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TRANSICIÓN 2: DE OBSTáCULOS A ALIADOS

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Dirigir una iglesia sería mucho más fácil si no tuviéramos que tratar con la gente.

Ese enunciado es trillado, pero es verdad. Tratar con la gente es un asunto complicado.

No solamente tenemos que tratar con gente en las iglesias, tenemos que dirigirlos y amarlos. Es la parte de amarlos la que puede ser realmente difícil.

Los miembros de la iglesia pueden ser críticos. Pueden ser bravucones. Pueden ser no confiables. Pueden ser volubles.

Para ser justos, esos miembros de la iglesia son más la excepción que la regla; pero no se necesitan muchos miembros difíciles para complicar nuestro ministerio. El apóstol Pablo nos dijo cómo responder a los miembros de la iglesia difíciles, ya que estaba tratando con los miembros de la iglesia de Corinto. Justo después de darnos una bella metáfora de que los miembros de la iglesia son como los miembros del cuerpo (1 Co. 12), escribe estas palabras para recordarnos cómo debemos tratarnos unos a otros.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.

(1 Co. 13:4–5)

¿Lo capta? Debemos amar a los miembros de la iglesia sin condición. Ellos no son nuestros obstáculos. Deberían ser nuestros aliados.

Patrick sirve como pastor en Oklahoma. Le llevó un buen tiempo entender que Dios nos dio a los miembros de nuestras iglesias por una razón. Son miembros del cuerpo de Cristo. Deben ser nuestros aliados, y debemos amarlos.

“Cuando me di cuenta de que Dios dio a nuestra iglesia los miembros que tenía por una razón”, dijo, “cambió mi perspectiva. Comencé a pedirles que me contaran sus historias. Les pregunté por sus sueños para la iglesia”. Patrick miró hacia delante por un momento, profundamente pensativo. Continuó: “Esa fue la clave de nuestra transición, creo. Dios me dio un nuevo corazón para nuestros miembros. Ya no eran mis obstáculos. Eran parte del sueño de la iglesia. Nuestra iglesia comenzó realmente a soñar otra vez”.

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