpeado mejor la pelota o haber pensado mejor. Mañana puedes ser mejor de lo que eres hoy». La atención de Tiger está centrada, y su rueda de la excelencia suele estar girando a plena potencia, por eso es un gran jugador de golf.
Centro de atención
¿Sabes qué tipo de centro de atención te ayuda a rendir mejor?
¿Sabes qué tipo de centro de atención te ayuda a aprender mejor?
¿Cuentas con un plan que te permita continuamente adoptar tu mejor estado de concentración?
¿Estás esforzándote por mejorar la calidad y solidez de tu centro de atención? ¿A diario?
¿Te estás centrando en hacer esas pequeñas cosas que te funcionan mejor? ¿A diario?
¿Te estás esforzando por mantener tu mejor centro de atención durante la duración de las clases, entrenamientos, sesiones de trabajo, actuaciones e interacciones personales? ¿Lo puedes hacer mejor? ¿Cómo?
Grado de compromiso
¿Tienes claras tus metas, tus retos y la idea de rendir al máximo?
¿Haces algo a diario para acercarte un poco más a tus metas? ¿Qué has hecho hoy para dar un paso más hacia tu meta?
¿Te estás esforzando por mejorar algo a diario y en todas tus actuaciones?
¿Es tu grado de compromiso con el entrenamiento, el aprendizaje, las prácticas y actuaciones lo bastante alto como para llevarte hasta tus metas? ¿Podrías comprometerte más o actuar con más continuidad o más centrado?
¿Sigues disfrutando de tu búsqueda y de la vida?
¿Es tu compromiso con la necesidad de descansar y recuperarte lo bastante alto como para resistir este viaje plagado de desafíos?
Aptitud mental
¿Acudes con una actitud positiva al trabajo, al centro de estudios, durante tus interacciones, entrenamientos y actuaciones? ¿Es posible hacerlo mejor? ¿Cómo?
¿Buscas oportunidades en todo lo que haces?
¿Adoptas una perspectiva centrada en seguir aprendiendo y creciendo?
¿Te estás preparando mentalmente para centrarte por completo en rendir al máximo todos los días, en los estudios, en los entrenamientos, en las relaciones y actuaciones? ¿Lo sabes hacer mejor? ¿Cómo?
¿Te nutres de las ideas positivas, o de las negativas?
¿Estás abierto a nuevas posibilidades?
Imágenes positivas
¿Tienes una gran visión de adónde te gustaría llegar con tus actuaciones, tus estudios, tu profesión o tu vida?
¿Mantienes esa visión nítida en tu mente? ¿La evocas regularmente?
¿Te puedes imaginar actuando exactamente de la forma que te gustaría, cumpliendo las cosas que quieres cumplir y actuando de la forma que preferirías?
¿Te imaginas concentrado de la forma que te gustaría centrarte y alcanzando los objetivos que te gustaría conseguir? ¿A menudo?
¿Te imaginas haciendo esas pocas cosas, dando pequeños pasos a diario que te conducirán a tus metas? ¿Todos los días?
¿Evocas esas imágenes o visiones positivas en las que actúas de forma positiva a diario?
Esas visiones positivas ¿te procuran inspiración y consejo para seguir persiguiendo tus metas y sueños?
Confianza
¿Crees poder alcanzar tus sueños u objetivos?
¿Buscas razones para creer y te centras en por qué puedes alcanzar tus metas?
¿Has decidido tener confianza? ¿Piensas en por qué puedes alcanzar tus metas y en cómo las alcanzarás?
¿Te pones en situaciones en las que tienes las mejores posibilidades de creer en ti mismo y alcanzar tus metas?
¿Te preocupas por hallar cosas buenas en todo ensayo, en toda actuación y en la vida? ¿A diario? ¿A pesar de que algún aspecto no fue bien?
¿Eres consciente de tu progreso y te regocijas?
¿Confías en ti, en tu preparación y en tu centro de atención?
¿Actúas como si pudieras hacerlo?
Control de distracciones
¿Mantienes la perspectiva de lo que te permite evitar o reducir la tensión y las distracciones?
¿Logras mantener tu mejor centro de atención cuando te enfrentas a contratiempos o distracciones?
¿Recuperas la concentración y el control con rapidez cuando ves errores en tu actuación o te enfrentas a contratiempos? ¿Logras hacerlo constantemente?
¿Eres bueno cambiando las ideas negativas en positivas?
¿Cuentas con un plan eficaz para evitar distracciones?
¿Sigues ese plan? ¿Siempre que tienes oportunidad?
¿Te esfuerzas por mejorar tus destrezas para centrarte a pesar de las distracciones y las adversidades?
Aprendizaje continuo
¿Estás comprometido con seguir aprendiendo, con aprender algo de toda actuación y experiencia, y usarlo para ser mejor?
¿Buscas los aspectos positivos en ti mismo, en otros y en tus actuaciones? ¿A diario?
¿Extraes lecciones relevantes de toda actuación y toda experiencia importante, tanto cuando las cosas van bien como cuando no van bien?
¿Actúas conforme a esas lecciones a diario o en cualquier oportunidad, antes de la siguiente actuación, interacción o competición?
¿Reflexionas sobre el papel que tu centro de atención desempeña en cada actuación y cada interacción importantes?
¿Actúas de acuerdo con esas reflexiones? ¿De forma continua?
Para lograr mejoras significativas en la calidad y solidez de tus actuaciones, no tienes que reinventar la rueda. Hay que identificar un área relevante que mejorar y sobre la que actuar. En mi labor de asesoramiento de personas de alto nivel (y las que se esfuerzan por ello) casi siempre discernimos dos áreas que mejorar: el centro de atención y el control de distracciones. Estos dos elementos tienen un efecto muy poderoso sobre la solidez de las actuaciones de alto nivel.
Si estudias distintos elementos de éxito que influyen en la rueda de la excelencia y piensas en tu rendimiento y tu vida, tal vez sepas de inmediato tus puntos fuertes y cuáles necesitas trabajar más. Empieza por ahí. Y recuerda que estos siete elementos de la excelencia se aplican no sólo en el deporte sino también en cualquier otro dominio y búsqueda en la vida. Cuando se alcanzan, aportan calidad y satisfacción a las actuaciones, al trabajo, a las relaciones y a la vida. Estos siete elementos te dan libertad para alcanzar lo que es importante en tu vida.
Tanto si tus metas son modestas como si son ambiciosas, los elementos del éxito que conforman la rueda de la excelencia te llevarán por ese emocionante viaje hacia tu potencial real en tus actuaciones y en la vida. Estos vínculos mentales de la excelencia tienen capacidad potencial para fortalecer tu centro de atención, acercarte a tu capacidad real y dar alegría a tu vida.